Tegucigalpa – En Honduras, cada día son más las mujeres que se ven involucradas en hechos delictivos como el robo, secuestro, extorsión, narcomenudeo y hasta sicariato. En las últimas semanas se han incrementado las capturas de jovencitas entre los 15 y 23 años de edad vinculadas en diversos delitos tanto en la zona norte como en la capital de este país centroamericano.
– Cada día sorprende más a la sociedad hondureña cómo muchas mujeres han sido absorbidas por el crimen organizado a tal grado que se han convertido en sicarias sin escrúpulos. Seguridad habla de 13 jovencitas sicarias plenamente identificadas.
– Lo que antes era novedoso, ver a una mujer armada, en algunas zonas marginales de Tegucigalpa y San Pedro Sula, ahora se volvió frecuente.
– Algunas mujeres reclutadas por el crimen organizado portan armas de grueso calibre como las temibles pistolas nueve milímetros que supuestamente le son proporcionadas por los líderes de las bandas criminales.
El involucramiento de las menores de edad reclutadas y persuadidas por el crimen organizado para que sirvan de “mandaderas” de esas bandas delincuenciales, llama la atención de los diferentes sectores de la sociedad.
Según informes oficiales, los departamentos de Francisco Morazán y Cortés, son los que más reportan capturas o asesinatos de jóvenes mujeres a quienes se les vincula con diversos delitos.
Vulnerabilidad
Para el representante del Observatorio de Derechos de Niños, Niñas y Jóvenes de Honduras, Jaime Flores, los menores que son utilizados por las organizaciones criminales son aquellos que viven en extrema vulnerabilidad, principalmente los que habitan en barrios marginales y pobres.
“Sabemos que hay estructuras del crimen organizado que tratan de captar a los menores para que formen parte de sus organizaciones criminales en el país, que se aprovechan de la debilidad que presenta sistema judicial”, señaló.
Indicó que los jóvenes son utilizados en su mayoría para el cobro de las extorsiones, que popularmente se conocen como impuesto de guerra, para banderas y hasta sicariato, cometiendo en algunas ocasiones crímenes espeluznantes.
Sostuvo que la edad promedio de los jóvenes utilizados por el crimen organizado varía entre los 12 y los 23 años.
Menores, potenciales jefes de bandas
Por su parte, el jefe la Policía Militar en la zona norte del país, coronel Germán Alfaro, indicó que según estudios de algunas organizaciones no gubernamentales, de cada 10 niños que son reclutados por el crimen organizado, siete se convierten en potenciales jefes para dirigir bandas criminales.
“Ahora que nosotros hacemos este tipo de operaciones, nos estamos dando cuenta la cantidad de niños que están metidos en bandas criminales en las que cometen cualquier tipo de acto ilícito”, lamentó.
Criticó que “hemos sido irresponsables, no hemos sabido inculcar valores en estos menores, no supimos darle lo necesario para evitar que estos niños y niñas se convirtieran en delincuentes y ahora son potenciales para dirigir bandas criminales”.
En ese sentido, hizo un llamado a los padres de familia a retomar al proceso de inculcar los valores y dirigir a sus hijos por el buen camino.
Aseguró que la Policía Militar está impulsando una campaña para evitar que los menores sigan siendo absorbidos por el crimen organizado.
Hay que ver la mujer como tal
A criterio de la directora del Observatorio de la Violencia, adscrito a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Migdonia Ayestas, las mujeres siguen siendo utilizadas por el crimen organizado.
Según la funcionaria, la influencia del entorno familiar comunitario y el involucrarse sentimentalmente con hombres ligados a ilícitos, hace que esas mujeres se involucren en actividades delictivas como las extorsiones, crimen organizado, tráfico de armas y tráfico de drogas.
Indicó que hay que ver a las mujeres como tal, son de estratos socioeconómicos bajos, madres de familia que muchas veces han sido abandonadas y maltratadas, sin un sostén para sus hijos.
Muchas de las mujeres no han cursado ni el sexto grado, que es la educación mínima que debe de tener una persona, ya sea mujer u hombre, sostuvo.
Al menos 500 menores son acusados en los juzgados cada año
Según cifras que maneja la Fiscalía de la Niñez, en promedio, 500 niños son acusados en juzgados competentes cada año por cometer delitos, mientras que algunos sectores de la sociedad buscan reducir la edad punible.
Una fuente de la fiscalía explicó que los menores de edad son usados frecuentemente como instrumentos delictivos debido a que no pueden ser juzgados como adultos.
Las penas para los menores de edad pueden llegar a un máximo de ocho años y sólo pueden ser aplicadas a los que tengan edades comprendidas entre los 12 y los 18.
En ese sentido, algunos sectores han planteado la necesidad de reducir la edad punible de 18 a 16 años de edad, para que el responsable comparezca ante la justicia como un adulto.
Sin embargo, la fiscal de la Niñez, Nora Urbina, considera que la reducción de la edad punible no es la solución a la situación de violencia que ocurre en el país, pues la mayoría de los delincuentes de 18 años cometieron actos ilícitos desde mucho antes.
“Se han hecho intentos en el país para la reducir la edad punible, pero existen esos obstáculos que son los tratados y convenios internacionales, y mientras nosotros los tengamos vigentes en Honduras, no podemos hacer ninguna modificación en ese aspecto”, explicó.
Antecedentes
La semana pasada fueron capturadas dos jóvenes a quienes se les vincula con la muerte de los menores que perdieron la vida en macabros hechos violentos ocurridos en la colonia La Pradera, de San Pedro Sula, norte de Honduras.
Una de ellas fue identificada como Gabriela Orellana más conocida como «La Gaby» quien fue detenida en la colona Satélite, la otra joven es Karen Yamileth Villeda (17), más conocida como “La Pichetía”.
Ambas jóvenes son originarias de San Pedro Sula y vinculadas a las muertes violentas de al menos nueve menores.
Según la información brindada por el jefe de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina) en la zona noroccidental, comisionado Quintín Juárez, las pruebas recopiladas vinculan fuertemente a esas dos jóvenes con los asesinatos de la colonia La Pradera e igualmente se les relaciona con los asesinatos de taxistas ocurridos en los últimos días en el sector de Ticamaya.
15 de mayo, mediante operativos de las autoridades, se logró la captura de dos jóvenes mujeres a quienes se les vincula con el delito de extorsión en el municipio de La Lima, Cortés, norte de Honduras.
Mientras tanto, en la ciudad de Tegucigalpa, fueron detenidas dos quinceañeras a quienes también se les vincula con el delito de extorsión a varios negocios ubicados en la colonia La Trinidad.
Asimismo, el 25 de marzo pasado, un comerciante fue asesinado por dos sicarias a inmediaciones de una gasolinera de San Pedro Sula, localizada en la salida hacia el municipio de La Lima, en el departamento de Cortés.
El 26 de marzo, miembros de la Fusina, integrada por policías, militares y fiscales, capturaron a una mujer con nueve mil dólares (186 mil 840 lempiras) y 104 mil lempiras, en la aduana de Corinto, sector fronterizo entre Honduras y Guatemala.
La fémina fue identificada como Ana Leticia Rubio Pineda (23), residente en el municipio de Potrerillos, Cortés y quien venía procedente del vecino país de Guatemala.
El 29 de marzo, una mujer fue requerida por agentes de la Dirección Nacional de Servicios Especiales de Investigación (DNSEI), en el aeropuerto internacional de San Pedro Sula, quien portaba más de 11 mil dólares sin justificar su procedencia.