Washington, EEUU) – Tras terminar la convención del Partido Demócrata en Estados Unidos, parece como si fuera Kamala Harris, y no Joe Biden, quien se enfrenta con Donald Trump en las elecciones presidenciales de noviembre.
La designación de la senadora por California como candidata demócrata a la vicepresidencia ha dado un vuelco a la campaña electoral.
La decisión de Biden, el candidato presidencial demócrata, de escoger a una mujer, y afroamericana, para que lo acompañe como número dos en las elecciones del 3 de noviembre ha puesto nerviosos a los republicanos que no saben cómo atacarla, salvo con descalificaciones groseras.
Por ahora, Biden la ha lanzado contra el presidente Trump, que busca la reelección por otros cuatro años más. Y Harris lo sabe hacer muy bien, mejor que el exvicepresidente durante la presidencia de Barak Obama (2009-2016).
En los discursos electorales, ella es audaz, incisiva y mordaz. Se le nota su oratoria enérgica y dominio escénico. Antes de senadora, fue Fiscal General del estado de California y previamente, fiscal de distrito en San Francisco.
En las primarias demócratas, Harris fue muy dura con Biden, acusándolo casi de ser un racista, aunque no lo es. Aún así, la eligió como candidata la vicepresidencia.(NBC News).
En la convención demócrata, que terminó el jueves, y que fue por primera vez virtual por el coronavirus, Biden obtuvo el apoyo decisivo de los ex presidentes demócratas Barak Obama (con un impresionante discurso), Bill Clinton y Jimmy Carter (solo en sonido).
Y de la ex Primera Dama Michelle Obama y la excandidata presidencial y ex Secretaria de Estado Hillary Clinton.
En las intervenciones de estos cuatro días “virtuales”, ha quedado claro que la lucha no es tanto con los republicanos como contra Trump, hasta en términos personales. El objetivo principal es sacar a Trump de la Casa Blanca, sea como sea.
Eso falta por ver. Aunque Biden gane el voto popular, es posible que Trump (y ya lo ha advertido), no reconozca su derrota. Y hasta se atreva a anular las elecciones alegando un supuesto fraude electoral por el masivo voto por correo o por la lentitud en el recuento, que puede tardar varios días.
En mi opinión, si Biden gana las elecciones (y si le dejan asumir la presidencia), tendrá dos problemas inmediatos, más que todo de percepción e imagen.
- 1. Su edad. Cumpliría 78 años cuando asumiera la presidencia en enero, el de mayor edad en la historia política americana. Y sería más viejo que el 94 por ciento de la actual población viva de Estados Unidos (329 millones). El y Washington, estarán pendientes de esa circunstancia.
- 2. Su vicepresidenta Kamala Harris (56 años el 20 de octubre) más joven, dinámica y con un gran futuro (podría ser presidenta en el 2024). La ex senadora por California le podría hacer sombra. Sus rivales la acusan de ser “muy ambiciosa”.
Si Biden gana a Trump en noviembre, Harris, sería la primera mujer vicepresidenta y la primera afroamericana.
Y como se estima que Biden, por su edad, podría cumplir solo un primer mandato de cuatro años. Harris, adiestrada ya como vicepresidenta, podría presentarse como candidata a la presidencia en el 2024 y hasta, porqué no, en el 2028.
Trump ya se ha adelantado con sus acostumbrados insultos a sus rivales políticos y ha catalogado a Harris de “a nasty woman” (una mujer desagradable”) y “mean woman” (una mujer mezquina o mala).
Esas descalificaciones les vienen de perlas a los demócratas que saben que entre más se insulte a Harris, más votos se ganan de las mujeres (más importante que el voto de los hombres), especialmente el de las universitarias.
Este año, con el “ticket” Joe Biden-Kamala Harris frente a Donald Trump-Mike Pence, el voto de los afroamericanos puede ser masivo y decisivo.
Donald Trump y su vicepresidente, Mike Pence (si lo confirman), buscan un segundo mandato, de cuatro años mas).
El padre de Harris fue un inmigrante de raza negra de Jamaica, profesor universitario de economía. Y la madre (de la India) fue una investigadora de microbiología, especializada en cáncer.
En las encuestas, Biden siempre aventaja a Trump. Y desde la designación de Harris, han subido mucho más: de ocho a doce puntos de ventaja.
Los analistas políticos opinan que si gana Biden, un candidato con poco carisma y que no entusiasma mucho a los jóvenes, será más que todo por el voto de castigo a Trump por su nefasta gestión de la pandemia del coronavirus y su aparente insensibilidad ante los problemas raciales.
Por ahora, Trump sigue creando una mala imagen de Harris y deja caer, “maliciosamente”, que “posiblemente” no cumpla los requisitos para ser candidata a la vicepresidencia por “no haber nacido en Estados Unidos”. Es la misma táctica que usó contra la elección de Barak Obama como presidente.
Harris nació en Oakland (California) y Obama en Honolulu (en el estado de Hawaii), de padre africano y madre americana blanca.
