Tegucigalpa – La descomunal violencia contra las mujeres es un patrón que se repite año con año en Honduras. Al inicio de este 2025 suman una docena de mujeres muertas en escenarios cruentos de una violencia descarnada que no da tregua.
– El inicio de 2023 se reportó la matanza de tres mujeres en Puerto Cortes. Al comenzar el 2024, el escenario violento fue en Roatán con la muerte de tres amigas, y este 2025 ya son 12 femicidios.
Solo en los primeros 15 días del presente año se han reportado los crímenes de al menos 12 mujeres, lo que refleja que diariamente una fémina pierde la vida en hechos de homicidios.
Pese a que las autoridades de seguridad y policiales defienden que se ha reducido la tasa de homicidios, incluyendo los femicidios, pero que no se ha visto reflejado en el último año de mandato de Xiomara Castro ante la alta cantidad de homicidios.
Solo el año anterior, las diversas organizaciones de las mujeres concluyeron que hubo más de 230 femicidios, los casos que se han registrado en 2025 pareciera que superarán el 2024, especialmente en año electoral, donde surgirán promesas para proteger a las féminas, como ocurrió en las campañas pasadas y que al final se convirtieron en promesas vacías.
Lo que más inquieta a las organizaciones feministas, como a las mujeres en general, es que se ingresa al último año de gestión de la presidenta Xiomara Castro, la primera mujer en dirigir el gobierno, y los avances para controlar dicho mal no se han logrado hasta el momento.
Más de 230 muertes violentas en 2024
La organización Centro de Derechos de la Mujer (CDM) contabilizó en 2024 entre muerte violenta y femicidios 231 mujeres fallecidas en el territorio hondureño.
Desglosó que en enero fallecieron de manera violenta 26 mujeres, 14 en febrero, 26 en marzo, 20 en abril, 19 en mayo, 16 en junio, 18 en julio, 29 en agosto, 20 en septiembre, 16 en octubre, 12 en noviembre y 15 en diciembre.
Asimismo, reportó que en 27 masacres que se registraron el año anterior, hubo un total 86 víctimas, de las cuales, 19 eran mujeres.
También tiene registrado que el departamento donde hay más casos de muertes violentas de mujeres es Cortés con 43, seguido de Francisco Morazán con 38, tercero es Olancho con 25, Yoro con 17, Atlántida y Colón están emparejados con 16.
Primeras dos muertes en Olancho
El primer crimen del año fue el de la joven Angie Nicole Rivera Galeano (20), quien falleció a manos de su pareja en la noche del 1 de enero en el municipio de Catacamas, departamento de Olancho.
La joven tenía una hija de cuatro años con su victimario, José Medardo Galeano (26), que fue capturado momentos después del crimen.
Según relatos de familiares, la pareja tenía cinco años de convivir y que hubo casos de agresiones en el pasado y que habían ignorado estos episodios.
La joven perdió la vida tras que su pareja la golpeara, una vez que se percató que la mujer había perdido la vida, el agresor escondió el cuerpo debajo de la cama de su casa habitación y se dio a la fuga con su hija, pero fue capturado posteriormente.
El 2 de enero, fue asesinada a balazos Leydi Santos en la vía pública en el barrio El Campo en el municipio de Dulce Nombre de Culmí.
Altercado que terminó en tragedia
El 3 de enero se reportó la muerte de Dalila Iveth Reyes (45) a manos de su pareja Arturo Díaz en la aldea Tapatoca en la ciudad de Choluteca, zona sur de Honduras.
La pareja era conocida por sus familiares y la comunidad por tener 30 años de matrimonio, tener tres hijos y residir con solo uno de ellos, los otros vivían en otros sectores, y estar peleando constantemente, pero con reconciliaciones posteriores.
El altercado surgió en horas de la noche del 2 de enero, cuando el autor del crimen se peleó con uno de sus hijos, por lo que el padre denunció ante la Policía a su descendiente.
El progenitor fue liberado horas después de su detención, se fue a la casa de su abuela a pasar la noche, mientras que sus padres regresaron a su hogar, luego que el señor se curará sus heridas en un centro.
A la mañana siguiente, el 3 de enero, la abuela fue a la casa de su hija porque no le contestaba las llamadas, al ingresar a la residencia, encontraron los cuerpos sin vida de la pareja.
El reporte policial establece que Arturo Díaz le disparó a su esposa en un arrebato de ira cuando estaban en la vivienda, al percatarse que le había quitado la vida, se dio un disparo en la cabeza.
Saña en asesinato de joven en Choloma
Siempre el 3 de enero, un macabro hallazgo conmocionó en el sector de Las Pilas en la ciudad de Choloma por la muerte de una joven que estaba decapitada y su cuerpo desmembrado.
La occisa fue identificada como Catherin Michelle Rodríguez (17), que se había criado junto a su abuela y se escapaba con frecuencia de la casa donde residía.
Familiares de la joven la reportaron como desaparecida 10 ante el Sistema 911 antes de su hallazgo. Su cuerpo presentaba signos de tortura y heridas de arma blanca.
Cuatro muertes en un fin de semana
En el fin de semana del 5 de enero, se reportó las muertes violentas de cuatro mujeres en distintos hechos y diferentes sectores del país.
El primero sucedió en la aldea La Cañada en la capital hondureña, una mujer fue ultimada a balazos en el interior de una cuartería.
La occisa respondía como Heydi Marisol Andrade Sosa (19) y se encontraba en el lugar descansando junto a su pareja, que resultó herida en el suceso violento.
El segundo fue una mujer, que hasta el momento no se ha reportado su identificación, en unas plantaciones de palma africana en El Progreso, Yoro.
El tercer hecho fue la muerte de Marcela Ramírez (23), quien era una joven vendedora que fue ultimada a balazos en Santa Ana de Yusguare en Choluteca.
Fue definida por sus amigos y familiares como una mujer luchadora, amante de la naturaleza y se dedicaba junto a su madre a la venta de golosinas.
Según el informe policial, ella y su madre fueron víctimas de un asalto en la aldea Los Puentes, cosa que no quedó allí, ya que el malhechor le infringió cuatro disparos a la joven vendedora.
El último crimen fue el de María Villatoro Saénz (52), que fue asesinada a balazos en el interior de su vivienda, que también funcionaba como negocio de comercio en el barrio La Avenida en Catacamas.
Torturan a una mujer en Tela
En Tela, Atlántida, fue hallada sin vida, atada de manos y con signos de tortura en su cuerpo María Elizabeth Gutiérrez Guardado (33), que deja cinco hijos huérfanos.
El cuerpo fue hallado el 7 de enero en una zacatera de la aldea La 40, que colinda con El Progreso.
La mujer salió de su vivienda en la residencial Los Laureles rumbo hacia Choloma para recoger un dinero que iba invertir en su emprendimiento de comida artesanal.
Mujer muerta a manos de su pareja, un guardia
Igualmente, el 10 de enero, se reportó la muerte de María García Bejarano (40) a manos de su pareja, que era un guardia de seguridad en la ciudad de Comayagua.
Posterior al hecho, su pareja arrojó el cuerpo de la mujer en una cuneta del bulevar que conduce a la carretera CA-5.
El guardia de seguridad tuvo una discusión con la mujer y la atacó a disparos, quitándole la vida.
Hija de pastor muere al salir de culto
El fin de semana, se reportó la muerte de una menor de cinco años que venía saliendo de un culto evangélico en el sector de El Portillo en el municipio de El Negrito, departamento de Yoro.
La menor fue identificada como Emily García Paz, era hija del pastor Elías García, reconocido por pastorear la iglesia evangélica de la colonia Rosario Núñez.
La noche del sábado 11 de enero, la familia venía de realizar una actividad evangélica cuando fueron emboscados por un sujeto armado que atacó a disparos al vehículo en que iba transportándose.
Finalmente, este martes 14 de enero se produjo la muerte de una pareja, la cual fue ultimada a balazos frente a una iglesia evangélica en el sector de La Montañita en San Juan de Opoa, en el departamento de Copán.
La mujer víctima fue identificada como Eva Núñez, originaria de Yoro.
La pareja deja como huérfano a dos hijos y se encargaba de cuidar la iglesia evangélica.
Así se cuentan las cotidianas muertes que tienen como víctima principal a las mujeres, en un país donde son mayoría, pero que poco o nada se hace para contener la escalada de violencia que las victimiza. AG
