Tegucigalpa – El Vía Matris es el camino que recorrió María de regreso, desde el Santo Sepulcro hasta su casa, se suele rezar con las estaciones del viacrucis en sentido contrario, pero solo consta de siete dolores, se reza acompañando a la Madre Dolorosa de vuelta a su hogar, por lo que, también se le conoce como procesión de la Soledad.
– El Vía Matris tiene la finalidad de reflexionar sobre la Pasión y Muerte de Cristo a través de los episodios en los que la Virgen María estuvo presente.
– La procesión de la Virgen de la Soledad como se le conoce en Tegucigalpa tendrá lugar a las 10 de la noche de este Viernes Santo desde la Iglesia El Calvario en el Parque Herrera hasta la Iglesia San Francisco en el parque homónimo.
Así lo indicó a Proceso Digital el sacerdote Alberto Enamorado, asesor espiritual de la Pastoral Juvenil Arquidiocesana.
“Contemplamos la figura de María como la Madre de Dios que sufre y que está siempre al pie de la cruz”, apuntó el religioso.
En Honduras se suele realizar después de la procesión del Santo Entierro es decir en horas altas de la noche y casi madrugada del Sábado Santo.
Amor maternal
María, Madre de Dios acompañó todo el camino a Jesús, es también justo que nosotros acompañemos a María, reflexionó el religioso.
Los cristianos católicos debemos aprovechar el dolor como un acompañamiento también. El dolor nos humaniza y lo que hacemos con el Vía Matris es acompañar a María que sufre por la Pasión de Nuestro Señor y de su hijo Jesucristo.
María fue predestinada por Dios y el profeta Simeón le profetizó que una espada atravesaría su corazón, ella no sabía a qué se refería hasta que acompañó la Pasión, Muerte y Resurrección, narró el religioso.
María meditaba todas esas cosas y por eso es que nosotros también ahora meditamos cada uno de los momentos que María acompañó a Jesús, externó el asesor espiritual.
Reflexión
Como es mística del Viernes Santo hacer el viacrucis por la mañana, por la noche se acompaña a María con las mismas estaciones de manera inversa (Se rezan los episodios en que participó María, por lo que se limita a siete estaciones).
En cada estación se hace una reflexión y se procede a rezar el Ave María hasta que se culminan las estaciones y se procede a una reflexión y oración final.
Las personas suelen acompañar en silencio y con candelas o luces ya que la noche es alta y pesada por la muerte de Jesús a la media tarde del Viernes Santo.
Una actitud de reflexión puede ser guardar silencio en toda la procesión ya que María guardaba todo sus dolores en su corazón, de esa manera se émula el caminar de María, pero esta actitud puede variar según el lugar donde se realiza este acto devocional.
Historia
El Vía Matris surge a imitación del Santo viacrucis, a finales de la Edad Media en un clima de piedad y de compasión hacia el misterio de la Pasión de Cristo. Es un ejercicio piadoso que surge por la piedad popular y que tuvo acogida de muchas órdenes religiosas, que por el amor a Santa María lo han divulgado entre los fieles.
Los estudiosos de la piedad popular, al tratar sobre el Vía Matris, le atribuyen, aún sin indicar una documentación específica, un origen español, o cuando menos, una fuerte afirmación en aquella nación europea.
El fundamento teológico del Vía Matris, así como el resto de todos los ejercicios de piedad mariana, es la indisoluble unión de María con Cristo, en la realización del proyecto salvífico de Dios, que tiene en la encarnación del Verbo y en la muerte y resurrección de Cristo, sus más altas expresiones.
El Vía Matris se ha constituido teniendo como punto de referencia el viacrucis, el cual, a pesar de poder rezarse en forma individual, originalmente nació como oración comunitaria. De esta forma, también el Vía Matris: puede ser realizado por un fiel solo como un ejercicio piadoso de carácter individual; pero generalmente -y de preferencia- es celebrado por grupos de fieles, es decir en comunidad.
Así como el viacrucis, el Vía Matris es una “oración bíblica”: es decir que proviene del Evangelio, entendido en el sentido literal o interpretado a la luz de la tradición de la Iglesia, y evoca los episodios de dolor y de salvación que poco a poco contempla.
Estaciones
A continuación Proceso Digital reproduce las siete estaciones que se realizan en la celebración del Vía Matris, pero se debe entender que según la zona o región se puede realizar de diferentes maneras.
- La profecía de Simeón
- La huida a Egipto
- Pérdida del Niño Jesús en el templo
- Juan informa a la Virgen de la traición de Judas
- La crucifixión
- La sepultura
- La Virgen visita los lugares de la Pasión de su Hijo.
Las “estaciones‟ se enuncian de la siguiente manera y se puede dar lectura bíblica para una mayor comprensión:
- María acoge en la fe la profecía de Simeón (Lc 2, 34-35)
- María huye a Egipto con Jesús y José (Mt 2, 13-14)
- María busca al niño Jesús perdido en Jerusalén (Lc 2, 43-45)
- María encuentra a Jesús camino del Calvario (Lc 23, 26-27)
- María está junto a la cruz de su Hijo (Jn 19, 25-27)
- María recibe en su seno el cuerpo de Jesús bajado de la cruz (Mt 27, 57-59)
- María entrega el cuerpo de Jesús al sepulcro en espera de la resurrección (Jn 19, 40-42)
Expresión de fe
El padre Enamorado como se le conoce en el ámbito juvenil caviló que si bien el Vía Matris no se constituye como un acto litúrgico si es considera una expresión de fe que adquiere popularidad.
En cada país y en cada cultura se puede vivir de manera distinta ya que es un acto propio de la expresión popular pero cuya realización ayuda a vivir más profundamente la fe católica y los oficios del Viernes Santo.
Es notorio que cada año son más los cristianos católicos que se suman a vivir su fe en estas expresiones de piedad popular. La Iglesia solo pide ofrecer este acto por la expiación de los propios pecados o por algo especial como por la salud de un enfermo.
Si es bien ofrecido, el acto no solo se convierte en una caminata nocturna, sino en todo un acto de expresión y devoción. RO