Tegucigalpa – “Creo que ser periodista siempre fue mi sueño, pero desde los 12 años que me gustó el fútbol, tuve la certeza que sería una profesional de las comunicaciones en el campo deportivo”, expresó la talentosa Gabriela Matamoros Laínez, quien a pesar de su corta edad ya puede presumir de una dilatada carrera en el ejercicio de la profesión.
– La primera pasión son mis hijas y mi familia, luego el fútbol y el periodismo, confesó.
– César “El Nene” Obando fue el culpable para que Gabriela descubriera su pasión por el fútbol y luego por el periodismo deportivo, mientras Amado Guevara provocó que dejará sus sentimientos olimpistas para convertirse al azul.
– “Hay que llorar para limpiar el alma de vez en cuando”, sugirió.
En la última semana, Gabriela Matamoros acaparó la atención de los reflectores porque en las coberturas que le hace a la Selección Nacional de Honduras, tuvo que cargar a sus dos hijas mientras no descuidaba detalles para informar desde las conferencias de prensa, entrenos y el propio juego de la H ante México el pasado viernes en el Estadio Chelato Uclés de Tegucigalpa.
“Podemos trabajar y estar con los hijos. En mi caso los equipos capitalinos me han dado autorización para poder llevar a mis dos hijas. A mis nenas no las llevo porque quiero, muchas veces son las circunstancias de la vida. Llevarlas implica que tengo que ir preparada para entretenerlas y atender sus necesidades durante el día”, explicó.
Contó que el miércoles de esta semana durante la llegada de la Selección de México al filo de las 9.00 de la noche, su hija menor estaba enferma y no había quedado tiempo para darles de comer. “Cuando llegamos a la casa, me dijo mi hija grande que se sentía orgullosa de mí y que le gustaba verme trabajar y hablar de tú a tú con los hombres”.
Sus pasiones
Apasionada por la Selección Nacional, la Juventus y el Motagua, se proclama como una “pésima jugadora de fútbol”, aunque sí una profesional de las comunicaciones que no sólo sabe de deportes, también pasa informada de temas de prensa general y atiende sin descuido sus obligaciones como esposa y madre.
Los goles que más gritó fueron los de Carlos Pavón con la Selección hondureña y los que significaron una puñalada en el corazón fueron los que recibió Motagua en cada una de las finales que perdió. Lee de todo y recuerda que la afición a la lectura le nació cuando leyó “Crónica de una muerte anunciada”, el que devoró prácticamente en horas.
Pocos la identifican como seguirá del Ciclón Azul ya que cuando vierte opiniones se despoja de sus sentimientos. Mencionó que de pequeña tuvo influencia de su padre para seguir al Olimpia, pero en el camino se desvió por influencia del eterno capitán Amado Guevara. “No quiero quitarles méritos a los futbolistas actuales, pero la personalidad que transmitía ‘El Lobo’ no la veo ahora, eso me impactó e influyó para que fuera del azul”.
En entrevista con Proceso Digital, Gaby -como la conocen en el medio- confió que laboró seis años en Diario El Heraldo y acumula 12 más como parte de las fundadoras del singular programa Fútbol de Tacón.
Vino al mundo un 12 de septiembre de 1980 en la ciudad de Tegucigalpa, en el seno de un hogar en el que sus padres rápidamente se divorciaron -a los cinco años-, pero eso no mermó su fervor en la institución sagrada como lo es la familia.
La infancia de Matamoros estuvo marcada por los cuidados de su abuela, quien falleció hace dos años durante la pandemia de COVID-19. “Ella me decía que yo caminaba con un cepillo emulando un micrófono y me ponía a entrevistarlos a todos en la casa. Me decía que mi favorita para interrogarla era ella, le preguntaba ¿Cómo se llama? ¿A qué se dedica? Cuénteme algo”, desmenuzó.
Su madre, Suyapa Laínez, una secretaria jubilada fue la culpable -sin quererlo- para que Gabriela abrazara su pasión por el fútbol y como consecuencia lógica con el periodismo deportivo. Agradece a su progenitora por ser su cómplice en todas las locuras de esta vida.
Además, es sobrina del mítico profesional Teodosio Mejía, el sicólogo de la Selección de Honduras en España 1982.
“Mi madre nos crio sola, a mí y a mi hermano -Juan Luis-, y hacía monografías para los oficiales que estaban próximos a graduarse. Una vez cuando yo tenía 12 años llegaron dos oficiales y le dijeron a mi mamá que había un partido y que si lo podían ver por la televisión y se los puso mientras ella trabajaba. Recuerdo que yo jugaba y el partido que estaba era Honduras-El Salvador de Copa Uncaf y ese día cuando me senté a ver el partido iba entrando César ‘El Nene’ Obando y puedo decir que ese fue mi clic con el fútbol. Lo vi y quedé enganchada, nunca había visto fútbol en mi vida”, relató.
Casada con el joven y reconocido periodista Jorge Alberto Fermán, a quien conoció en la sala de redacción de Diario Heraldo. “Fue justamente como el clic que hice con el fútbol el que hice con él la primera vez que lo vi, me encantó su inteligencia, soltura y me parece que es el mejor periodista deportivo que hay en el país”, externó. Con el periodista sureño, quien además es uno de los estelares de Deportes TCV, Gaby tiene dos niñas: Sofía (12) y Ema (5), quienes acompañan a Gaby en sus coberturas y compromisos profesionales.
En 2005 ingresó a formar parte de Zona Deportiva, la sección de deportes de Diario El Heraldo, pero seis años después tuvo que dejarla porque fue cuando salió embarazada de su primera hija y quiso dedicarle tiempo a esa etapa importante de la vida. “Fue una de las decisiones más difíciles porque había soñado tanto estar ahí y vivía un lindo momento en la parte profesional, tener un maestro de la talla de Óscar Flores López y alguien que siempre me enseñó mucho como Alexeiev Morales, entonces vivía un momento cómodo, pero me tocó dar prioridad al cuidado de mi hija”.
Sin embargo a los tres meses de haber tenido a su primera hija -Sofía- recibió una llamada de la también periodista Kenia Torres, quien la invitó a formar parte de un proyecto radial en HRN que sería exclusivamente producido por mujeres (Fútbol de Tacón).
Discriminación en el medio
Confesó que despuntar en una profesión que estaba monopolizada por hombres fue algo difícil. Recordó a otras referentes del momento como Evelyn Pineda Tosta y Kenia Torres, a las que agregó a compañeras del campo de batalla como Lidia Margarita Andino y Alejandra Carillo.
Gaby recordó que recién iniciada en sus coberturas deportivas quiso entrevistar al exarquero de Olimpia y de la Selección Nacional, Noel Valladares, sin embargo la experiencia fue fatal. “Me trató muy mal, me dijo que quién era yo… yo lo admiraba mucho, pero luego me enteré que a él no le gustaban las entrevistas, fue pesado y me dijo que no”, refirió.
La entrevistada reflexionó que como periodistas deportivos no pueden abstraerse de lo que ocurre en el país y están obligados a conocer la actualidad de la agenda periodística.
Expuso que muchos colegas no respetan la labor de las mujeres periodistas. “Me ha tocado vivir momentos cuando coloco mi trípode, que dicen los compañeros, no ese es el de Gaby, movelo o quítame ese micrófono”, señaló.
Pareja de otro crack del periodismo
Sobre cómo conlleva la relación matrimonial con Jorge Fermán y que muchas veces coinciden con tareas periodistas que ambos realizan para diferentes medios de comunicación, citó que es algo hasta cierto punto chistoso. “Cuando él trabajaba para Diario Diez y yo para Diario El Heraldo, me apartó de varias entrevistas que él había iniciado y me dijo que esperara mi turno porque era su exclusiva, entonces me hacía a un lado, pero eso me ha enseñado a separar nuestros momentos de pareja y las ocupaciones laborales”.
Acentuó que “nada de lo que pasa mientras trabajamos, me lo llevo a la casa, y él tampoco hace eso. Creo que ha sido la clave para tener la armonía que tenemos. Somos maduros y respetamos nuestros espacios”.
Recordó que años antes cuando eran competencia -Heraldo y Diez- había una lucha avisada con el afán de querer llevar la noticia en el momento oportuno. Eso es algo que ahora casi no ocurre por la inmediatez de las redes, donde incluso medios poderosos esperan que los periodistas independientes tiren la noticia para poder cogerlos en sus redacciones.
Matamoros reveló que con su esposo el 80 % de las conversaciones se relacionan con el fútbol, además de otros temas como la situación del país que cada día les preocupa más por lo incierto que se vislumbra el panorama.
Haciendo una analogía de su matrimonio con el fútbol, lo comparó como “la mejor sociedad en el medio campo y movemos el balón en ataque y en defensa. El talentoso sería él y yo sería más como la analítica desde donde se orquestan las jugadas”.
Lamentó que en una sociedad como la hondureña, se le exige con mayor fuerza a un futbolista que a la clase política misma y las redes sociales son una muestra de ello. Ahí la gente descarga todas sus emociones y frustraciones generadas por los problemas cotidianos en arremeter contra un deportista, sin conocer las condiciones que muchas veces a ellos les toca enfrentar.
“El fútbol es entretenimiento y no podemos pensar que el fútbol nos va a cambiar el estilo de vida. El estilo de vida lo podemos cambiar nosotros tomando buenas decisiones. En lo personal nunca me he identificado con un partido político, lo hago más con la persona que sienta en ese momento que puede llevarnos a un mejor lugar, sin embargo aquí la gente espera que la Selección Nacional nos baje el precio de los combustibles, la inseguridad, que nos arreglen las calles o nos den mejores centros de salud, y obviamente eso no es así”, caviló.
Mientras, en temas sensibles de país, dijo que Honduras registra una alta tasa de feminicidios por los patrones culturales que traen muchos hombres. “En casa no deberíamos crearse hombres para que sean machitos, sino para que sean compañeros de una mujer y que la vean como la compañía idónea para andar en el camino”, meditó.
Pasar a la prensa general o ser fichada en el exterior
Gabriela Matamoros siempre tuvo claro que su campo de acción sería el periodismo deportivo y por ahora descarta dar el salto a la prensa general, aunque el talento y los conocimientos los tiene de sobra.
“Nunca miré al periodismo deportivo como el primer escalón, sino como el lugar donde quiero estar. Aquí estoy cómoda, me apasiona, soy feliz y me siento bien”, subrayó.
Como les pasa a los futbolistas que aspiran a ser fichadas en el exterior, Gaby expresó que “ese es un sueño que todos tenemos, pero no es una obsesión. Yo vivo el momento. Estuve en prensa escrita, luego en radio y ahora hacemos periodismo multimedia, esto es una pasión, aquí vivo el día a día, no pienso más adelante, estoy enfocada en lo que hago”.
Declaró una especial admiración por personajes que ejercen el periodismo deportivo. Siendo estos: Kenia Torres, una mujer que rompió paradigmas y se atrevió a salir en televisión hablando de tú a tú con futbolistas; igualmente Juan Carlos Pineda, que vive su mejor momento, es una delicia degustar como desglosa los partidos de fútbol; y finalmente Alexeiev Morales, un profesional en el anonimato, pero una de las plumas más brillantes del país.
Por ahora, se desempeña en Fútbol de Tacón, que se transmite todos los días en redes sociales y aunque no es un trabajo muy bien remunerado, la sostiene la pasión y el amor al deporte.
“En mi caso, tengo la bendición que mi esposo sostiene el hogar, aunque debo decir que de a poco se ha ido sumando el apoyo de los anunciantes en el proyecto Fútbol de Tacón. No es fácil porque las empresas piensan más en los influencer, que apoyar un programa de calidad. Con Kenia nos hemos enfocado en ponerle calidad al programa para que los anunciantes nos vuelvan a ver”, repasó.
Quiso compartir una de las tantas anécdotas que le ha tocado vivir en el ejercicio del oficio. En un entreno de Motagua cuando jugada Víctor “La Muma” Bernárdez, éste solía quedarse después de los entrenos practicando tiros libres, entonces alguien le dijo que se moviera porque la podían golpear, a lo que ella hizo caso omiso porque estaba concentrada escribiendo en su libreta. En uno de los tiros que hizo el exseleccionado mundialista, la pelota rebotó justo a la par y la pared quedó vibrando por el fuerte disparo. Al final, el incidente no pasó a más, pero de milagro porque si esa pelota le hubiera impactado, quien sabe lo que habría pasado.
La comunicadora declaró que le molesta la mentira de las personas y la alta impunidad que existe en Honduras.
Triunfazo ante México
Según sus valoraciones, el triunfo 2-0 de Honduras sobre México el pasado viernes no es casualidad, no es una buena noche, es producto del buen uso e incentivo de los recursos con los que cuenta el DT Reinaldo Rueda.
“El aporte de Rueda a la H no es solamente técnico-táctico, hablamos del mejor motivador que puede tener este grupo. Don Reinaldo ha estimulado la capacidad de cada uno de los jugadores que llama a la H”, analizó.
Previó que en México no será fácil; el ambiente, el entorno, el estadio, la presión con la que jugarán los Aztecas pero conociendo la inteligencia y serenidad de don Reinaldo, la posibilidad de conseguir un empate que nos clasifique a Copa América está latente.
En los sucesos trágicos que han marcado su vida, contó que en los últimos dos años perdió a dos primos muy queridos por enfermedades del páncreas en ambos casos. “A los dos yo los amaba con todas mis fuerzas, pero el último manejaba una empresa de relaciones públicas y a pesar de que mi madre me aconsejó que hablara con él para que me aconsejara algunas cosas. De repente él se enfermó y murió al día siguiente apenas a los 33 años. Cuando lo miré en el ataúd me dolía mucho porque postergué esa plática y ese abrazo en el momento que debí hacerlo, me ha quedado ese enorme pesar”, recordó entre lágrimas.
A pesar de sus múltiples ocupaciones, la periodista capitalina comienza su día desde muy temprano, atiende la casa, se ocupa de los trámites de la familia y también sus delegaciones profesionales. Gaby se despide de la plática con Proceso Digital mientras afila el micrófono, carga la mochila y se echa en sus espaldas a Sofía y Emma -sus dos mayores golazos- Allá la esperan sendas coberturas y miles de seguidores que reconocen en ella, la pasión, el talento y las ganas de seguir rompiéndola.
Postdata: Olvidé decir que soy el padrino de bodas de Gabriela y Jorge, además de ser un poco responsable para que se conocieran. Para ambos, mi admiración, mi cariño y respeto. JS