Tegucigalpa – Varios proyectos en el Distrito Central (DC) están detenidos, aunque la promesa de las actuales autoridades edilicias fue llevar la ciudad a un mejor nivel de desarrollo, atendiendo las múltiples problemáticas existentes. Todo esto ocurre mientras otras necesidades se siguen aglutinando.
– Más del 50 % del agua potable se pierde en la ciudad producto de fallas en la tubería, según el alcalde Jorge Aldana.
– Las obras del puente a desnivel en la Avenida Los Próceres se encuentran avanzadas en un 95 %, pero por falta de pago la constructora se retiró.
– En agosto comenzará la construcción de un nuevo y moderno mercado (San Isidro), según el alcalde capitalino.
Cinco meses pasaron desde que Jorge Aldana tomó posesión del cargo que desempeñó por ocho años el nacionalista Nasry Asfura; el recién edil electo enumeró en su discurso los principales problemas de la urbe, se quejó de recibir la capital desordenada, con servicio deficiente de agua, hecha para los carros y no para gente, entre otras carencias estructurales.
La falta del agua potable en cada verano, el congestionamiento vial, el transporte público, la delincuencia y la inseguridad, son verdugos con que más de 1.5 millones de personas deben lidiar diariamente en el afán de cumplir con sus actividades comerciales y laborales; la llegada del invierno y la paralización de las obras, se suman como crisis a la rutina ciudadana.
Baches, lluvias, tráfico y sin agua potable
Las primeras lluvias dejaron caos tanto en Tegucigalpa como en Comayagüela y en la mayoría de las calles, avenidas y bulevares, resulta más complicado transitar, pues el deterioro en que se encuentran las calles, colmadas de baches. Ante ello, la población hace uso de cualquier medio o plataforma virtual para reclamar una pronta reacción de la alcaldía. El alcalde Aldana dijo en una entrevista a Proceso Digital, que prefiere no correr a dar respuestas sino más bien planificar para atender adecuadamente las necesidades.
La ciudad es vulnerable no solo en el verano, sino también en el invierno. Su realidad es que mientras se atiende un problema otro podría estarse generando; los proyectos inconclusos siguen siendo una carga pesada, ya que la mayoría de ellos se iniciaron con recursos prestados. Otras obras no se han concluido ni siquiera en el 50 %.
Proceso Digital recorrió la ciudad para conocer el estado de los proyectos iniciados por el anterior gobierno y efectivamente se constató que en su mayoría están detenidos. El puente a desnivel a inmediaciones de la clínica Periférica del Hato de Enmedio, las obras en el Bulevar FFAA, Anillo Periférico, Carrizal, Villas del Sol, Lomas de Toncontín y salida a Valle de Ángeles son muestra de ello.
Pero además las ciudades de Tegucigalpa y Comayagüela demandan urgentes mejoras, el mantenimiento del deteriorado relleno sanitario; la revisión, validación y supervisión de inversiones estructurales del programa de adaptación urbana al cambio climático, así como la restauración de la capilla y otras obras en el Cementerio General de la ciudad.
La administración Aldana envió los 44 contratos a revisión en el Congreso Nacional, mismos que fueron aprobados, pero tienen 30 días de estar en el escritorio de la presidenta de la República Xiomara Castro de Zelaya, quien deberá sancionarlos para que algunas obras como en el Bulevar Fuerzas Armadas, Anillo Periférico, entre otras puedan concluirse en los próximos meses o años.
La comuna capitalina, en apego a la norma, remitió los contratos al Legislativo, pero el proyecto de ley había sido retirado de manera sorpresiva, el alcalde indicó que con esos acuerdos la anterior administración pretendía dejar de manos atadas al nuevo gobierno, sin embargo, afirmó que toda obra que esté iniciada se terminará después de realizar algunas auditorías.
Estamos organizando la casa destruida
De los 44 contratos municipales en poder de la Cámara Legislativa, se aprobaron 14 de ellos que fueron remitidos hace más cuatro semanas al Poder Ejecutivo para su respectiva sanción. Hasta ahora se desconoce ¿por qué? La presidenta de la República no los ha liberado porque de eso depende que se retomen las obras, dijo el jefe edilicio de la capital hondureña.
“La burocracia es complicada, – yo quisiera poner a funcionar de inmediato todos esos proyectos-, pero hay que respetarla porque es de carácter normativo legal, entonces hay procedimientos que se tienen que atender. Hay uno que me interesa que es el puente a desnivel de la tercera entrada de la Colonia Kennedy, ese todavía no ha sido aprobado por el Congreso”, dijo el edil.
En ese sentido, explicó que de los 14 documentos contractuales que ya tienen el visto bueno del Legislativo, apenas cinco de ellos, son proyectos dirigidos a la infraestructura vial, los demás corresponden a temas de consultorías con la comunidad internacional, entre ellas la cooperación alemana y japonesa y giran sobre asuntos relacionados a la vulnerabilidad en el Distrito Central.
El jefe edilicio señaló que un problema concurrente es que la ciudad está diseñada para el tránsito de unos 250 mil vehículos, pero que actualmente circulan más de 600 mil. Sin embargo, afirma que la problemática será atendida en su totalidad con un presupuesto de 1,040 millones de lempiras, donde el 63 % (655 millones) será invertido en Comayagüela y el restante 37 % en Tegucigalpa.
(LEER) Comayagüela recibirá el 63% de la inversión municipal
Explicó que debe haber un poco de paciencia en la población porque en algunos contratos hay cláusulas establecidas como los horarios y se tienen que respetar, se tiene que renegociar para cambiar los horarios, sin embargo, en algunos proyectos que hemos retomado iniciamos a trabajar a las 8:00 de la noche y terminamos a eso de las 4:00 de la madrugada.
Subrayó que hay otras zonas que constan de tres carriles, donde perfectamente se puede avanzar desarrollando trabajos en la mañana, porque se trabaja en un carril y se dejan dos habilitados para no generar congestionamiento vial, actualmente se tienen identificados unos 35 puntos conflictivos de circulación vehicular en la ciudad.
Consecuentemente amplió que es prioritario para su gestión municipal, atender las obras en el Bulevar Fuerzas Armadas, que espera esté listo en noviembre -con una carpeta asfáltica nueva y con un tercer carril ampliado-, además, avanzar en las demandas del Anillo Periférico, Bulevar del Norte y Bulevar Suyapa, porque es en ellos donde se genera tráfico lento.
Además, en la salida de la ciudad a los departamentos de Olancho y Choluteca, el caos vehicular está llegando a niveles desesperantes, los ciudadanos hacen hasta dos horas de fila para avanzar hacia sus destinos. Hace poco más de una semana, una rotonda en la colonia Loarque fue demolida pero el congestionamiento vial es todavía pesado.
Mientras que, en la salida a Olancho, se realizan constantes obras de mantenimiento a la red vial no pavimentada, ya que con facilidad se deteriora y una vez que llueve la situación es peor. Ahí dice el alcalde se necesita una inversión de unos 50 millones de dólares en ambos proyectos, los fondos están listos con un crédito del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
Jorge Aldana se comprometió en hacer reparaciones de alta calidad y que sean duraderas; ya que las ejecutadas anteriormente en su mayoría apenas tienen duración de tres meses, “por ejemplo nosotros le estamos apostando a una capa asfáltica de 10 centímetros, ninguna ciudad se destruye en cuatro meses si la inversión que se hizo es de mano de obra calificada”.
Falta conocimiento y capacidad gerencial
Un exfuncionario de la AMDC conversó ampliamente con Proceso Digital, y aseguró que la nueva administración deberá tener un amplio compromiso con la capital y sobre todo mucha capacidad y visión para poder atender de manera prioritaria los históricos problemas que azotan a casi 900 barrios y colonias.
Dijo que la revisión de contratos en el Congreso es una forma normativa a la que todas las alcaldías están obligadas en atender y descartó que se trate de una mala intención del exalcalde Nasry Asfura – como se le ha dicho a la opinión pública -, en dejar maniatada la administración actual, sino de procesos contractuales establecidos de acuerdo con las demandas de la ciudad.
“Los contratos ya están aprobados y solo queda poderlos atender, en primera instancia por el Legislativo, luego por el Ejecutivo y después por la Alcaldía, no hacerlo, solo dejará más retraso a la ciudad e intentar cancelarlos podría dejar algunas demandas a la administración, incluso esta paralización ya está generando más deuda a la municipalidad”, dijo el entrevistado que prefirió mantener su identidad reservada.
El nuevo alcalde deberá aprovechar el tiempo para cumplir con lo propuesto, de lo contrario solo irá acumulando más problemas financieros y administrativos en una ciudad cada vez más extensa y exigente, por ejemplo, debe comenzar por terminar las obras que están avanzadas y entrar en un proceso de readecuación de entrega de obras porque el contrato lo establece y lo permite.
Observadores también han calificado como impropio el haber dado luz verde al inicio de obras en la administración anterior sin antes haber refrendado los contratos.
El ex funcionario edilicio, indicó que en el tema del agua ya está licitada la represa del Río de Hombre y San José, donde las obras están en un 12 %, pero este proyecto se paralizó porque el nuevo gobierno no ha querido pagarle a la constructora.
Con esto no quiere decir que el problema de agua potable se solucionará, pero sí ayudará a atender de manera paulatina la crisis, el tema es extenso y nunca ha estado descuidado, hace poco el Banco Mundial prestó 50 millones de lempiras, pero es prioritario mejorar de manera urgente las plantas de tratamiento, el dinero está disponible desde enero, pero no se ejecutado el proyecto.
La forma en que el servicio del agua será administrado tras el plan para que sea la municipalidad quien lo opere, así como la conclusión del proyecto de transporte público, conocido como Trans-450, son otras realidades prioritarias para el bienestar de los capitalinos y demandan de atención urgente. En ambos el alcalde Aldana ha dicho que su compromiso es ejecutarlos, pero para ello hace falta un accionar expedito.
Así, la capital discurre entre un deterioro de su red vial, con obras semiparalizadas, programas sociales desatendidos y con las amenazas de las constantes sequías en el verano e inundaciones y deslaves en el invierno. Tegucigalpa y Comayagüela pasan periódicamente por emergencias regidas por los caprichos de la naturaleza ante su extrema vulnerabilidad. En tanto, la esperanza porque la primera ciudad del país salga del atolladero aun es materia pendiente. JP