Tegucigalpa (Por Isis Rubio) – El bajo nivel de las represas capitalinas, la ausencia de lluvias, la tala inmisericorde de los bosques y los incendios forestales apenas son algunas de las causas que avizoran un racionamiento prolongado de agua en el Distrito Central, donde el suministro del vital líquido se hace cada semana, pero se ampliará en la medida avance el verano.
– Se pronostican que las lluvias podrían asomarse a mediados de mayo en la zona central del país, según Cenaos.
– Juan José Reyes, jefe de Alerta Temprana de Copeco, manifestó que las analogías que se realizaron para la perspectiva climática “nos indican que tendremos una temporada lluviosa relativamente normal; sin embargo, los pronósticos generan mucha incertidumbre y pueden cambiar”.
Se estima que más de 200 barrios capitalinos no reciben el líquido en sus viviendas, otros apenas lo disfrutan una vez al mes, aunque la información oficial da cuenta que la programación para dotar de agua se hace cada semana en estos momentos.
Este año ya se han producido protestas en ciertas zonas de la capital debido a la carencia de agua potable.
Recién esta semana se conmemoró el Día Mundial del Agua, pero esa celebración fue agridulce para miles de capitalinos que no tienen el privilegio de contar frecuentemente con el servicio del vital líquido.
Muchas zonas de la ciudad capital son dotadas por cisternas, algunas de ellas enviadas por el Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillado (SANAA), otras tienen que ser compradas a precios muchas veces fuera del alcance de los consumidores.
A lo anterior se suma el alto costo de los combustibles, que pone por las nubes el precio de una cisterna de agua para los que pueden pagarla.
El presidente de la Asociación Hondureña de Juntas Administradoras de Agua y Saneamiento, Manuel Amador, refirió que debido al alza creciente que están teniendo los combustibles, todas las semanas, lo que viene es un incremento del barril de agua que podría llegar a los 100 lempiras, lo que contrasta con el bajo costo que pagan los usuarios que reciben el servicio normal.
El panorama no es nada halagador tomando en cuenta que las represas en este momento están en un 39 % Los Laureles y un 52 % La Concepción de su capacidad total.
Asimismo, los incendios estructurales y los forestales que se agudizan en la temporada de verano podrían generar mayores racionamientos del vital líquido para los capitalinos.
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Racionamientos severos
El exgerente de la división metropolitana del SANAA, Carlos Hernández, explicó a Proceso Digital que el déficit del vital líquido es del 40% en la principal ciudad del país.
Agregó que esto significa que se recolectó menor agua que el año antepasado, es por ello que en este momento los racionamientos ya están a cada siete días, algo que no se había visto en años anteriores a esta altura del año.
“Se espera que los racionamientos sean severos porque no hemos tenido un invierno generoso en 2021, apenas se logró llenar la represa Los Laureles y eso sin extender la cortina inflable”, aseveró.
Recomendó minimizar las fugas que existen en las represas, así como la activación de varios pozos estratégicos existentes en la ciudad.
Asimismo, -dijo- las autoridades deben de prevenir porque no se puede gastar toda el agua, en vista que no se sabe cómo será este invierno y se debe de ahorrar el líquido.
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Incendios y deforestación
El exfuncionario, advirtió que se deben de hacer campañas de prevención tanto para evitar incendios forestales como para motivar la forestación.
“La población por años sabe que en verano los racionamientos se prolongan por más días, pero este año será más complejo ante los escenarios que se avizoran”, reiteró.
En ese sentido, hizo un llamado a los propietarios de parcelas de tierra que buscarán tener listas para la siembra que sean más cautelosos con la quema de las mismas ante la falta del vital líquido.
Los incendios forestales que se registraron en 2021 en varias regiones de Honduras destruyeron 90 mil 206 hectáreas de bosque y pasto, según datos del Instituto hondureño de Conservación Forestal (ICF).
En 2021 se registraron 816 incendios, un 24 % menos a las mil 074 quemas de 2020.
Lluvias a mediados de abril
Una previsión elaborada este jueves por la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (Copeco), establece que las lluvias este año en el país iniciarán entre finales de abril y mediados de mayo, con precipitaciones muy parecidas a las que se dieron en 2021.
Así lo establece la perspectiva climática, que elaboró el Centro Nacional de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos) de Copeco para abril, mayo, junio, julio y agosto.
Cenaos determinó que la perspectiva se realizó comparando los años análogos, cómo 1996, 2012, 2018 y 2021 y que arrojan que se podría “esperar condiciones de lluvia muy parecidas al promedio en la mayor parte del país, con temperaturas ligeramente más calientes”.
Según el análisis de Cenaos, se pronostica un inicio temprano de la estación lluviosa a mediados de abril en la región Sur Occidental; a mediados de mayo en la región Sur, Central y Oriental; y a mediados de junio en el Litoral Caribe.
Variación de canícula
El período de canícula variará de región a región, siendo más severo en la zona sur, oriental y central, donde habrá una disminución considerable de precipitación entre el 6 de julio y 6 de agosto, detalló el ente gubernamental.
En cuanto a las temporadas ciclónicas, los especialistas pronostican, preliminarmente, que habrá una actividad muy similar al promedio histórico en ambas cuencas, tanto en el Pacífico, que empieza oficialmente el 15 de mayo, como en la del Atlántico, que comienza el 1 de junio.
En el detalle de las precipitaciones, Cenaos predice que para abril se esperan lluvias por arriba de lo normal en todo el país, en especial en los municipios fronterizos con El Salvador y Guatemala, donde se esperan acumulados de hasta 250 milímetros de agua.
Para mayo, el pronóstico es de precipitaciones normales en todo el territorio nacional, con tendencia ligeramente por debajo de lo normal en los departamentos de Copán, La Paz, Comayagua, Santa Bárbara y los municipios del norte de Intibucá, pero con condiciones normales para el resto del país.
Falso invierno
De acuerdo al director del Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos de (Cenaos) de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), Francisco Argeñal, las lluvias podrían aparecer hasta mayo y como un falso invierno.
Argeñal detalló a Proceso Digital que todo el Corredor Seco permanecerá sin lluvias hasta finales de abril o mayo que se espera se registren, pero no en mayor cantidad.
Agregó que en junio se espera nuevamente que la temporada seca continúe hasta septiembre, por lo que el panorama se perfila seco, pese a estar influenciados por el fenómeno de La Niña.
En el caso de Tegucigalpa, dijo que se tienen que tomar medidas de prevención ante la falta de agua en las represas porque el panorama es similar al generado el año pasado.
“Hay una incertidumbre en los modelos porque se están relacionando con el cambio climático y no están generando las lluvias que se esperan en los meses lluviosos”, apuntó.
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Agua cada vez más cara
Al menos un millar de barrios y colonias componen el Distrito Central. En la ciudad existe un déficit del 40 % de agua, una cifra alta que hace pronosticar una crisis sin precedentes.
Actualmente la ciudad se abastece del embalse superficial de El Picacho con una producción de mil litros por segundo, de allí se abastecen el 20 % de los capitalinos. La represa de Los Laureles provee agua a un 35 % de los habitantes de la capital (13.5 millones de metros cúbicos en su máxima capacidad con la cortina inflada) y el embalse de la Concepción dota del vital líquido al 45 % a los pobladores (36 millones de metros cúbicos).
Sin embargo, la falta de agua en barrios y colonias genera que los pobladores sean abastecidos mediante camiones cisternas que cada vez encarecen más el precio del agua.
Se estima que la situación se agudizará principalmente ahora en marzo y abril porque el calor es más fuerte, aparte de ello, los incendios forestales se incrementan, lo que provocará que los racionamientos se vuelvan más severos.
Actualmente, el barril del vital líquido tiene un precio de 35 a 40 lempiras en las zonas bajas, pero en las altas se adquiere hasta en 60 lempiras.
En los meses de marzo y abril estos precios varían ya que los racionamientos se vuelven más severos y los precios en las zonas altas se elevan por las nubes hasta en 120 lempiras un barril de agua.
La ciudad urge de construcción de nuevas represas como Jiniguare (planos existentes), Jacaleapa (cuenca río San José), Guacerique (aguas arriba) y el fortalecimiento de la cuenca superficial de El Picacho. Desde hace varios años las autoridades edilicias han expresado que se trabaja en el tema, pero la edificación de las mismas no arranca. IR
