Tegucigalpa – Los comicios primarios e internos del domingo 14 de marzo, serán los más decisivos de los últimos años en Honduras, un país cuya democracia se encuentra en agonía y ante el desafío de recuperar el prestigio de la política, la democracia y sus instituciones.
-EL CNE ordenó imprimir cuadernillos para listados especiales para que voten las personas que no aparecen en el censo electoral. La medida será oficializada este martes en una reunión del organismo.
Todo ello, bajo la sombra de una pandemia sanitaria que azota fuertemente a la nación y puede incidir en la alta o baja votación por parte de los electores.
A esta emergencia sanitaria, se suma el hecho que el ente rector de los comicios, el Consejo Nacional Electoral (CNE), dejó el proceso primario e interno, a discrecionalidad de las tres fuerzas políticas que correrán el 14 de marzo, tras los desencuentros por el tema de las credenciales en las mesas electorales, el uso de la identidad y la descentralización en el conteo de votos en los tres cargos electivos: presidencial, de diputados y municipales.
La discordia en torno a estos últimos aspectos marcó la gestión del CNE, sumido en agrios debates y desencuentros, que obligó a las cúpulas de los partidos en contienda, Liberal, Libre y Nacional, a buscar acuerdos para impedir la suspensión de los comicios del 14 de marzo. Esos acuerdos se centraron en que las credenciales en las mesas electorales pueden ir con o sin nombre, queda a criterio de cada partido.
Igualmente, queda a opción de los partidos políticos, el tema de la descentralización en el conteo de votos, con fines ilustrativos y no vinculantes, también queda a opción de los partidos políticos en contienda para las primarias. Y el tema del ejercicio del sufragio quedó de la siguiente manera: se podrá votar con la nueva y la actual cédula de identidad, unos partidos anunciaron que perforarán la cédula vigente que vence en mayo para evitar fraudes, otros acordaron que levantarán un cuadernillo especial para aquellos votantes que no aparezcan en el listado del censo electoral enviado por el RNP, y otros anunciaron que quienes no estén en el padrón electoral nuevo, no podrán ejercer el sufragio.
En horas de la noche de este lunes se conoció que el CNE ordenó la impresión de cuadernillos con listados especiales para introducir en las maletas electorales, con la finalidad que puedan votar las personas que no aparezcan en el censo. La iniciativa será sometida al pleno este martes cuando se integrará un magistrado suplente.
Elecciones van
En medio de ese ambiente, con un comisionado titular y los dos suplentes afectados por el COVID-19, la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Ana Paola Hall aseguró este lunes que las maletas para las primeras rutas están listas y por ende el proceso electoral primario se efectuará el domingo como está programado.
Sostuvo que hay mucha desinformación y eso solo está generando incertidumbre entre la población.
Señaló que hay material que está llegando a la aduana, pero eso servirá para armar las maletas que se van a entregar en Francisco Morazán y zonas aledañas.
Agregó que las maletas electorales que van para las rutas de mayor distancia están listas.
“Esperamos resolver el impase que hay con el uso de un cuadernillo con 54 mil hondureños que presentaron inconsistencias al momento del enrolamiento y que no es justo que se queden sin ejercer el sufragio cuando nuestro deber es de fomentar el voto”, argumentó.
Indicó que se espera que mañana se reintegre el consejero suplente Germán Lobo y poder votar por dicha iniciativa.
Reiteró que el problema en el censo fue originado al momento que se realizó el enrolamiento y no problema del CNE.
En ese sentido, aseguró que el proceso electoral primario se desarrollará el domingo 14 de marzo como estaba previsto en el cronograma de trabajo, “quizás nos retrasemos un poco en la entrega del material, pero estarán en los centros de votación el domingo para el sufragio”, apuntó.
El reparto de los acuerdos
Los liberales han dicho que ellos se decantaron por la perforación de la actual cédula de identidad que vence en mayo, los nacionalistas que solo votarán quienes aparezcan en el censo enviado por el RNP, y Libertad y Refundación levantará cuadernillos y hará listados especiales para que voten los que no aparecen en el censo. Libre dice que son más de un millón los excluidos, pero las autoridades del Registro de las Personas aseguran que son apenas más de 150 mil votantes, en el CNE también algunos de sus miembros hablan de un millón.
Pero los acuerdos políticos de las cúpulas deberán ser refrendados en el CNE por uno de los consejeros que está ausente por contagio de coronavirus, el nacionalista Kelvin Aguirre, y se espera que, una vez ratificados esos consensos, los mismos entren en una vigencia inmediata.
Los diputados Jorge Cálix, de Libre, Mario Segura, del Partido Liberal, y David Chávez, del partido Nacional, informaron los alcances de esos acuerdos que estiman apropiados y en buen momento para bajar la incertidumbre sobre el proceso, pero, en el caso de Mario Segura, éste dijo que los acuerdos de las cúpulas, en el fondo, están debilitando la institucionalidad del CNE, a quien cuestionó por su falta de liderazgo.
Segura aceptó así que el CNE renunció a su papel rector del proceso primario, al dejarlo prácticamente en manos de los partidos políticos y su discrecionalidad. Se estima que más de seis millones de hondureños estarían aptos para ejercer el sufragio, pero a la fecha, en el proceso de enrolamiento llevado a cabo por el Registro Nacional de las Personas (RNP), se informa que, al 7 de marzo, más de 5,1 millón de hondureños han sido enrolados.
El 14 de marzo más de 28 mil aspirantes correrán por las tres figuras electivas: presidenciales, legislativas y municipales. El proceso de las elecciones primarias se viene registrando en el país desde 1989, liderado por los partidos considerados históricos, El Nacional, en el poder, y El Liberal, en la oposición.
Ambos partidos, 32 años después, enfrentan fuertes desgastes internos, están golpeados por la corrupción, el financiamiento ilícito de campañas, la ausencia de propuestas de cambios y la deuda permanente de reformas profundas y estructurales que permitan al país fortalecer la democracia, sus instituciones y devolver la credibilidad en la política, entre otros aspectos.
A ese desgaste se enfrenta también Libertad y Refundación (Libre), la tercera fuerza política, que surge a la luz pública producto de la fisura en el liberalismo tras la asonada de 2009, y que, a pocos años de surgimiento, tiene ya cuestionamientos internos por el caudillismo con que sus líderes están rectorando la institución.
¿Sobrevivirá la democracia?
En su más reciente comunicado de reflexión, la pastoral social Cáritas de la Iglesia Católica, en su valoración sobre el actual proceso electoral primario calificó a la democracia hondureña como un enfermo en “agonía prolongada”, cuyos síntomas diarios indican que su salud se deteriora, y si no se remoza, “caminamos hacia su entierro”.
“Lo peor de todo, es que su agonía tiene nombres de personas que la producen: una clase política que se olvidó de la democracia para subirse al carro de la plutocracia del país, ganándose esa posición con el sudor de la frente del otro, unos partidos políticos que dejaron de ser los intermediarios entre el Estado y la sociedad para transformarse en sus esquilmadores, chupándose durante toda la historia de vida republicana, la vida, la riqueza, las aspiraciones y esperanzas de nuestro pueblo”, señala en su comunicado Cáritas.
¿Qué tenemos?, se pregunta Cáritas, para responderse: una clase política ciega y sorda, no ve la miseria del pueblo, y tenemos unos partidos políticos al extremo preocupados por mantenerse en el poder, maniobrando de diversos modos, utilizando todos los medios habidos y por haber para conservar y seguirse apropiando de privilegios que los sigan manteniendo en el lugar de los intocables y seguir viviendo de los recursos económicos del país, siendo parte de una burocracia inoperante e incapaz.
El denominado brazo social de la iglesia católica recuerda a los políticos que tienen una deuda con Honduras en materia de las reformas electorales que el país amerita, que vamos a un proceso electoral sin reglas claras, bajo una fuerte incertidumbre, sucumbiendo a las elites políticas y sus instituciones en un enorme desprestigio, en donde las “islitas de modernidad”, compiten con el mar de pobrezas existentes.
Al recordar a los entes de control electoral su responsabilidad frente al actual proceso, la pastoral social Cáritas les pide no defraudar al país, y en su llamado urgente, indica que estas elecciones son el momento de la ciudadanía, porque ha llegado el tiempo de parar, para volver a la racionalidad. Es el turno de la ciudadanía, afirma, es el turno de recuperar la dirección de la vida política del país porque los partidos políticos son organizaciones de ciudadanos y no organizaciones de cúpulas.
Las elecciones primarias e internas del domingo 14 de marzo, a criterio de los expertos, son decisivas porque los tres partidos en disputa medirán a lo interno sus fuerzas, y se sabrá qué tan fortalecidos o fraccionados salen, qué calidad de presidenciables y aspirantes a los otros cargos ofrecen a los electores, y cómo pintará el panorama para los comicios generales, donde la competencia se abre a un total de 14 partidos políticos. (PD)