(Especial para “Proceso Digital- Por Alberto Garcia Marrder).
Washington, (EEUU).- Una participación electoral histórica y la paciencia con la que los votantes han hecho cola durante varias horas para poder votar han marcado el medio día de las elecciones presidenciales de Estados Unido, cuyos resultados aún se desconocen.
Entre otras cosas, esta jornada ha demostrado que el pueblo norteamericano no ha perdido la confianza en el sistema electoral de su país y se ha volcado en las urnas, a pesar de los impedimentos oficiales que se han hecho para ejercer ese derecho.
¿Cual es el motivo de esta participación récord, que podía llegar a unos 160 millones de votos, ya sea por correo o personalmente en las urnas? La respuesta: el presidente republicano Donald Trump. Las elecciones son un referéndum sobre el, en contra o a favor
El voto masivo sería, según todos los sondeos previos, para impedir que sea reelegido por otros cuatro años más. Y el voto de sus fieles seguidores que quieren que siga en la Casa Blanca.
El candidato presidencial demócrata, el exvicepresidente Joe Biden, es el favorito para ganar estas elecciones y los sondeos le dan una ventaja de ocho a diez puntos porcentuales sobre Trump.
Pero no hay que descartar una sorpresa por, parte de Trump, como la que dio en el 2016, cuando perdió el voto popular frente a la candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton. Pero ganó los decisivos electores del Colegio Electoral.
Esta noche o madrugada del miércoles podría haber una tendencia de quien podía ganar, pero el recuento final tardará unos tres o cuatro días más. Eso se debe a que casi un 65 por ciento de los votos se han emitido por correo y su recuento es manual, más lento que el electrónico.
A pesar de algunos problemas técnicos o de personal en las mesas electorales, la jornada ha sido tranquila. Y la tónica general, largas colas para votar y esperas de varias horas, con la separación física debida y las mascarillas en la cara, para evitar el contagio del corona-virus.
Antes que se abrieran hoy las urnas, ya habían votado, anticipadamente, 99,657,079 personas. Por correo, 63,936,249 y por urna, 35,720,830. Si hoy martes acuden a las urnas unos 60 millones más, habría un total de participación de unos 160 millones (el 67 por ciento del censo electoral). Una cifra récord de la tasa de participación desde 1908.
Me ha emocionado ver, en una mesa electoral en el norte de Virginia, como muchos votantes al salir, se pegaban inmediatamente en el abrigo un “sticker” (pegatina) que decía ”I voted” (“He votado”). Como un orgullo de haber votado, a pesar de todas las pegas e intimidaciones que les han impuesto para impedirlo. Y eso lo he visto más que todo en los votantes afroamericanos y latinos.
Si hay disturbios en protestas por los primeros resultados, serán esta noche o en la madrugada del miércoles. La Casa Blanca está hoy rodeada, en todo su perímetro, de una valla difícil de escalar y los principales edificios gubernamentales y de tiendas, amanecieron hoy con sus puertas de vidrio, a nivel de calle, protegidas por tablones de madera.
Una de las incógnitas de esta larga noche o madrugada es a qué hora el presidente Trump se va a declarar como triunfador de los comicios, sin haber aún una declaración oficial que le de como tal, además sin un recuento de votos que lo justifique. Lo que sí es probable, es que los primeros resultados iniciales le sean favorables, pero no los posteriores o últimos.
La que todo mundo espera siempre es el dictamen decisivo, estado por estado, de la agencia de noticias “Associated Press” (AP), como lo ha venido haciendo desde hace más de cien años.
Según algunos analistas de la prensa, lo que intentará Trump es manipular el relato de la jornada electoral, ocupar las portadas de los diarios del miércoles y tener una excusa para denunciar un supuesto fraude electoral en el tardío recuento de los votos por correo.
Las cadenas de televisión han llegado, en principio, al acuerdo de transmitir en directo las palabras de Trump. Pero, inmediatamente después, sus comentaristas advertirán que no hay aún un recuento final y que el presidente se ha precipitado al declararse ganador.