En una entrevista que publica hoy el diario Clarín de Buenos Aires, Correa dijo: «Yo tengo por el presidente venezolano admiración y amistad, pero hay que dejar en claro que el socialismo de Ecuador es distinto al de Chávez. Tenemos puntos en común con todos los gobiernos progresistas de América Latina, pero también tenemos diferencias».
El mandatario ecuatoriano, que este jueves concluyó su primera visita oficial a Argentina, manifestó que respecto al Gobierno de Chávez «hay cosas en las que no concordamos y otras en las que hemos aprendido de lo que consideramos errores, siempre resaltando la importancia que ha tenido el proceso venezolano, que inició una etapa de cambio en la región».
«Piense que con todas las críticas que han caído sobre él, ha ganado nueve elecciones seguidas. Dirán que es por el dinero del petróleo, ¿pero qué hicieron los otros gobiernos en los 80 cuando el petróleo estaba más alto que hoy?», reflexionó Correa.
Por otra parte, el jefe de Estado ecuatoriano dijo que confía en un triunfo del oficialismo en las elecciones del próximo día 30 para elegir los integrantes de una Asamblea Constituyente, cuerpo al que pondrá a disposición su cargo como presidente.
«Creo que vamos a ganar. Y pondré mi cargo en manos de la Asamblea. Si el pueblo considera que no debe acompañarnos en este proceso, me voy a mi casa», aseguró.
Correa declaró que no pretende que una nueva Constitución ecuatoriana contenga una mención explícita al «nuevo socialismo» pues su gobierno no está «pensando en un país que dure cuatro años, como el mandato presidencial, sino para todo el milenio».
«Los que sí estarán (en la Carta Magna) serán los principios fundamentales sobre los que queremos que se constituya nuestro país. Y como la tradición del Ecuador es profundamente humanista, coincide con lo que nosotros llamamos Socialismo del Siglo XXI, que es humanista», señaló.
Estos principios, sostuvo, incluyen «la defensa de los derechos fundamentales del hombre, la defensa del medio ambiente, la necesidad de un sistema económico que defienda la producción y el empleo».
Correa explicó que el «socialismo del siglo XXI» consiste en «superar esa falacia de que el individualismo es el gran motor de la historia» pues es «la acción colectiva» la clave de «los casos exitosos de sociedades».
«Yo no voy a negar el rol del mercado, pero una cosa es la sociedad sometida a sus deseos y otra distinta es que los mercados se sometan a los Estados», añadió.
Correa estimó que uno de los «errores del socialismo tradicional» fue «creer que había un modelo y que debía aplicarse a todos los países, como si hubiera un manual».