Las velocidades de transmisión de datos que están disponibles para los costarricenses a partir de esta semana van desde los 512 kilobits y los megabits, y tendrán un precio de entre los 29 y 244 dólares mensuales por uso ilimitado.
El objetivo del proyecto es atraer a un público con demandas de internet de banda ancha y a aquellas empresas y hogares que por diversos motivos no puedan contar con conexiones convencionales telefónicas o de cable módem.
Además, en los próximos meses, Racsa podrá transformar la señal WiMax en WiFi, con lo cual, los usuarios podrán contar además con una red inalámbrica en sus hogares y oficinas que podrá ser utilizada por computadoras, teléfonos móviles y agendas electrónicas.