- En junio del 2006, durante gobierno de Zelaya, se adoptó similar medida, pero en esa ocasión por tráfico de pasaportes
Según los planes del Departamento de Estado la emisión de visas será para casos de urgencia y algunos casos especiales de inmigrantes.
Ian kelly, portavoz del departamento de Estado, informó que la decisión de Washington buscaba respaldar una misión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA) que el lunes y martes intentó convencer al gobierno de Micheletti a que aceptará el regreso al poder de Zelaya para cumplir el Acuerdo de San José, redactado por el presidente costarricense Oscar Arias.
Kelly indicó que Estados Unidos «está llevando a cabo una revisión completa de nuestra política de visas en Honduras».
Washington ha mantenido la política de reconocer a Zelaya y pretende su reinstalación en el poder, colocándose la Casa Blanca en la misma dirección de Hugo Chávez, el líder antiimperialista de la Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba) y cuya meta es derrotar al «imperio yanki».
![]() | Es la segunda medida que adopta Estados Unidos contra Honduras, antiguo aliado en política exterior y que justamente Zelaya renunció a la misma para acercarse al izquierdista de Chávez. La primera medida estadounidense contra Honduras fue cuando acordaron suspender 16 millones de dólares de asistencia militar para las Fuerzas Armadas hondureñas. |
Retórica
Pero para algunos analistas, la decisión de Washington es otra acción «cosmética» destinada a agradar a la tribuna latinoamericana en la OEA, especialmente el duro sector izquierdista que ruge por el retorno de Zelaya.
La suspensión de solicitudes de visa tiene un efecto restringido en las relaciones de Honduras con Estados Unidos, ya que solamente afecta a los ciudadanos que se atreven a acudir al consulado a tramitar la obtención de una visa de entrada.
De hecho el grueso de la migración de hondureños a Estados Unidos se produce por la vía clandestina, cuando decenas de miles intentan alcanzar territorio norteamericano en forma indocumentada, cruzando para ello tierras y aguas de Guatemala y México.
Y una buena parte de los que buscan llegar a Estados Unidos por la vía clandestina lo logran, son muchos lo que no tienen éxito, pero en general son pocos los que relativamente acuden a las oficinas del consulado estadounidense y pagan unos 120 dólares en los bancos por solicitud de la misma.
Asimismo, continúan vigentes los vuelos comerciales de las compañías estadounidenses y centroamericanas, ya que desde hace años no hay compañías aéreas hondureñas que viajen a Estados Unidos.
| Para muchos expertos en Washington mismo, consideran inviable que la Casa Blanca y el departamento de Estado apuesten a golpes mayores, ya que la administración de Barack Obama está encaminada a relajar el bloqueo comercial con Cuba y más bien buscan fortalecer vínculos comerciales con La Habana, por lo que se vería sin sentido premiar a un país de régimen único de 50 años y castigar a una nación con una «democracia vibrante y sana» como la hondureña, que incluso en noviembre acudirá a sus octavas elecciones presidenciales sucesivas, sin contar las que convocaron a la constituyente a inicios de los 80 del siglo pasado. | ![]() |
Segunda ocasión
Pero la medida estadounidense no es la primera vez que ocurre, ya que se aplicó en junio del 2006 cuando Washington anunció la suspensión del visado ante el tráfico de documentos oficiales que se dio a inicios de la administración Zelaya.
En ese momento la preocupación de Estados Unidos era “por la facilidad con que personas que no llenan los requisitos obtienen documentos hondureños”, con los que después ingresan a ese país.
La obtención de pasaportes por mafias preocupó a Washington que lo llevó a tomar dicha medida de suspender la solicitud de visados, tal como ocurre ahora, solo que en esta ocasión se trata de una medida de presión política para lograr imponer sus posiciones, en este caso el regreso de Zelaya, algo a lo que se opone la gran mayoría de hondureños.
El 16 de junio del 2006 el entonces presidente Zelaya criticó la medida de Washington calificándola de «Arbitraria y grosera».
![]() | “Aquí hay gente honesta, gente trabajadora, gente que necesita ir a Estados Unidos a hacer uno u otro trámite, entonces es una medida arbitraria y grosera la que han tomado”, declaró Zelaya en ese momento a los periodistas. En esta ocasión el destituido mandatario no ha tenido la misma posición e incluso sus partidarios alabaron la medida de Washington. |
Renegado
Ahora Washington reniega de su relación con Honduras y parece más interesado en alabar a Chávez y sus socios de la Alba y para lograr su contención parece dispuesto a sacrificar a los hondureños para colocarlos en la «órbita chavista».
Lo curioso de la nueva relación es que Honduras alberga la única base que Estados Unidos mantiene en Latinoamérica, la de Palmerola que es sede de la Fuerza de Tarea «Bravo» y donde más de 600 soldados norteamericanos se encuentran destacados permanentemente, mientras Ecuador los expulso de Manta.
| Ante su salida de Manta, por disposición del presidente albista Rafael Correa, Washington busca tener acceso a bases colombianas, pero lo anterior ha desatado la ira de los gobiernos izquierdistas sudamericanos, desde Chávez a los moderados Lula da Silva y Michelle Bachelet de Brasil y Chile respectivamente. Chávez incluso ha calentado el ambiente y ha disparado los «tambores de guerra» con tal de impedir que soldados estadounidenses se instalen en Colombia para luchar contra las actividades del narcotráfico. | ![]() |











