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Crisis económica no es obstáculo para disfrutar de una larga semana de vacaciones

Tegucigalpa – La grave crisis económica que afecta al mundo, y principalmente a los países pobres como Honduras, no ha sido obstáculo para que miles de hondureños tomen sus maletas y se dispongan a disfrutar de la semana de vacaciones otorgada por el sector oficial de este país centroamericano.
 

Tampoco es obstáculo el pésimo estado de las carreteras, principalmente la del Norte, que está en proceso de reconstrucción, ni las inclementes temperaturas, que han alcanzado los 39 grados centígrados en Tegucigalpa, y 41 grados en algunas regiones de la zona norte y sur del país.

Tegucigalpa es el mejor ejemplo. Miles de capitalinos abarrotaron desde el fin de semana anterior las terminales de transporte interurbano, para iniciar el largo periplo de las vacaciones de verano.

El norte, el sur, el oriente y el occidente. No importa el lugar. Lo importante es dejar de lado la rutina diaria, los problemas económicos, la falta de empleo, y prepararse a disfrutar de las cálidas aguas de los mares, ríos, quebradas que cruzan el país.

Tegucigalpa está casi despoblada. Han desaparecido, aunque sea por unos días, los traumáticos congestionamientos viales en sus principales calles y avenidas.

La densa capa de humo que cubre la ciudad y las inclementes temperaturas son soportadas por un fuerte grupo poblacional que ha decidido quedarse en la ciudad, por diferentes razones.

Quienes se quedan tienen varias opciones para disfrutar la semana santa en la ciudad, una de ellas, y quizá la más importante, las celebraciones de la iglesia Católica.

Las autoridades han redoblado las operaciones de seguridad a nivel nacional. Al menos 100 retenes se han colocado a nivel nacional, según un alto funcionario del Ministerio de Seguridad.

Unas 20,000 personas se unirán a la operación “Verano Seguro”.

La secretaría de Turismo, por su parte, proyecta para esta época un crecimiento en los índices de turismo de al menos 7,8 por ciento, en comparación con el año anterior.

Según esas proyecciones, el flujo total de visitantes para el período de la semana santa del año 2009 llegaría a los 2,2 millones de veraneantes.

“Esto incluye a todos los hondureños que se movilizan hacia sus lugares de procedencia en su mayoría, o a las playas de ambas costas, los cruceristas y los turistas centroamericanos que vienen atraídos por las bellezas naturales de Honduras”, dijo la institución en un comunicado.

Según analistas económicos y políticos, el desinterés de los hondureños frente a la crisis, es compartido por las autoridades gubernamentales, las que también se fueron de vacaciones sin haber aprobado un plan anticrisis y el presupuesto general de ingresos y egresos de la nación.

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