Tegucigalpa – Bajo el titular “Hasta pronto Honduras”, Diario Tiempo, oficializó este martes su cierre, al menos temporal, por lo que a partir de mañana miércoles ya no circulará más.
Los empleados de Diario Tiempo en San Pedro Sula, ciudad donde se edita el tabloide, se reunieron desde horas de la noche del lunes hasta la madrugada de este martes e hicieron un video para que sus lectores les recuerden.
Tiempo es un diario hondureño que fue fundado el 7 de noviembre de 1970 en la ciudad de San Pedro Sula, departamento de Cortés, su lema: «El Diario que se lee primero», es uno de los periódicos de mayor tiraje en Honduras y además posee en la Web su versión digital, como de una sección deportiva internacional y nacional denominada «Cronómetro».
El rotativo es una de las empresas relacionadas al Grupo Continental, cuyos dueños, la familia Rosenthal, son señalados por Estados Unidos por prestar servicio de lavado de dinero procedente del narcotráfico lo que llevó a la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS), a declarar una liquidación forzosa del Banco Continental.
Desde entonces y con los aseguramientos de las autoridades hondureñas de bienes y activos de la familia Rosenthal, Diario Tiempo, se vio en problemas a tal grado que no existe dinero para pagar a los empleados ni para cubrir los costos de la edición, tiraje y circulación del rotativo.
A continuación Proceso Digital reproduce los argumentos expuestos por Diario Tiempo en su última publicación cuyo titular principal es: “Hasta pronto Honduras”:
TIEMPO, el Diario de Honduras, se ve en la dolorosa situación de suspender temporal su entrega diaria al público que, generosamente por 45 años, nos ha favorecido con atención y su lealtad a nuestra labor informativa y de opinión. Las circunstancias que obligan esta suspensión son de la mayor gravedad en lo que importa a la libertad de expresión, al desarrollo de la comunicación social y a la democracia en nuestro país, al grado de constituir un caso atípico en el mundo occidental. Es consecuencia de una asfixia económica, en primer lugar, debido a que TIEMPO, desde su fundación, surgió como un medio de comunicación corporativo, estrechamente vinculado a la formación de un grupo empresarial netamente hondureño, precisamente para garantizar su independencia y, desde esa plataforma, trabajar por el desarrollo político, económico, social y cultural en nuestra Patria. Lo que ha significado su fortaleza institucional a lo largo de casi medio siglo de presencia diaria en la vida nacional, es decir su naturaleza corporativa, ha tornado a ser su principal obstáculo ante el zarpazo descargado al Grupo Continental y el bloqueo de sus cuentas en el banco y de las empresas subsidiarias de su base publicitaria, o sea la vena yugular para el sostenimiento económico y laboral del medio. De modo que resulta imposible la obtención de los insumos indispensables para la impresión (papel, tintas, refacciones y repuestos), así como el pago a proveedores y servicios. Asimismo, impide de manera muy penosa el pago de los sueldos y salarios del personal, creándose un problema sumamente grave de derechos humanos. Por efecto de la liquidación forzosa del Banco Continental decretada por la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS) y el bloqueo de las empresas de Grupo Continental derivado de la actuación de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos (OFAC) y la aplicación de la ley Kingpin, no se pudo ni siquiera desaduanar 412 bobinas de papel de TIEMPO, ya pagadas y puestas en la empresa naviera norteamericana “Chiquita Logistic Services”. El papel fue devuelto al proveedor Resolute Inc.” Como puede apreciarse, el ahorcamiento de Diario TIEMPO se produce por acciones desproporcionadas del gobierno de Honduras en consecuencia de las sanciones establecidas por el gobierno de Estados Unidos de América. Es un estrangulamiento de carácter histórico, de repercusión mundial, y que ocurre a un medio de comunicación social que, desde su primer día, ha luchado por el desarrollo democrático real, en la defensa de los derechos humanos, por el progreso económico y social equitativo e igualitario, y, denodadamente, contra las dictaduras, el militarismo, la corrupción y la impunidad. La administración de Diario TIEMPO da seguridades de que, en la medida de lo posible, pagará a los empleados sus derechos laborales con los dineros que le adeudan las empresas y el Estado, que constituyen el núcleo de sus anunciantes. Es obligado nuestro agradecimiento a su comprensión y paciencia, firmemente demostrada en estos momentos aciagos. TIEMPO, el Diario de Honduras, no puede menos que expresar su profundamente sentido agradecimiento a nuestros empleados, colaboradores, lectores y anunciantes que, por todos estos años de brega intelectual, nos han acompañado con afecto, pero sobre todo con inmensa lealtad. Hasta pronto, Honduras
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