Washington, – El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, realizó este domingo la acusación más contundente contra China hasta el momento sobre el origen de la pandemia de coronavirus. En una entrevista con la cadena televisiva ABC, el jefe de la diplomacia estadounidense fue preguntado si tenía evidencias de que el virus salió del Instituto de Virología de Wuhan, la ciudad china donde se registró el primer brote, como ha especulado la Administración Trump.
«Hay pruebas enormes de que ahí es donde empezó», contestó Pompeo, que recordó que China «tiene un historial de infectar al mundo y tiene un historial de manejar laboratorios con bajos estándares. No es la primera vez que tenemos al mundo expuesto a virus como resultado de fallos en un laboratorio chino».
Pompeo ahondaba así en las declaraciones de la semana pasada de Donald Trump, al que se le preguntó si había visto pruebas que le dieran «un alto grado de seguridad» sobre el origen del virus en el laboratorio chino. «Si, las he visto», respondió el presidente de EE.UU., que rehusó detallar su respuesta.
Preguntado sobre si el virus había sido creado por el hombre o modificado genéticamente, Pompeo aseguró que «los grandes expertos hasta ahora piensan que ha sido creado por el hombre», aunque el consenso de los científicos es que es de origen animal. Cuando se le recordó que la Oficina del Director Nacional de Inteligencia (DNI, en sus siglas en inglés) asegura que el consenso es que no es de origen humano ni por una modificación genética, Pompeo corrigió sus palabras y dijo que estaba «de acuerdo» con ese análisis.
Pompeo conoce bien el paño de las pesquisas de la inteligencia de EE.UU. Fue director de la CIA y ha sido una de los figuras más agresivas contra China en EE.UU. Esta misma semana, el DNI emitió un comunicado público en el que aseguraba que no había llegado a ninguna determinación sobre el origen del coronavirus y que continuaría con un «examen riguroso» para determinar si la epidemia «comenzó por el contacto con animales infectados o si fue el resultado de un accidente en un laboratorio de Wuhan» (un accidente en un laboratorio con un animal infectado).
Desinformación y ocultación
Pompeo se posicionó con fuerza en la segunda opción y fue más allá: culpó directamente de la pandemia a Pekín. «Esta es una crisis enorme creada por el hecho de que el Partido Comunista de China ha vuelto a las andadas, al tipo de desinformación y ocultación que hacen los regímenes autoritarios», dijo. «El Partido Comunista de China tuvo la oportunidad de prevenir esta calamidad que le ha caído al mundo», reiteró Pompeo, que añadió que si los científicos implicados en el brote hubiera trabajado en EE.UU. «se hubiera apagado esto».
¿China propagó el virus de forma intencionada? «No tengo nada que decir sobre eso», se limitó a decir Pompeo, que protestó por la negativa de China a permitir la entrada de científicos de EE.UU. o de la Organización Mundial de la Salud a los laboratorios de Wuhan.
La Administración Trump combate las críticas sobre su reacción tardía, tibia y descoordinada a la epidemia de coronavirus, y ha señalado a la OMS, a la Administración Obama o a la falta de preparación de los gobernadores de los estados como responsables de que EE.UU. sea el país más afectado del mundo, con más de 1,1 millones de contagios y casi 67.000 muertos. Al comienzo de la crisis, Trump alabó la «transparencia» de China en su reacción a la epidemia, pero en las últimas semanas su Gobierno ha avivado sus críticas a Pekín y las palabras de Pompeo el tono de EE.UU. sobre la responsabilidad de la crisis.
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