Tegucigalpa- Los conductores de autobuses que prestan el servicio denominado ejecutivo o “rapidito” que cubren la ruta de la colonia Cerro Grande paralizaron este lunes sus unidades por falta de seguridad y en protesta por las sanciones y suspensión de las licencias por parte de las autoridades de la Policía de Tránsito.
Los transportistas determinaron aparcar las unidades en la terminal de buses ubicada en la aldea Cerro Grande con el objetivo de realizar la protesta.
Cientos de personas se encontraban en la zona en la espera que se reanudará el servicio, sin embargo los transportistas señalaron que son víctimas constantes de asaltos y cobro de extorsión.
En ese sentido, los manifestantes pidieron a la población comprensión, asimismo, a las autoridades de seguridad protección.
En lo que va del presente año 162 transportistas han perdido la vida a nivel nacional, según datos del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH).
Igualmente, en los últimos meses se reportan contantes quemas de unidades de transporte.
Asimismo, arguyeron que no aguantan a los policías de Tránsito aplicándoles constantes esquelas y hay varios conductores que tienen suspendida la licencia por seis meses por lo que no pueden llevar el sustento a sus familias.
Los dirigentes del transporte, señalaron que los conductores que antes trabajaban en las unidades han dejado las mismas porque temen por sus vidas, por lo que se han contratado a jóvenes conductores ya que la misma ley establece que deben de tener una licencia pesada para poder conducir las unidades.
“Nos vemos con la dificultad que estos conductores no pueden sacar las licencias porque la ley no se los permite porque no cumplen los requisitos, pero tampoco podemos tener paralizadas las unidades ya que se le tiene que dar el servicio a la población”, señaló el dirigente del transporte Jorge Lanza.
No obstante, el titular de la Dirección Nacional de Tránsito, subcomisionado Leonel Sauceda Guifarro, reiteró que el problema se va a terminar hasta que los conductores aprendan a respetar la ley y no cometan abusos poniendo en peligro la vida de los usuarios.