Tegucigalpa – El expresidente de Honduras, Porfirio Lobo Sosa (2006-2010) dijo la noche de este domingo que cinco personas se reunieron en Casa Presidencial para entregar a su esposa y exprimera dama, Rosa Elena Bonilla de Lobo a la MACCIH.
Lobo compareció en el programa de debates de la televisión 30/30 que dirige el periodista Edgardo Melgar y de entrada señaló a cinco personas que desde la sede del Poder Ejecutivo planificaron el caso de la exprimera dama como un eslabón para acallar otras situaciones.
En Casa de Gobierno se reunieron cinco personas y allí se determinó “entregarle algo a la MACCIH”, y “allí acordaron entregar a mi Rosa”, reveló el expresidente Porfirio Lobo, al referirse al caso de su esposa Rosa Elena Bonilla de Lobo acusada por supuestos actos de corrupción.
La Misión de Apoyo Contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (MACCIH), es un ente adscrito a la OEA, y que de acuerdo con un convenio con el Estado colabora con el Ministerio Público para llevar casos considerados de gran impacto en el país.
¿Esas cinco personas que estuvieron en Casa Presidencial lo han llamado?, le consultó el periodista Melgar a lo que Lobo respondió: “No, ninguno. Me llamaron para el cumpleaños, (y) cuando se murió mi hijo, pero ahorita no”, externó, para luego reflexionar e indicar que la conciencia les acusa, según su expresión.
A la pregunta si le ha molestado la imagen de Rosa Elena “enchachada”, el exmandatario manifestó que “eso fue duro, pero vamos a ver muchos más, no se preocupe, aquí debe haber justicia. Cuando la ley de usa para otros fines eso es lo incorrecto”.
Luego se tomó unos minutos para leer el poema del intelectual alemán Bertolt Brech “Y por mi vinieron…” y una vez finalizado esa lectura nuevamente recalcó “allá quién quiera entender, por esa razón no se deben impulsar las injusticias como medio para lograr objetivos políticos o de cualquier fin, eso no es legal”.
Más adelante señaló la actuación de la jueza y fue en ese momento que fue interrumpido por el abogado Julio Ramírez que lo acompañó en el plató televisivo, y este detalló que la togada fue asistente del fiscal de Ufecic, Luis Javier Santos.
La Ufecic es la unidad del Ministerio Público a cargo de los casos de gran impacto y trabaja los mismos con la MACCIH.
Respecto a los 12 millones de lempiras o títulos que fueron encontrados en su vivienda, el expresidente externó que tras el juicio que se siguió en Nueva York a su hijo Fabio Lobo, condenado por narcotráfico, y ante declaraciones de un fiscal estadounidense, tanto las cuentas a su nombre, como las que se encontraban registradas a favor de su esposa Rosa Elena fueron cerradas, lo que les llevó a mantener su dinero en efectivo en su residencia.
En ese sentido explicó que no lo escondieron porque tenían el respaldo para justificar y explicar su procedencia.
Igualmente Lobo Sosa confesó que durante la operación en la que capturaron a su esposa también quisieron detenerlo a él.
Fue enfático al manifestar que su patrimonio tiene un origen centenario y que procede de un tío abuelo. “No soy rico, pero tengo lo suficiente para vivir y explicar la procedencia de las cosas, su origen licito, mi negocio en el que he lotificado cientos de manzanas de tierra, además que he sido un agricultor que conoce y hace bien su oficio”.
El expresidente abundó en detalles para explicar sus más de 40 años ligado al trabajo de la tierra y dijo estar abierto a que revisen el origen de sus haberes, igualmente de las propiedades que posee fuera del país.
Más adelante recalcó que va a pelear por sus cosas, manifestó que no es sectario y que sus luchas por los derechos humanos en la década de los 80 le han permitido conservar amistades, que como Ramón Custodio, deben ponderarse con su nombre muy en alto.
“Voy a luchar contra la injusticia y contra quienes trabajan para fines perversos, si a los 70 (años) me toca levantarlo (haciendo referencia al puño), así lo hare… porque siempre práctico artes marciales”, concluyó la expresión, intentando teñirla con una leve hilaridad.
Respecto al estado en que se encuentran sus tres menores que ha procreado con Rosa Elena Bonilla de Lobo, externó que ha intentado explicarles que su madre es víctima “de una injusticia, es la primera dama, pero no será la última dama a la que le van a montar un show”, puntualizó.
A los líderes de su Partido Nacional de Honduras les envió un exhortó “a que hagan lo que es correcto hacer, que no se dejen enredar” y que recuerden que el partido debe guiarse por la doctrina social de la iglesia.
Triste
Dijo sentirse muy triste con lo que le sucede a su esposa, ya que después de haber servido a Honduras no merece eso, porque son temas administrativos que debieron haberse tratado como tal y después hacer lo que establece la ley y la ley debe respetarse.
“No respetar la ley nos va a llevar a un estado que sinceramente yo no quisiese que llegase porque hemos superado muchísimo, así que yo no tengo mucho de qué hablar en contra de algunas cosas, llegaron a mi casa, me dijeron cinco días antes, llegaron a mi casa, hay cosas en la vida que no se olvidan, yo fui presidente de Honduras y llegan a mi casa con mucho respeto los muchachos de la ATIC, muchachos de la Ufecic con mucho respeto”, relató.
Reveló que también llegaron dos extranjeros con un chaleco que en la parte posterior se leían las siglas de la OEA y OAS, que son las de la Organización de Estados Americanos en español y en inglés, a quienes expresó que todo está bien, pero que a él le ofende como expresidente de Honduras que dos extranjeros lleguen a su residencia, eso choca.
Recordó un caso que ocurrió en la década de los ochenta cuando venía del departamento de Olancho y en un operativo que se realizaba en el sector de La Venta y estaban ciudadanos estadounidenses y aunque no tiene nada contra ellos porque le han ayudado a combatir el narcotráfico y el crimen organizado, pero ese momento de ese registro por parte de dos extranjeros no lo puede olvidar.
Tampoco olvidará cuando a su casa llegaron dos extranjeros, uno de El Salvador y uno de Colombia con quienes dialogó, pero eso no lo puede olvidar porque considera que es irrespetuoso para los nacionales.
Considera que ellos pueden hacer mucho por Honduras, pero cree que la culpa la tienen los hondureños que cree que se está presionando para que el éxito que puede tener la MACCIH, se basa en la mayor cantidad de políticos que puede meter presos y eso no está bien pues la labor de ellos puede ser mucho más amplia y profunda para realmente dejar huella en el país.
“A mí como hondureño, y más como olanchano, me siento profundamente ofendido porque a mi casa que me vayan a revisar dos extranjeros, eso es ofensivo, me sentí muy mal y eso se los dije a ellos, se los expresé con mucho respeto porque fuimos tratados en casa con mucho respeto”, acotó.
