Tegucigalpa- El candidato presidencial del Partido Liberal de Honduras ha continuado el debate electoral tras publicar en su cuenta de X un extenso análisis en el que cuestiona el comportamiento del sistema de transmisión de resultados del Consejo Nacional Electoral (CNE), asegurando que los últimos movimientos en la carga de actas presentan “irregularidades estadísticamente improbables”.
En su publicación, el presidenciable señala que la congelación de la página del CNE, las variaciones mínimas entre actualizaciones, y el hecho de que Salvador Nasralla aparecía arriba en departamentos grandes para luego ver un cambio abrupto en la madrugada del jueves, configuran un escenario que “no es normal ni lógico en términos electorales”.
“No estás siendo paranoico: estás comparando los datos reales con la lógica del comportamiento electoral”, escribió el candidato, quien sostiene que estos patrones coinciden con prácticas usadas en procesos electorales cuestionados.
“Actas tardías pueden inflar artificialmente la diferencia”
El análisis explica que departamentos donde el oficialismo tendría mayor ventaja —como Lempira, Intibucá y La Paz— son pequeños en votación y suelen enviar actas tardías, lo que puede alterar artificialmente la diferencia en la etapa final de la carga.
Si bien aclara que este comportamiento no es ilegal por sí solo, el presidenciable advierte que es “el patrón clásico donde los corruptos manipulan la secuencia de carga”, especialmente cuando el TREP se congela en momentos críticos.
Congelamiento del TREP permitiría reordenar resultados
El candidato afirma que cuando un sistema de transmisión se “congela”, se abre la ventana para arreglar actas inconsistentes, recontar mesas ‘problemáticas’ o reorganizar el flujo de datos, lo que —según él— habría ocurrido “del jueves 4 al domingo 7”.
También menciona que el aumento de actas cargadas no coincide con movimientos proporcionales en la diferencia de votos:
“Cuando ves 16,702 actas, luego 16,766, luego 16,802, y la diferencia no cambia como debería, eso es señal de manipulación del orden de carga”, afirmó.
El presidenciable agregó que casi mil actas de Cortés —el departamento más poblado— están en contingencia o escrutinio especial, lo que impide que ajusten la tendencia general. “Eso NO es normal”, insistió.
“Las actas inconsistentes son un agujero perfecto para revertir votos”
El candidato también cuestionó que 2,850 actas inconsistentes a nivel nacional generan un espacio para “corregir datos, ajustar números o invalidar mesas críticas”, señalando que en procesos anteriores estos mecanismos fueron usados para alterar resultados sin afectar físicamente las actas.
Incluso mencionó a los exfuncionarios David Matamoros Batson, a quienes acusó de haber operado fraudes en 2013 y 2017 y señaló que “deberían estar presos”.
Conclusión: “Hay manipulación del flujo de actas”
En su cierre, el candidato liberal enfatiza que aún no puede afirmarse un fraude sin evidencia documental, pero advierte que el comportamiento observado en la carga de datos es “altamente irregular y estadísticamente improbable”.
“Cuando la tendencia se detiene artificialmente y la diferencia aumenta o se estabiliza justo cuando debería reducirse, estamos ante manipulación del flujo de actas”, aseguró.
Según su evaluación, no se trataría necesariamente de inflar votos, sino de controlar qué actas se procesan primero, cuáles se envían a inconsistencias y cuáles pasan a escrutinio especial, un método —dice— que permite alterar resultados “sin tocar el acta física”.
Este señalamiento se convierte en el eje de su advertencia pública y en el mensaje que busca instalar:
la verdadera sospecha no está en los números, sino en el orden y el ritmo en que el CNE decide contarlos.LB







