Tegucigalpa- La diputada suplente Claudia Ramírez rechazó de manera enérgica la adhesión de Honduras al Tercer Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), relativo a un procedimiento de comunicaciones, asegurando que su aprobación significaría “ceder la soberanía nacional a organismos internacionales”.
“Aceptar este protocolo es entregar la soberanía de nuestra niñez a organismos internacionales. Ningún comité extranjero debe decidir cómo educamos o cuidamos a nuestros hijos”, expresó Ramírez.
La legisladora advirtió que el acuerdo “abre la puerta a ideologías ajenas que chocan con nuestra cultura, familia y valores” y que, bajo el pretexto de proteger derechos, “podrían imponernos tratamientos, agendas o políticas contrarias a nuestras leyes”.
“El futuro de los niños hondureños debe definirse en el Congreso, no en un escritorio en Ginebra. Ratificar este protocolo sería entregar el futuro de nuestros hijos a manos de personas que no conocen nuestra cultura, nuestras tradiciones ni nuestros valores”, señaló.
Ramírez recalcó que la patria potestad y la soberanía deben prevalecer, por lo que la protección de la niñez debe ejercerse “con nuestras propias leyes y con el consenso de nuestro pueblo, no con la imposición de un comité internacional”.
En la votación, las bancadas de oposición del Partido Liberal y Partido Nacional se unieron para rechazar la adhesión al protocolo. Desde el oficialismo, sin embargo, se acusó a la oposición de “negar a la niñez hondureña un mecanismo de protección internacional” al bloquear la ratificación.
El debate continúa abierto, mientras sectores sociales y políticos se dividen entre quienes defienden el valor del protocolo como una herramienta de protección y quienes, como la congresista Ramírez, lo consideran una amenaza.LB