Según el reporte, emitido por Óscar Padilla, cónsul de Guatemala en Arizona, once de las víctimas eran mujeres y diez hombres, todos procedentes del interior del país.
La cifra de fallecidos en lo que va de 2007, supera las catorce muertes de inmigrantes guatemaltecos reportadas en todo el año 2006 en ese desierto, utilizado como puerta de ingreso a los Estados Unidos por miles de indocumentados.
El embajador de Guatemala en Estados Unidos, Guillermo Castillo, en declaraciones citadas por el diario, explicó que la principal causa de muerte de los inmigrantes son las altas temperaturas que se padecen en ese lugar, las cuales oscilan entre 45 y 70 grados.
«Muchas personas hacen la travesía sin tener una adecuada preparación física, no llevan suficiente agua y los ‘coyotes’ (traficantes de indocumentados) las dejan tiradas en el camino», explicó el diplomático.
Castillo agregó que «el endurecimiento de los controles migratorios (por parte de las autoridades estadounidenses) ha provocado que el riesgo de cruzar la frontera sea mayor, por ello es que los inmigrantes buscan el desierto para llegar a ese país».
Miles de guatemaltecos se aventuran todas las semanas a viajar de forma ilegal a los Estados Unidos, en busca de mejores oportunidades de vida, a pesar de los cada vez mayores riegos de ser detenidos en el camino, o morir en el intento.
La viceministra guatemalteca de Relaciones Exteriores, Marta Altolaguirre, señaló que, aunque el gobierno no puede impedir a los inmigrantes viajar de forma ilegal a los Estados Unidos, sí advierte sobre los peligros de esa aventura.
En lo que va de este año han sido deportados por las autoridades estadounidenses más de 15.000 inmigrantes que fueron detenidos en ese país.
Según cifras oficiales, unos 1,3 millones de guatemaltecos, en su mayoría ilegales, radican en los Estados Unidos.







