Tegucigalpa – El ministro de Educación, Marlon Escoto, dio un paso hacia adelante en sus aspiraciones para convertirse en el próximo presidente de la República, aunque dejó claro que lo haría sólo si el Congreso Nacional reforma la Ley Electoral y de las Organizaciones Políticas.
El secretario de Educación salió al paso de las versiones que lo señalan como un potencial candidato a la presidencia de la República, a lo que contestó: “Si reforman la Ley Electoral sí”.
Ante la insistencia de los periodistas que cubren la fuente educativa y específicamente a la interrogante si le gustaría ser presidente del país, el funcionario señaló que “cuando reformen la Ley Electoral vamos a ver”.
Luego añadió: “Soy secretario de Estado en Educación y no lo había ni soñado, quiero apoyar al país desde esta trinchera hasta donde sea posible… y ese tema como no he tenido ese camino ni esa ruta para llegar aquí, no me preocupa ni me llama la atención”.
El funcionario no especificó con qué instituto político buscaría la primera magistratura del país, si es que se logra una reforma en la Ley Electoral.
En tanto, ante la consulta se cree que algunos sectores de la sociedad planifican su salida de la Secretaría de Educación, el funcionario argumentó que “algunos desde que estaban en el Congreso Nacional aspiraban a ser secretarios de Estado en Educación, pero ese no es mi problema, yo estoy aquí por una decisión del presidente; como ha pasado un buen tiempo y todavía no pasa nada, entonces, cada semana aparecen nuevas personas que buscan generar contradicciones donde no las hay.
Remarcó que cada cosa que ha logrado en la vida lo ha conseguido en base a su trabajo.
No piensa en renunciar
El secretario de Educación dijo no tener razones para interponer su renuncia ante el presidente de la República, como ha trascendido en algunos medios de comunicación. “Más bien quiero reconocer la buena relación que tuve con el presidente anterior (Porfirio Lobo) y la relación directa que mantengo con el presidente (Juan Orlando) Hernández”.
Escoto se mostró admirado por el pragmatismo que trabaja el actual titular del Ejecutivo. “No soy un ministro que da problemas, ni que está consultando cada cosa, soy operativo. De esa línea vengo, entonces el resto de cosas que se tejen en torno al trabajo que uno hace para mí nunca ha tenido mayor importancia”, agregó.
Aseveró que “yo no tengo ese cálculo político que algunos sí lo tienen y que van buscando la forma de contradecir o buscar otra versión que es diferente al compromiso que el presidente tiene”.
Seguidamente interrogó: “¿Cuántas veces han dicho que me voy en estos tres años?”, a lo que él mismo contestó: “Renunciar no está en mí, primero porque soy un ciudadano hondureño interesado en la nación y segundo que no existe contradicción con el que dirige el país que es el presidente”.
Puntualizó sentirse satisfecho por su gestión en pro de la educación nacional, al tiempo que destacó que a la fecha se contabilizan 142 días de clases y más del 70 por ciento ha transcurrido con satisfacción. “El sistema educativo no sólo cerraba centros educativos, también lo hacía con las ciudades como sucedía en el caso de Puertos Cortés que dos centros paralizaban la economía del país, esos problemas ya no los tenemos”, finalizó el titular de Educación.