– Aún se desconoce el paradero de los prófugos, la mayoría de éstos condenados por delitos graves.
La tarde del martes, ocho reclusos se fugaron de la máxima cárcel del país, uno de ellos fue finalmente recapturado, por lo que autoridades penitenciarias culparon a los efectivos militares, que mantienen un “anillo de seguridad” en la zona, por el suceso.
Ante esa situación, el director de la Policía Nacional, Ramón Sabillón, mencionó que “estamos desligados de la seguridad en los centros penales, aunque brindamos asistencia cuando lo requieren”.
Señaló que la seguridad de las cárceles en el país está bajo la responsabilidad del Instituto Penitenciario, desligada de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas de Honduras, aunque estos últimos mantienen “anillos de seguridad” en las principales recintos penitenciarios.
“La seguridad de las cárceles es del Instituto Penitenciario. Como Policía tenemos colaboración con ellos, pero no responsabilidad directa”, insistió.
Ejemplificó que cuando se producen reyertas o motines en las cárceles, el cuerpo policial presta su colaboración como parte de sus obligaciones.
Militares también se defienden
De su lado, el portavoz de la Policía Militar del Orden Público (PMOP), Santos Nolasco, manifestó que la fuga de siete reclusos de la cárcel de Támara no se produjo por el lado de los torreones como denunció el titular del Instituto Penitenciario, Santos Simeón Flores.
“Son ellos los que realmente tienen que investigar e informar a la población por donde se fugaron estas personas”, afirmó.
El oficial del Ejército dijo que manejan algún tipo de información sobre la fuga masiva producida en la Penitenciaría Nacional, misma que está siendo procesada para obtener datos valiosos que ayuden a dar con el paradero de los prófugos.