Al cumplir primer semestre de gobierno, presidente Hernández dice sentirse mal por aumento de migración de hondureños

Tegucigalpa- Al cumplirse los primeros seis meses de su administración, el presidente de la República, Juan Orlando Hernández, dice sentirse mal por el aumento de la migración de hondureños hacia Estados Unidos.
 

-Hernández tomó posesión como presidente el pasado 27 de enero

– “Se ha avanzado, pero aún falta hacer más”, asegura el mandatario.

“Es una molestia que no es simple, es muy compleja, porque por un lado, el ser humano desea buscar mejores estadios de vida, superar y no hacerlo en su tierra pues obviamente es incómodo”, dijo el mandatario en el programa de debates 30/30 que dirige el periodista Edgardo Melga.

Hernández, quien tomó posesión como presidente el pasado 27 de enero, indicó que erradicar el problema de la migración, es un proceso que se tiene que construir. “Lo positivo para mí es que por décadas veníamos los países latinoamericanos exigiendo de los vecinos del norte, principalmente de Estados Unidos y Canadá, que este problema, no es sólo la migración, sino que se produce por violencia, narcotráfico, tráfico de armas, tráfico de dólares y es una red de la misma gente”.

Para Hernández, “ese problema requiere que todos seamos responsables, es decir una responsabilidad compartida, pero diferenciada; ya que por ejemplo las drogas tienen su producción en el sur y el consumo masivo en el norte, con el agravante que en esta zona las drogas son mayormente por salud, pues ellos lograron separar y controlar la parte violenta”.

Agregó que lamentablemente ha existido un gran problema de trata de jóvenes mujeres y les pidió ayuda a las autoridades de Estados Unidos. “Tienen un pié aquí, pero el otro pié está en Estados Unidos, están bajo su jurisdicción aquí, entonces no pueden ustedes cerrar los ojos”, apuntó Hernández quien aseguró que en la visita que hicieron los mandatarios del Triángulo Norte la semana pasada a Estados Unidos, eso quedó claro y aceptado por los líderes del Congreso.

Enfatizó, que la población no percibirá cambios en el país hasta que sienta seguridad, ya que queda un remanente en la mente de zozobra y temor, pero este es un proceso mediano y largo plazo.

La ayuda de Estados Unidos en esta problemática ha sido básicamente con un escudo marítimo en conjunto, la Fuerza Naval Hondureña y la guardia costera del Comando Sur; el resto del trabajo es un esfuerzo propio de autoridades y organizaciones hondureñas, acotó.

Comentó que su esposa, la primera dama, Ana García de Hernández, le dijo que es “injusto, nosotros queriendo ver cómo atender la gente y allá en Estados Unidos, cierta gente les dice los mandamos porque su presidente y su primera dama, los quieren de regreso, no quieren que vengan acá; cuando nosotros queremos apoyarlos, pues esa gente viene destrozada y nosotros estamos tratando de construir oportunidades tanto en el campo como en la ciudad”.

Aseveró que muchos niños se mueren en el camino, la mayoría de adultos quedan sin dinero por el viaje, se enferman y por muchas razones más, ya no quieren que los hondureños salgan del país con ese propósito.

El mandatario puntualizó que gran parte de la migración es por causa de la falta de claridad y ambigüedad del mensaje de Estados Unidos con respecto a la reforma migratoria, entonces los coyotes (personas que trafican con personas), aprovecharon eso y empezaron a decirle a la gente que si llevaban un niño pequeño en brazos, los dejarían entrar y así engañaron a varias familias hondureñas.

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