Tegucigalpa – El jefe de la Región Metropolitana de Salud del Distrito Central, Harry Bock, consideró que la habilitación del sector transporte inquieta ante un posible aumento de casos de COVID-19 en la capital hondureña.
“Es una decisión difícil, nos mantiene inquietantes a toda la región metropolitana por el trabajo arduo que hemos estado aplicando con las brigadas casa en casa junto con los triajes”, manifestó Bock.
Deseó que la decisión de las autoridades no tenga mayores en la incidencia de casos de COVID-19. “Esperemos no lamentar más tarde el reinicio de operaciones en transporte”, anheló.
El funcionario de la salud expuso que la situación actual de la capital hondureña sobre la pandemia es de “leve calma” debido a la disminución en el procesamiento de pruebas PCR por problemas de insumos y logística.
Igualmente, añadió que la gente circula en la calle con un pensamiento de que la pandemia ya no existe.
Bock comprendió las necesidades de los empleados de transporte en cuanto a las pérdidas que han tenido durante la pandemia, pero que es una decisión arriesgada su reactivación. “El problema es que vamos ascendiendo y llegamos a una situación de meseta en la que puede ser peligroso porque puede aumentar la incidencia de casos”, aseveró.
En cuanto a las pruebas PCR, el encargado de la región de salud del Distrito Central señaló que la meta es realizar diariamente 60 pruebas en cada uno de los triajes, enviarlos al Laboratorio de Virología, tener los resultados dentro de cinco a seis días, retornar los resultados y seguir con el procedimiento de recuperación. (ag)
