Tegucigalpa – La Sala de Apelaciones de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), declaró con lugar la recusación interpuesta por el Ministerio Público para que el magistrado Víctor Manuel Lozano Urbina desista de conocer el proceso judicial incoado contra el vicepresidente del Consejo de la Judicatura, Teodoro Bonilla, acusado por tráfico de influencia y abuso de autoridad en el caso conocido como Shalom.
El 10 de octubre estaba programada la audiencia de imputado contra el vicepresidente del Consejo de la Judicatura, Teodoro Bonilla, pero la misma se suspendió porque la Fiscalía presento una recusación contra Lozano Urbina, alegando relación íntima entre ambos.
Bonilla es acusado por tráfico de influencias en perjuicio de la administración pública luego que presuntamente habría aprovechado su cargo para favorecer a un familiar enjuiciado por delitos de crimen organizado.
La decisión de la Sala de Apelaciones obliga al pleno del Poder Judicial a nombrar un nuevo juez natural para que conozca la causa contra el vicepresidente del Consejo de la Judicatura.
La Fiscalía presentó un requerimiento fiscal en contra de Teodoro Bonilla, por el supuesto delito de tráfico de influencias en un caso que se desarrolló en 2014.
Según el ente acusador, el caso se inició luego que en enero del 2014 la Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico (DLCN) capturó a Carlos José Fúnez Cáceres, Carlos Roberto Bonilla y Denis Donaldín Bonilla, éste último pariente del funcionario, y quienes fueron acusados por los delitos de almacenamiento de armas comerciales, armas prohibidas y municiones comerciales y lavado de activos.
Bonilla, de acuerdo al requerimiento fiscal, habría intercedido ante la jueza y la magistrada para favorecer procesalmente a los imputados.
Recientemente se divulgó una plática privada entre Bonilla y Lozano, en la que ambos personajes abordan distintos temas judiciales e incluso se refieren peyorativamente a compañeras de ese poder del Estado.
