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Zelaya con mínimas opciones de regresar al poder

Tegucigalpa – Y el destituido Manuel Zelaya salió con una amplia sonrisa, tras su reunión con la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, para anunciar que Estados Unidos suspendería la ayuda no humanitaria y el no reconocimiento a las elecciones en Honduras en las actuales condiciones.
 

* Washington anunció medidas que fueron las últimas para doblegar a Honduras y aceptar la imposición de un retorno al poder del ex mandatario


* El «arsenal» norteamericano se agota y queda suspender la ayuda humanitaria como la entregada a hospitales o programas sanitarios


Fue el mayor premio político logrado tras dos meses de separación. Ahora la pregunta es que hará después.


Washington y la comunidad internacional acaban de quemar sus últimas opciones referentes a imponer su criterio al pueblo hondureño, que consiste en imponer el regreso de Zelaya al poder.

Washington anunció con fanfarria el fin de una «amplia gama» de ayuda a Honduras, 28 millones de dólares según la ministra de Finanzas Gabriela Núñez y la ruina económica para unos 20,000 campesinos, con el fin de presionar al gobierno de Roberto Micheletti para que ceda a los deseos estadounidenses de que Zelaya regrese al poder.


Además del fin de la ayuda económica no humanitaria, la secretaria Clinton también accedió a retirarles las visas a los funcionarios de Micheletti y las personas que le apoyan.

Medidas esperadas

Pero el ‘arsenal» disparado ayer por Washington, celebrado a todo lo alto por Zelaya y sus seguidores, no estremeció en lo mínimo al gobierno, ya que la medida era esperada, tras las enormes presiones recibidas por Clinton de parte del ala izquierda de su partido Demócrata y los mandatarios izquierdistas latinoamericanos.


La administración Obama está utilizando a Honduras como moneda de cambio para lograr apaciguar al bloque izquierdista de su partido y de los gobiernos latinoamericanos y evitar ser atacados políticamente.


El ala izquierda de los demócratas ha instado a la secretaria Clinton a declarar los hechos en Honduras como un «golpe militar», algo a lo que todavía se niega la administración Obama.


De manera que las medidas anunciadas por el portavoz de Clinton, Ian Kelly, no representan ninguna novedad, ni significan el fin de Honduras.

Pero si representan el fin de las medidas que tiene a su disposición Washington, a menos que busque también cortar la asistencia humanitaria.


Además de atacar a Honduras, la administración Obama también hizo otro gesto el jueves para la tribuna izquierdista demócrata y latinoamericana al flexibilizar los viajes y el envío de remesas a Cuba.

El departamento del Tesoro estadounidense anunció en Washington que los viajeros pueden visitar a sus familiares sin restricciones y enviar hasta 179 dólares diarios.


Futuro

Asimismo, Zelaya se alegra porque la tesis del gobernante venezolano Hugo Chávez de no reconocer las autoridades que salgan electas de las elecciones generales del 29 de noviembre fueron adoptadas por la Casa Blanca.


Efectivamente Kelly dijo que «en este momento, no podríamos respaldar el resultado de las elecciones que están convocadas», en Honduras.

«Las elecciones deben realizarse de forma libre, justa y transparente. No deben llevarse a cabo bajo la sombra de la duda y deben estar abiertas a todos los hondureños», apuntó el portavoz estadounidense.


Desde que Zelaya fue removido, Chávez anunció que no reconocería las elecciones y sus ganadores y su tesis fue siendo adoptada por el bloque izquierdista latinoamericano, al cual Washington se plegó.


Pero las autoridades hondureñas reafirmaron que las elecciones generales del 29 de noviembre serán realizadas sean «reconocidos o no» por la comunidad internacional.

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