
Yo le pregunto a ella,
De qué estrella se cuelga
A donde le cabe tanto amor
Porque tan grande es su corazón
Ella es como columna inquebrantable.
Madre de mi vida, como lumen deseable
Eres vida, ternura., canto y desvelo
Sin miedo, te dedico este verso.
Entre lágrimas recuerdo su voz
Entre alegría y nostalgia estás presente.
No te vas, vives como siempre
Única, bella, luchadora imagen de Dios.
Eres el recuerdo vivo de primer acto.
Vi tus risas y lágrimas cuando olvidé
Más cuando bajé me abrazaste
Y sin reproches mi ego elevaste.
No hay musa más bella que la de ella.
No hay llanto más tierno y sincero
Es mi madre, yo su hijo predilecto.
Ella está en mis días y en mis sueños.
Ella no está físicamente, pero me rodea.
Camina conmigo y la siento a mi lado.
Su nombre resuena en mi mente,
Y su estrella del cielo cuelga.