Tegucigalpa – La esperada Unión Aduanera entre Honduras y Guatemala que estaba programada para comenzar el 1 de diciembre del presente año, deberá esperar que las cosas se normalicen en el vecino país, auguran funcionarios y expertos en el tema comercial y político.
– Guatemala exporta más de 800 millones de dólares anuales, en tanto Honduras registra menos de 300 millones de dólares.
– Los dos países tienen una población conjunta de casi 25 millones de habitantes y un producto interno bruto combinado de más de 70,000 millones de dólares.

El ahora expresidente es acusado por la Fiscalía y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), un organismo de la ONU, de dirigir una red de corrupción en el ente recaudador de impuestos, en complicidad con al menos 28 personas, incluida Roxana Baldetti, quien renunció a la vicepresidencia en mayo pasado y cumple arresto preventivo por el caso.
Pérez Molina fue enviado a prisión como una medida de arresto provisional que obedece al peligro de fuga y se busca garantizar su vida y que este viernes continúe la audiencia de primera declaración del imputado.
Ante esa situación, expertos hondureños en el tema aduanero, político y de soberanía, estiman que las negociaciones para instaurar una Unión Aduanera entre Guatemala y Honduras sufrirán retrasos normales por la coyuntura del vecino país.
El ministro de Desarrollo Económico, Alden Rivera, admitió que la crisis en Guatemala es probable que haya retrasos en la Unión Aduanera entrev30 y 60 días, de manera que en lugar de entrar en vigencia el 1 de diciembre como estaba previsto, ahora podría ser el 1 de enero o 1 de febrero que el instrumento comercial comience a ejecutarse, según el funcionario.

El convenio, que entraría en vigencia el 1 de diciembre de este 2015, establecía que se habilitarían las aduanas de Agua Caliente y El Florido como las primeras donde funcionaría el esquema de unión aduanera entre ambas naciones, que forman parte del Triángulo Norte de Centroamérica, junto a El Salvador.
Los dos países se comprometieron a iniciar un cronograma de actividades que debe concluir con la vigencia de la Unión Aduanera, mientras se trabaja en el resto bajo la modalidad de aduanas periféricas.
Cambia la forma, pero no el fondo de Unión Aduanera

Agregó que el hecho que se vaya Otto Pérez Molina y llegue un nuevo gobernante a la vecina nación de Guatemala “no debería cambiar en nada el fondo del tratado”.
“Seguiremos en el proceso de la Unión Centroamericana que se tiene que profundizar más.
Precisamente El Salvador analiza adherirse a la unión aduanera porque solo unidos (podemos) salir adelante en esta Centroamérica nuestra, es por eso que no veo como un problema lo que está pasando en Guatemala, al contrario se puede reafirmar con el nuevo presidente que salga electo”, arguyó Mejía Uclés.
El diplomático de carrera dijo que el tema del comercio no puede cambiar, en vista que es dinámico y sobre esa premisa se centra la unión aduanera, es decir que siempre debe existir más actividad comercial y más apertura.
Remarcó que “el comercio trae más democratización de los procesos políticos porque la política y la economía son interdependientes.
Insisto que no creo que lo que pasa en Guatemala incida en el proceso de la Unión Aduanera”.
Auguró que el presidente que resulte electo para gobernar Guatemala en el período 2016-2020, la primera visita que debe hacer es precisamente a Honduras.
“El ejercicio de la unión tiene que preservarse por sobre todas las cosas”, concluyó.
Debe suspenderse la Unión Aduanera entre ambos países

“Es una situación bastante difícil, en estos momentos lo menos importante para Guatemala es seguir con estas negociaciones con Honduras para la Unión Aduanera porque tienen un problema político y social que es de gran magnitud”, aseveró.
El funcionario de la administración del expresidente Ricardo Maduro (2002-2006), reconoció que Honduras tiene un comercio importante con Guatemala tanto en las importaciones como las exportaciones.
Mencionó que la balanza comercial del país es deficitaria en comparación a Guatemala.
Alvarado remarcó que pese a que el problema de Guatemala es político, igual incide en el campo comercial.
“Si la crisis se vuelve mucho mayor, que no es lo que deseamos como países hermanos que somos, obviamente podrían haber repercusiones especialmente en los importadores nuestros que pretenden traer materia primas, así como para los exportadores de productos al vecino país”, indicó.
Dijo que será fundamental seguir el transcurso de los temas políticos en la vecina nación centroamericana, para determinar el desarrollo de la Unión Aduanera. “Aún es prematuro saber qué es lo que va a suceder, habrá que seguir los acontecimientos”.
No habrá efecto en las negociaciones

“Una Unión Aduanera, desde un inicio requiere un arancel externo común, pese a que ambas naciones hayan firmado Tratado de Libre Comercio bilateral, eso hace que la misma se materialice en el corto plazo”, apuntó.
Sin embargo, declaró que el cambio de gobierno en Guatemala “no afecta” las negociaciones aunque sí puede atrasar un poco el proceso en vista de la incertidumbre que genera la inestabilidad política en el vecino país.
“El problema fundamental, independientemente de cuantas reuniones hayan existido, es que los países centroamericanos tienen mucha dificultad para llegar a Unión Aduanera porque dos elementos fundamentales son: un arancel externo común y cómo se distribuyen los impuestos”, reiteró.
El también miembro del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI) aceptó que existe un riesgo que se venga abajo lo avanzado entre ambos países en vista que el problema que influyó en la salida de la vicepresidenta Roxana Baldetti y del expresidente Otto Pérez Molina, tiene que ver con la operación de una mafia aduanera conocida como “La Línea”.
“El nuevo gobierno será mucho más cauteloso hasta que no tenga un programa de restructuración del sistema aduanero que le garantice mayor transparencia, no se van a poder tomar decisiones más amplias”, finalizó.
De momento quedará a un lado la parte comercial

“Me llama la atención que la salida del presidente Otto Pérez tiene que ver con redes de corrupción, conocida como La Línea, tiene que ver esencialmente con el tema aduanero y que sea Honduras con el país que hizo este proceso de Unión Aduanera”, señaló.
Pérez recomendó escudriñar si “La Línea” no salpica a funcionarios aduaneros. “Siempre he creído que la Unión Aduanera entre Honduras y Guatemala no es suficiente porque debería extenderse a todo la región centroamericana”, exteriorizó.
Puntualizó que “se debe buscar que la trascendencia de la Unión Aduanera no sea únicamente bilateral y alcance a todo el istmo”.