En una declaración distribuida por la presidencia sueca de turno, la UE señala que el reenvío de los diplomáticos comunitarios a Tegucigalpa es «un paso importante para apoyar las negociaciones en marcha para restaurar el orden constitucional y el proceso democrático en Honduras».
La UE y la Organización de Estados Americanos (OEA) acordaron esta semana en una reunión en Nueva York la vuelta de sus embajadores a la capital hondureña, ciudad que habían abandonado tras la salida del depuesto Manuel Zelaya.
La medida adoptada tras la entrada de Zelaya en el país, apela al apoyo de los diplomáticos internacionales para hacer avanzar el diálogo sobre el terreno.
Según la información del Gobierno español, el embajador de España ante Honduras, Ignacio Rupérez, volverá al país, de donde salió el pasado 3 de julio, de forma «inminente». España es el líder europeo en la búsqueda de sanciones para Honduras.
Francia también anunció el retorno de su embajador en breve tiempo.
Pese a que el retorno de los jefes de misión europeos a Honduras no implica un reconocimiento al gobierno de Roberto Micheletti, sectores sociales diversos del país coinciden que la señal es positiva porque puede favorecer el diálogo y permitirá a los embajadores tomar el pulso de los acontecmientos locales.
