Tegucigalpa – De acuerdo a denuncias de la dirigencia del transporte urbano en Honduras en tan sólo dos años se pasó de pagar extorsión a dos grupos criminales a siete estructuras extorsivas.
Así lo denunció el dirigente del rubro, Rigoberto Galo, quien detalló que la ruta de Río Abajo-Centro paga siete cobros extorsivos.
Entre tanto, otras rutas pagan a cuatro grupos diferentes, todos los amenazan y ofrecen seguridad al mismo tiempo, señaló.
Consideró que ya no pueden seguir bajo este flagelo, por lo que instó a actuar contra el mismo.
Según estadísticas de este gremio en el 2023 unos 27 colaboradores del transporte han sido asesinados.
Todos los rubros del transporte a nivel nacional pagan al menos 250 millones de lempiras mensualmente por concepto de extorsión, según la dirigencia del rubro.
La extorsión consiste en obligar con violencia o intimidación a otra persona a realizar u omitir un acto o negocio jurídico en perjuicio de su patrimonio o del de un tercero.
En ese sentido, grupos delictivos exigen a los transportistas cobros a cambio de seguridad y dejarlos operar en las rutas ya establecidas.
El actual problema, para los transportistas es que varios grupos imponen este pago y ya se convirtió en una problemática insostenible, por lo que en varias ocasiones han paralizado por días varias rutas.
En la capital hondureña al menos tres rutas se encuentran paralizadas por no poder cumplir con los cobros extorsivos. (RO)
