Tráfico de armas pone acento a la violencia en Honduras

Tegucigalpa – Alrededor de nueve armas diarias son decomisadas en Honduras, según reportes oficiales de las autoridades. Muchos de estos artefactos son fusiles de asalto, con los que se cometen la mayoría de los 13 homicidios que cada 24 horas contabilizan en este país centroamericano.

– La Operación Navidad Segura deja, en cinco días, la incautación de 45 armas, un promedio de nueve diarias.

Las cifras son escandalosas. Más de ocho mil armas han sido decomisadas en los últimos 35 meses, además 74 mil proyectiles de diferentes calibres engrosan estas estadísticas que dispara la violencia.

De este universo de artefactos incautados muchos son de alto poder. Tal es el caso de fusiles M-16, AK-47 y AR-15, así como subametralladora mini Uzi, fusiles FAL y otros.

R15

“Las encomiendas”

En las últimas horas un allanamiento en la colonia Altamira de San Pedro Sula, dejó el decomiso de cinco fusiles AR-15, así como un arma tipo pistola modelo 23 calibre 40, siete guarda manos de AR-15, 10 rompellamas y nueve cargadores de AK-47.

Pese a las tareas de seguridad desplegadas en zonas fronterizas, especialmente con vecinos del Triángulo Norte de Centroamérica, el trasiego de armas parece no encontrar freno, aunque también los grupos antisociales usan “encomiendas” para ingresar estos artefactos al país.

Personeros de la Empresa Nacional Portuaria (ENP), le confiaron a Proceso Digital que cuando hay indicios que en encomiendas vienen armas u otro tipo de proyectiles, inmediatamente asumen el control de la situación un equipo de la Policía hondureña, quienes hacen las gestiones que la ley ordena.

“No hay datos precisos del número de armas o municiones que han logrado ser incautados bajo esta modalidad”, dijo el oficial de la ENP.

Del Occidente al Caribe: el armamentismo, una constante

Es importante también recordar que a mediados de este año se dio cuenta del hallazgo de un buzón de armas en Santa Bárbara, donde además había un cementerio clandestino.

El 75 por ciento de los homicidios, es decir tres de cada cuatro que se cometieron de enero a junio de este 2016, fueron provocados mediante arma de fuego, de acuerdo a datos del Observatorio de la Violencia de la UNAH.

El departamento caribeño de Colón, donde se implementó una ley que prohíbe la portación de armas, los resultados al inicio -allá por 2012- fueron contundentes, sin embargo, la actualidad refleja que la normativa no se cumple y la violencia se ha disparado en la zona.

Ocho mil armas en tres años

El portavoz de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), coronel Santos Nolasco, relató que en cinco días de la Operación Navidad Segura 2016 ya registra 223 personas detenidas, de las que la mayoría son por violencia doméstica, violencia intrafamiliar y portación ilegal de armas.

De las 223 detenciones, 84 son por órdenes de captura. Asimismo, en el mismo período de tiempo se han decomisado 45 armas de fuego, seis de las cuales son de alto poder.

Estas acciones de Navidad Segura dejan la incautación de 225 libras de marihuana y 243 personas han sido requeridas por intentar transitar en forma irregular por suelo hondureño.

“Estamos encontrando armas de alto poder en todo el territorio nacional y eso es parte de los objetivos que tiene Fusina, sacar de circulación de nuestro territorio esos artefactos que pueden causar mucho daño a la sociedad”, apostilló.

Desde que Fusina comenzó operaciones, en enero de 2014, más de ocho mil armas y 74 mil proyectiles han sido decomisados.

¿Se destruyen las armas decomisadas?

En conversación con este medio de comunicación digital, el analista Raúl Pineda Alvarado, reflexionó que uno de los temas que no se aclara es la procedencia de por dónde ingresan estas armas al país. “Sucede a pesar de que existen registros de los Estados Unidos que permiten rastrear e identificar estos artefactos desde el momento que son fabricados”, pero eso no ocurre.

Agregó que “el otro problema es que no existe una campaña de destrucción de armas decomisadas, lo que genera el riesgo que las armas sean recicladas o puestas nuevamente en circulación porque el crimen organizado las paga muy bien”.

El analista hondureño dice que en Honduras hay una transformación en los procedimientos tácticos del crimen organizado y eso hace que el pandillero que utilizaba una chimba sea historia antigua. “Ahora son más sofisticados los instrumentos de muerte de estos criminales”, declaró.

Pineda Alvarado acotó que “el Estado debe dar una respuesta clara de cómo llegan armas de esta cantidad al país o como salen de los arsenales del mismo Estado para fortalecer el crimen organizado”, concluyó el analista.

spot_img
spot_img

Noticias recientes

spot_img
spot_imgspot_img