Tegucigalpa- En enero, cientos de personas, incluyendo menores de edad, salen de Honduras huyendo de situaciones como la violencia y la pobreza, dos de los principales flagelos que afectan al país centroamericano, lo que se convierte en un suicidio migratorio.
Desde octubre de 2018 han salido varias caravanas con miles de centroamericanos, la mayoría hondureños, con el propósito de llegar a Estados Unidos.
Asimismo, miles de migrantes procedentes de Sudamérica, el Caribe, África y Asia, se sumaron a las olas migratorias que salieron de Honduras.
Según datos del Instituto Nacional de Migración el ingreso de migrantes irregulares a Honduras creció un 973.7 % en 2022 en comparación con 2021, y alcanzó la cifra de 188 mil 858.
La mayoría de los migrantes que entraron a Honduras el año pasado procedieron de Cuba con 73 mil 804 viajeros, seguidos de Venezuela con 55 mil 003; Ecuador con 24 mil 525; Haití con 11 mil 517 y Colombia con 2 mil 509, detalla la institución hondureña.
Los restantes 23 mil 020 migrantes proceden de países como África, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Nicaragua, Perú, República Dominicana y Uruguay, entre otros.
Suicidio migratorio
El doctor en psiquiatría, Javier Uclés describió en conversación con Proceso Digital y Departamento 19 el suicidio migratorio como una condición del ser humano que sabe que al salir del país y toma la ruta migratoria se enfrenta a diferentes peligros.
Muchos de los casos de los hondureños que toman la ruta migratoria terminan muertos ya sea en accidentes viales, por ahogamiento o los asesinan.
“A eso le llamamos suicidio migratorio ya que la persona sabe o esta consciente de todos los peligros a los que se va enfrentar y aun así toma la decisión de salir del país y exponerse a los mismos”, detalló.
La migración un derecho no un delito
El director ejecutivo del INM, Allan Alvarenga, dijo que el gobierno reconoce la migración como un derecho y no como un delito.
En ese sentido, dijo que el gobierno ha adquirido el compromiso del pacto mundial por una migración segura, ordenada y regulada que promueve la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Agregó que el INM ha enfocado todas sus acciones para acoplarse a una visión de dar un abordaje integral al tema.
Señaló que los llamados se hacen para que los hondureños no tomen la ruta migratoria por los peligros que se exponen.
Guatemala activa alerta
Las autoridades de Guatemala activaron una alerta amarilla ante la posible llegada masiva de migrantes a sus fronteras del noreste del territorio en los próximos días.
La Policía y el Ejército guatemalteco redoblarán la seguridad en los pasos fronterizos con Honduras, con el fin de evitar el cruce de alguna caravana migrante que se forme en el país vecino, informó el Instituto Guatemalteco de Migración (IGM), según se expone en una publicación de la Agencia Española de Noticias EFE.
Los intentos de cruce masivo de migrantes centroamericanos que buscan llegar a Estados Unidos se intensifican cada enero y podría suceder este fin de semana nuevamente, explicó la misma fuente.
De acuerdo con las autoridades migratorias, el flujo migratorio de personas de Cuba, Haití, Venezuela y Nicaragua podría estar alentado por la decisión del Gobierno estadounidense de permitir mensualmente el ingreso a 30,000 personas de estas nacionalidades.
En 2022, Guatemala expulsó a más de 15,000 personas por incumplir con los requisitos migratorios y el 77% de estas eran de origen venezolano.
916 deportados en enero
Un total de 916 hondureños retornaron desde Estados Unidos, México y Centroamérica se reportan en los primeros 13 días de enero, según cifras divulgadas a Proceso Digital el Observatorio Consular y Migratorio de Honduras (Conmigho)
La institución señaló que unos 664 hondureños retornaron a Honduras desde Estados Unidos y 246 desde México.
Otras 6 personas volvieron a Honduras desde países de Centroamérica.
Del total de hondureños retornados en los primeros días de enero 585 fueron hombres, 180 mujeres, 86 niños y 65 niñas.
En 2022, Honduras recibió un total de 88 mil 555 hondureños detenidos cuando intentaban llegar de forma irregular a EE.UU., muchos de ellos menores de edad no acompañados, la segunda cifra más alta en la última década tras la de 2019 con 116 mil 567. Proceso Digital/EFE/IR