Tegucigalpa – La incineración de vehículos con personas adentro es la nueva modalidad del crimen organizado en Honduras. Eso se colige de tres episodios ocurridos en las últimas semanas.
– Ya se reportan tres sucesos bajo el mismo patrón criminal en las últimas semanas: uno en Copán, otro en Olancho y el último en Francisco Morazán.
Esta modalidad del crimen organizado parece resurgir en Honduras, luego que allá entre 2012 y 2016 -cuando el país tenía la tasa de homicidios más alta del mundo- eran comunes y constantes este tipo de dantescos sucesos.
La incineración de vehículos con personas adentró era una historia contada de forma frecuente hace unos años en los departamentos de Colón, Olancho y Copán, que constituyen las rutas del narcotráfico.
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Último suceso este viernes
El último de estos episodios ocurrió este viernes en San Ignacio, Francisco Morazán, donde una persona murió calcinada en el interior de un automotor en una zacatera.
Agentes policiales llegaron a la escena para levantar las pesquisas y esta -ahora- recurrente modalidad del crimen organizado.
El suceso criminal ocurrió en El Crique, El Pedregal, San Ignacio. La malograda persona no ha sido reconocida porque su cuerpo quedó prácticamente reducido por el fuego.
Tres calcinados en Copán
El pasado 26 de diciembre -hace 10 días- se informó el hallazgo de tres personas sin vida en el interior de un vehículo en la aldea Cerro Blanco en Santa Rosa de Copán, occidente de Honduras.
Las víctimas fueron privadas de su libertad, luego torturados, ultimados a balazos e incinerados, una modalidad del crimen organizado que resurge en el país.
Las víctimas fueron identificadas preliminarmente como Adelmo Benítez, Samuel Pineda y Francis Armando Aldana.
“Se tiene información que antes de encontrarse el vehículo incendiado se escucharon en el sector varias detonaciones de arma de fuego, pero eso se podrá confirmar con el informe que realice el departamento encargado de Medicina Forense”, comentó en esa oportunidad el oficial de la Policía Nacional, Edgardo Barahona.
Después de 10 del triple crimen no se conocen detalles en torno al grupo criminal que ejecutó esta masacre. Es importante mencionar que en esa zona del occidente de Honduras siguen vigentes las operaciones del narcotráfico.
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Capo quemado en Olancho
En octubre de 2023 se reportaron dos cuerpos incinerados en el interior de un vehículo en Catacamas, Olancho. En ese momento no se conoció de quiénes se trataban, pero días después se supo que entre las víctimas estaba un hondureño que recién había sido retornado desde Estados Unidos, donde cumplió una pena por narcotráfico.
Se trató de Harby Rigoberto Vargas Sánchez, repatriado a Honduras el último día de mayo de 2023. Las autoridades de Estados Unidos lo pusieron en un avión que salió de Filadelfia luego de que cumpliera parte de una sentencia por narcotráfico dictada por una corte de Florida.
Cinco meses después de su llegada, Vargas estaba muerto: su cadáver apareció, junto a otro, dentro de un vehículo todoterreno blindado al que alguien había incendiado en la jurisdicción de Catacamas.
La ciudad de Catacamas, ha sido catalogada por el medio periodístico INFOBAE como “El nuevo kilómetro cero del narcotráfico y la muerte en Honduras”.
El 24 de marzo de este año, agentes migratorios viajaron hasta la cárcel neoyorquina para informar al narco hondureño que sería deportado en los días siguientes. Lo trasladaron a Filadelfia, al sur, desde donde voló a San Pedro Sula. Pocos días después estaba en Catacamas. El atrevimiento le costó la vida.
Cinco meses después de que la anunciaron su deportación, un grupo de hombres armados interceptó la todoterreno blanca en la que Vargas Sánchez se conducía con otra persona por los caminos de Catacamas. Los atacantes abrieron fuego y luego quemaron el vehículo. Horas después, un grupo de pobladores de la zona, conocida como El Naranjal, al sur de Catacamas, encontraron el carro y los dos cadáveres. Exámenes forenses posteriores, a uno de los cuales Infobae tuvo acceso, revelaron que Vargas y su acompañante habían recibido cuatro impactos de bala cada uno. No está claro si les prendieron fuego antes o después de matarlos.
“Son ajustes de cuentas entre los grupos de narcotráfico de la zona. Estamos investigando”, dijo a Infobae un alto funcionario hondureño que habló desde el anonimato por no estar autorizado a hacer comentarios en público.
Este oficial, quien conoce de cerca las actividades del crimen organizado en Olancho, insiste en que el asesinato de Tungo y su acompañante están relacionados con los reacomodos de poder que se han sucedido en Catacamas y el nororiente hondureño desde que el clan de Los Amador sufrió golpes como arrestos y decomisos a mediados de la década pasada.
Así comienza el 2024 en Honduras, con una violencia descarnada contra las mujeres y las operaciones a flor de piel por parte del crimen organizado.
Un informe publicado en septiembre de 2023, ubicó a Honduras en el lugar 13 de 193 países con mayor operatividad del crimen organizado en el mundo.
Con un puntaje de 7.05 en una escala del 1 al 10 -donde uno es más favorable y diez menos favorable-, Honduras se posiciona en las primeras filas a nivel mundial donde el crimen organizado opera con más fuerza, según la Iniciativa Global contra la Delincuencia Organizada Transnacional. PD