Tegucigalpa – Mujeres privadas de libertad que están vinculadas a estructuras criminales están siendo trasladadas a centros penales de máxima seguridad como parte de las medidas implementadas para prevenir enfrentamientos violentos entre grupos rivales, informó este lunes el general Ramiro Fernando Muñoz, presidente de la Comisión Interventora del Instituto Nacional Penitenciario (INP).
Muñoz explicó que las reclusas permanecerán completamente aisladas, sin ningún tipo de contacto con otros privados de libertad. “En el caso de la cárcel de Ilama, Santa Bárbara, contamos con dos módulos completamente independientes, que permiten un aislamiento real entre los grupos. Ninguno tiene forma de pasar de un módulo a otro ni de establecer contacto entre sí”, detalló.
El alto oficial recordó que actualmente Honduras cuenta con una sola cárcel de mujeres, y fue precisamente en ese centro penitenciario donde se registró la masacre de 46 reclusas en junio de 2023, atribuida a la pandilla 18. “Entonces, si ya se conocen los problemas ¿por qué no actuar?”, cuestionó Muñoz, en referencia a las medidas preventivas que ahora se están implementando.
Consultado sobre las relaciones sentimentales que existen entre algunas privadas de libertad y otros reclusos que son miembros de pandillas rivales, Muñoz fue categórico: “No habrá visitas conyugales ni de ningún tipo entre ellos. Todo está bajo control y no hay ningún problema en ese sentido”.
Las autoridades penitenciarias aseguran que continuarán aplicando medidas estrictas para garantizar la seguridad dentro de los centros penales del país, especialmente en el marco del estado de emergencia vigente en el sistema carcelario. LB
