Tegucigalpa – Las primeras lluvias intensas que caen sobre la capital y sus alrededores fueron suficientes para que la represa de Los Laureles se llenara plenamente e incluso comenzará a derramar el agua, ya que la cortina no puede contener más.
La represa con la que se abastece de agua potable a gran parte de la capital se llenó tras las lluvias reportadas.
Pero las autoridades buscan elevar la capacidad con la cortina artificial y con ello aprovechar todo el potencial hídrico y con ello asegurarse el abastecimiento para el 2016.
Para horas de la tarde está previsto que se instale la cortina inflable con la finalidad de aumentar la cantidad de agua represada en casi cuatro millones de metros cúbicos.
Asimismo, las autoridades del Servicio Nacional Autónoma de Agua y Alcantarillado (SANAA) llevan adelante el proyecto de trasvase de agua de Los Laureles hacia la represa de La Concepción, ya que así se evitar que el agua corra por todo el río.
El trasvase de agua busca trasladar mediante una tubería unos cinco millones de metros cúbicos de Los Laureles a La Concepción y así aumentar el potencial de la represa más grande de la capital para suministrar agua potable.
La represa Concepción tiene capacidad de almacenamiento superior a los 30 millones de metros cúbicos.
Con el lleno de Los Laureles y la mejora del suministro desde las fuentes de La Tigra, se espera que la capital se asegure el abastecimiento del próximo año.
Las autoridades del SANAA estaban preocupadas por el efecto del fenómeno El Niño y la sequía prolongada, ya que comprometía el almacenamiento del agua.
Por ello se mantienen racionamientos de suministro de agua potable a los residentes de Comayagüela y Tegucigalpa, las dos ciudades que conforman la capital hondureña.