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Precaución, abril puede tornarse negro

Tegucigalpa – Lo que espera a los hondureños en abril, tras las vacaciones de Semana Santa, puede ser aterrador, el mortal virus es una amenaza que crece ante la falta de vacunas, la vulnerabilidad sanitaria y la distensión de la población. Abril puede ser negro, han advertido los expertos.

– Honduras no tiene fechas claras de cuándo llegarán los próximos lotes de vacunas Anti-COVID, confirmó a Proceso Digital la ministra Alba Flores.

– El gobierno por un lado llama a la población a hacer turismo interno y por otro lado pide quedarse en casa para no exponerse al virus.

– La doctora Elsa Palou pidió a las autoridades sanitarias que se preparen con salas de alto flujo, vacunas antiCovid y camas para pacientes durante abril y mayo ante la avalancha de contagios que se esperan tras el asueto de Semana Santa.

– Honduras ha recibido dos lotes de vacunas contra la COVID: uno donado por Israel (5 mil) y otro mediante el mecanismo Covax (48 mil). De las compradas por el gobierno todavía no hay fecha programada para su llegada.

Más de mil personas se encuentran en estos momentos en las salas de hospitales de la red sanitaria pública, de las que 535 permanecen estables, 416 graves y 61 en unidades de cuidados intensivos.

Los casos acumulados en Honduras superan los 187 mil desde que se reportó el primer caso en marzo de 2020.

Los recuentos oficiales ya sobrepasan los 187 mil y los muertos los 4 mil 500 en 380 días de pandemia, aunque, los subregistros no oficiales pero provenientes de fuentes confiables, como las académicas y las funerarias, son abrumadores y duplican por mucho las cifras brindadas por Sinager.

La situación se agrava porque Honduras apenas ha inoculado a un poco más de 50 mil personas, todas de la primera línea de combate a la pandemia, aunque falta la segunda dosis para 48 mil que se aplicaron el fármaco hace unos días. Esas vacunas llegaron de parte de Israel cinco mil dosis que ya fueron aplicadas a poco más de dos mil 500 personas y el resto, donadas por la iniciativa Covax.

Pese a que el gobierno hondureño informó sobre la firma de un documento el pasado 9 de marzo con su par de Rusia para la adquisición de 4.2 millones de dosis de la vacuna Sputnik V contra la COVID-19, hasta este momento no se conoce cuándo llegarán los primeros lotes, de acuerdo a declaraciones bridadas a Proceso Digital por la ministra de salud, Alba Flores.  Igualmente, la Secretaría de Salud no conoce la fecha en que arribaran los fármacos donados mediante la iniciativa Covax.

El COVID-19 sigue propagándose y causando dolor en las familias hondureñas, mientras no se conoce una fecha exacta de la llegada de los siguientes lotes de vacunas.

Las muertes y los daños causados por la pandemia han enlutado en el país a la mayoría de las familias.  En los últimos días la sensibilidad ha sido suprema ante casos dramáticos relatados por los propios protagonistas del duelo o de los eventos que les han colocado al borde de la muerte.

Torre de Babel

Pero, sin fechas para las vacunas, con unos hospitales móviles adquiridos para hacer frente a la pandemia, pero que resultaron un fraude, como han podido comprobar y reconocer las autoridades del Ministerio Público, que les investiga, el discurso público del gobierno se matiza por señales encontradas, que les hace parodiar con la bíblica torre de Babel.

Por un lado, las autoridades turísticas invitan a la ciudadanía a realizar turismo interno, pero de otro, las autoridades sanitarias suplican a la gente que se quede en casa, que no acuda a sitios concurridos para evitar el contagio de la COVID-19.

El infectólogo Tito Alvarado.

“El gobierno dice por un lado que no salgan y por otro que vayan a vacacionar”, recrimina el infectólogo Tito Alvarado, quien insistió que el asueto de la Semana Mayor debió ser cancelado. Su criterio en base a que, tras las vacaciones navideñas, Honduras enfrentó una segunda ola pandémica desbordante.

Remató que “estamos en un momento terrible de la enfermedad en este momento, triajes y hospitales hasta el tope, producto de un mal manejo de la pandemia con mucha corrupción”.

El Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager), mantiene vigente un toque de queda de lunes a domingo desde las 10:00 de la noche hasta las 5:00 de la mañana, lo que de alguna forma entorpecería las vacaciones de verano durante la Semana Santa.

Turismo, se declara listo

La ministra de Turismo, Nicole Marrder, aseguró que la industria turística a nivel nacional se encuentra lista para recibir a los veraneantes con todas las medidas de bioseguridad para salvaguardar su vida ante la COVID-19.

La ministra de Turismo, Nicole Marrder.

“La industria privada turística ha realizado inversiones en los químicos especiales que se utilizan, en nuevos implementos y en tener más personal para poder atender de mejor forma a la población que decida movilizarse”, indicó.

“Nos hemos ido preparando desde febrero, trabajando de forma constante en conjunto con la Cámara de Turismo y con todo el gremio turístico, para verificar que la industria está lista con todas las medidas de prevención”, indicó Marrder.

La Secretaría de Turismo ha impulsado la campaña de las “tres M” para poder disfrutar de forma segura la Semana Santa, las cuales consisten en: mascarilla en todo momento, mantener la distancia y manos limpias en todo momento.

Marrder recomendó a las personas que se movilicen siempre respetar el distanciamiento social en estas movilizaciones de Semana Santa.

La gente llevará el virus a los pueblos

A criterio de la exministra de Salud, Elsa Palou, antes de las elecciones primarias -14 de marzo- el país andaba entre 400 y 500 casos diarios de COVID-19, pero después de esa fecha se registraban 700 y 800 casos.

La exministra de Salud, Elsa Palou.

“Hubo una relación directa en ese domingo 14 de marzo para el incremento de los casos, y después de Semana Santa sucederá lo mismo. Aquí miro una situación compleja porque aún y cuando exista la vacuna, eso no lo es todo, necesitamos seguir cuidándonos porque la vacuna es parte del combo de prevención”, explicó.

La científica hondureña remarcó que “situaciones como los huracanes Eta y Iota, la Navidad, las elecciones primarias y ahora Semana Santa, son la gasolina que inyecta fuego del COVID”.

Previó que en estas vacaciones de verano lo que sucederá es que la gente llevará el virus desde sus casas hacia el interior del país, lo que derivará en una explosión de contagios en dos o tres semanas.

“Eso nos puede llevar a que colapsen los triajes, los centros de salud, hospitales regionales y los hospitales nacionales, ese es el riesgo que corremos realmente”, profundizó.

No correr riesgos innecesarios

La galena sugirió a los hondureños a que se abstengan a salir si no es necesario. “Si van a salir por diversión, no lo hagan porque se puede pagar caro, los costos del manejo del COVID son altos para el Estado cuando es un hospital público y para la persona cuando es un hospital privado”, ahondó.

Alertó ejemplificando, que cuando un hijo visita a sus padres, se corre el riesgo de llevar el virus y al final se convierte en una tragedia familiar.

Los expertos y autoridades han recomendado reiteradamente a los ciudadanos que no corran riesgos como salir a divertirse durante Semana Santa.

Palou recomendó que, ante la falta de vacunas, a los hondureños les queda seguir con las medidas de bioseguridad: usar la profilaxis de medicamentos recomendados por el médico, la detección temprana de síntomas, el uso de la mascarilla y gel, así como el distanciamiento social.

Puntualizó que si el país quiere un verdadero reinicio de la actividad comercial y turística se debe inocular al 70 por ciento de la población y para ella se ocupa aplicar 30 mil vacunas diarias, sin embargo, en estos momentos apenas se han puesto 50 mil y no se conoce la fecha de llegada de los próximos fármacos contra la COVID, ya sea los donados y los comprados.

Puntualizó en su llamado de no correr riesgos innecesarios porque no podremos tener una Semana Santa normal hasta que la mayoría de la población esté inoculada contra el COVID-19.

Recordó que Honduras vivió sus peores momentos de la pandemia en julio y agosto del año pasado e incluso en noviembre luego de los huracanes, sin embargo, todo pinta para que abril y mayo sea igual de dramático tras la celebración de Semana Santa.

La doctora Palou hizo un llamado a las autoridades sanitarias: “Ya sabemos qué es lo que puede pasar en abril o mayo, pues preparémonos desde ahorita, empecemos a abrir más salas de triaje y aseguremos más equipos de alto flujo en los hospitales”.

Abril negro

En esa misma vía se manifestó el galeno Carlos Umaña, quien alertó que abril será “un mes negro” ante la masiva movilización de personas durante la Semana Santa a nivel nacional.

El doctor Carlos Umaña.

“Me parece que nos viene un abril negro, y después va a haber unas grandes lloretas de personas”, dijo el presidente de la asociación de médicos del Instituto Hondureño del Seguro Social (IHSS), de San Pedro Sula.

Umaña reprocha la actitud de personas que se movilizan hacia las playas y la aglomeración que se generan en esos lugares ante un riesgo de aumento de contagios diarios.

Lamentó el comportamiento de ciudadanos que circulan en las playas sin aplicar las medidas de bioseguridad y remarcó que la carga que le están dejando al personal sanitario es grande.

El galeno señaló que los hospitales de San Pedro Sula están llenos, mientras que los de Tegucigalpa y el resto de Honduras, se encuentran colapsados.

Expresó su preocupación por la ciudad de Tegucigalpa, indicando que desde la capital hondureña se movilizarán más personas durante Semana Santa hacia lugares turísticos, pero que, en los próximos días, la situación será adversa.

“De Tegucigalpa van a viajar un montón de gente y van a regresar con COVID, ese es el problema, porque está colapsado todo Tegucigalpa y el resto del país”, auguró.

Iglesia recuerda situación grave de COVID

Durante la celebración del Domingo de Ramos, el presidente de la Conferencia Episcopal de Honduras, Ángel Garachana, tildó de grave la situación de la pandemia en el país y exhortó a no ser imprudentes para evitar estar lamentando muertes dentro de un par de semanas.

El obispo Ángel Garachana.

A causa del alto número de casos la Iglesia Católica anunció que las actividades durante la Semana Mayor serán restringidas.

“Si salen y no cumplen con las normas de bioseguridad el peligro de contagio es evidente”, reflexionó el líder espiritual.

El obispo Garachana advirtió que “no sea que se vayan de fiesta y a las dos o tres semanas los estén enterrando”.

Concluyó que “es grave la situación, no es una broma la COVID-19… cuídense que es la manera de cuidar a los demás”.

Durante los oficios celebrados por el Domingo de Ramos, la Iglesia Católica clamó por un triunfo sobre la pandemia que acecha al mundo. PD

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