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El coronavirus concentrado en 8 departamentos hace estragos

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Tegucigalpa – Ocho de los dieciocho departamentos del país concentran el mayor número de contagios por la covid19, que lleva más de tres meses golpeando y desnudando la fragilidad de un sistema sanitario sin camas ni hospitales suficientes para responder a la demanda, mientras llegan a cuenta gotas e incompletos ventiladores mecánicos necesarios en las salas de las unidades de cuidados intensivos .

Se prevé que dos de los siete hospitales móviles, presuntamente sobrevalorados, llegarán antes del 15 de este mes, el resto quizá estén en Honduras a finales de año.

La última denuncia de presunta corrupción indica que mascarillas para uso médico fueron adquiridas sin los controles rigurosos de calidad, lo que les convierte en no aptas.

En Choluteca la situación apremia una superior atención sanitaria ante el incremento de contagios y muertes por el COVID-19

La pandemia no se ha concentrado solo en Cortés y Francisco Morazán, también está en Santa Bárbara Yoro , Choluteca, Valle , Colón  y Atlántida , departamentos, que en conjunto suman más de 600 muertes, con miles de contagios.

El departamento de Cortés concentra un poco más de 10 mil casos positivos y registra más de 300 decesos, es el epicentro de la pandemia, seguido por Francisco Morazán con más de 8,300 casos y un promedio de 200 muertes, mientras el departamento de Yoro lleva 825 casos positivos y más de una docena de muertes.

La pandemia no se ha concentrado solo en Cortés y Francisco Morazán

Atlántida, para el caso, reporta cerca de 750 contagios y una docena de decesos, Choluteca más de 670 contagios y una docena de decesos, en tanto Santa Bárbara registra más de 450 contagios y cerca de una docena de muertos.

Otro de los departamentos donde ha impactado con fuerza la covid19 es Valle con más de 350 casos positivos y un poco más de 5 decesos, mientras Colón tiene más de 240 contagios y más de ocho muertos.

Los frutos del abandono

La fragilidad de un sistema sanitario sin camas ni hospitales suficientes para responder a la demanda

Estas ocho regiones están abocadas de lleno a atender las emergencias, pero cerca le siguen otros departamentos como Comayagua, Copán, El Paraíso, Islas de la Bahía, La Paz, Intibucá, Olancho, Gracias a Dios y Ocotepeque.

Los relatos de cada una de esas regiones son inquietantes: no hay camas, no hay cupos, no hay oxígeno, casi no hay medicamentos, equipo médico y otras tantas carencias que solo develan un calamitoso sistema sanitario que por décadas ha estado en abandono en Honduras, víctima de otra pandemia estructural: la corrupción.

Las investigaciones que provienen de la ASJ  y el CNA  desnudan entramados negros, profundos y fatales.

Hospital Catarino Rivas

En la emergencia han ido quedando desnudadas las falencias del sistema hospitalario público. El último hospital público que se creó en el país fue hace 42 años y es el Hospital Escuela, de la capital, seguido del hospital “Mario Catarino Rivas”, de San Pedro Sula en 1990. Ambos, cuando fueron creados, se hizo para atender una población manejable, pues las ciudades no habían crecido tanto.

El Hospital Escuela, para el caso, no imaginó que hoy día debería atender una población de más de un millón de capitalinos, además de otras patologías procedentes de diversas partes del país; es un hospital de cobertura nacional con más de mil 600 camas.

En tanto el “Mario Catarino Rivas”, jamás pensó que la zona de Cortés despuntaría con el auge de la maquila y otros empujes económico, su capacidad hoy se ve limitada porque atiende pacientes del norte y occidente del país. Un informe del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos reporta que la capacidad de camas en los hospitales es de 0.78, una de las más bajas de la región.

Cuando el alcalde de Choluteca, Quintín Soriano, hace poco más de un mes, se hincaba  en las calles del pueblo y, llorando, decía que, si el coronavirus llegaba a esa zona, su ciudad sería destrozada, que sus habitantes iban a “caer como pollos”, y muchos creyeron que exageraba y hacía alarde de su dramatismo para llamar la atención.

Insumos y equipo insuficiente

Quintín Soriano se queja por falta
de medicamento y
combustible en Choluteca
Pero la premonición del alcalde se está cumpliendo. Las imágenes que proceden de ese sector del sur del país, donde se concentra el auge de la industria camaronera, cemento y otros rubros que dinamizan su economía, son desgarradoras. El Hospital del Sur colapsó, la gente fue atendida en carpas improvisadas y colchonetas tiradas en el suelo, todo escasea y el personal de salud empieza a ser contagiado y se registran las primeras muertes de ese grupo de primera línea en la batalla contra la covid19. Mientras autoridades de Sonager hacen lo necesario para ampliar espacios en un local facilitado por la Iglesia Católica.

La emergencia es a nivel nacional, los hospitales públicos en todos los departamentos del país hacen llamados de auxilio, lo poco que les llega se acaba ante la enorme demanda asistencial, en tanto el gobierno anuncia que vienen en camino ventiladores mecánicos y hasta hospitales móviles (7 en total) para paliar la urgencia.

Ventiladores mecánicos y hospitales móviles que empiezan a ser objeto de la polémica ante las denuncias de irregularidades en sus compras y las investigaciones que al respecto hacen entes de control como el Tribunal Superior de Cuentas y el Ministerio Público, éste último cooptado por leyes que le han quitado potestades en favor de los corruptos, luego de fuertes denuncias documentadas presentadas por el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) y la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ).

De 740 ventiladores mecánicos adquiridos por Invest-H, apenas han llegado un poco más de 100, pese a un pago del 80 por ciento de adelanto, y los términos de entrega a seis meses. Los primeros 430 ventiladores mecánicos debieron entregarse la última semana de junio y la primera de julio, pero apenas llegaron 120 y de ellos 40 fueron entregados al Hospital Escuela, sin embargo, no podrán ser utilizados porque estaban incompletos. Así lo denunció  el director de investigaciones del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), Odir Fernández, en su cuenta de Twitter.

Los contratistas empezaron incumpliendo con la entrega de los ventiladores mecánicos, en un país donde a un poco más de tres meses de la emergencia sanitaria, el tiempo de las excusas se agota; la gente se está muriendo, la gente se sigue contagiando.

En tanto, de los siete hospitales móviles prometidos, dos de ellos se esperan que lleguen antes del término de la primera quincena del mes de julio, pero se desconoce cuándo entrarían en funcionamiento, los otros cinco hospitales estarían arribando a fines de 2020, cuando lo peor de la pandemia es posible que haya pasado.

Las próximas tres semanas serán decisivas para la salud de los hondureños, opinan los expertos de la medicina al prever un alza en los contagios sin precedentes. Los ocho departamentos en los cuales se concentra la pandemia podrían extenderse a otros más si las estrategias no empiezan a aplicarse en función de lo que muestran los mapas de la covid19 en el país y se desatiende el llamado de los expertos: los médicos al frente de la batalla, los médicos que están junto a otros integrantes del sector salud, poniendo los muertos y clamando por equipo, insumos, personal humano y apoyo logístico.

El abandono del sistema de salud, el desmantelamiento del sistema rector que en este caso recae en la Secretaría de Salud, y los abusos cometidos en medio de la pandemia, están cobrando una factura muy alta: la salud de los hondureños.

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