Tegucigalpa. – Estoy totalmente claro que este es un tema muy delicado y controversial, pero no por ello inaccesible al entendimiento humano. Eso sí, me ha tocado hacer acopio de la escatología bíblica para poder comprender la coherencia que existe entre los acontecimientos del mundo actual con el sustento contenido en La Biblia, disponible para todos, pero entendible con mayor claridad para los que por fe creemos y estudiamos en serio las verdades eternas allí escritas y cuyas realidades del momento actual las confirman de una manera impresionante.
Tengo un poco de pesar por no haber publicado este trabajo antes que se iniciara la vacunación, pero la verdad es que dudé al principio. Pero al final decidí hacerlo porque, sabiendo que hay otra verdad muy distinta a la que todos los días vemos y oímos en los medios, es justo que se haga pública. La evaluación o ponderación de este ensayo queda absolutamente a criterio de cada lector.
Pero la buena noticia es que, no importa el momento ni la circunstancia que cada uno de nosotros muera. Podemos acceder al mundo trascendente celestial, si reconocemos de corazón a Aquel que murió en la cruz, precisamente con ese propósito: perdonarnos nuestros pecados, cualquiera que sea.
1. No aceptaré la inoculación, primero porque el origen de la primera verdaderamente pandemia mundial es obra calculada, premeditada, planificada por parte de grupos ocultos muy poderosos del mundo que controlan los hilos del poder mundial en estos últimos tiempos. La excusa del consumo de murciélagos en un mercado de Wuhan es una vil mentira. Universidades y Centros de investigación norteamericanos y de China Popular y ONGs como la de Bill Gates y su esposa, son parte de esta increíble conspiración contra la humanidad y que la propia OMS participa activamente, ya que la ONU y el Banco Mundial son parte de los involucrados en los planes globalistas que preparan las condiciones apropiadas para instaurar el nuevo orden mundial que, en otras palabras, es el gobierno del hombre de pecado conocido como el anticristo.
2. Lo que se está inyectando no es vacuna pues, ninguna de las marcas ha cumplido todo el protocolo técnico clásico de pruebas y ensayo que requiere alrededor de cinco años para comprobar científicamente la efectividad del medicamento, para luego certificarlas. Todas las “vacunas” autorizadas apenas tenían meses de ensayo o pruebas. En todo caso, se decidió aplicarlas porque los intereses malévolos no es proteger sino, por el contrario, controlar para muerte. Justo, eso es lo que contienen dichas inoculaciones. Lo último de la ciencia llamada nanotecnología permite introducir en una pequeñísima porción elementos metálicos y mezclar químicos que convertirán a los vacunados en seres electrónicos, es decir, una especie de robot humano modificado genéticamente, siendo controlado y manipulado, física, mental y espiritualmente desde computadoras de generación 5G que ya están preparadas. Obviamente, generará información clínica: presión arterial, glicemia, etc.
3. Ese es el proyecto satánico más importante, porque busca destruir el templo de Dios que somos los que hemos recibido por fe a Jesucristo y con ello su Espíritu quien se instala en nuestro cuerpo.
4. Investigaciones recientes en los Estados Unidos muestran que aún en el equipo para realizar las pruebas para detectar el “virus”, de manera perversa y malévola, ya traen incorporados bichos microscópicos que se meten al cuerpo humano a través del hisopo ya contaminado, que se introduce para extraer la muestra PCR de la mucosa nasal. De igual manera, en algunas marcas de mascarillas o tapabocas también traen desde las fábricas esos bichos conocidos como morguellos. Esos microscópicos animales pueden llegar a producir una especie de adicción a las medicinas, lo mismo que ansiedad y miedo en las personas a cualquier tipo de malestar causando aún depresión y pánico.
5. La llamada vacuna, no lo es, pues no produce inmunidad, sino lo antes descrito y por supuesto, cierta protección para algunos virus, ya que ellos se automodifican en nuevas cepas, las que deberían ser combatidas por nuevas vacunas de acuerdo a sus nuevas características en su composición bioquímica y metálica. La prueba de que no es vacuna está en que la misma OMS afirma que cada año debe repetirse la inoculación, lo que ratifica que lo que se hace es aplicar un tratamiento engañoso que, aunque contenga algunos elementos que refuercen los anticuerpos, lo que esencialmente busca es hacer un ensayo de control social y mental que prepara las generaciones actuales a someterse a una dictadura mundial, dirigido por un anticristo y un falso profeta; ambos propósitos se han estado gestando desde hace varios años con la cooperación del papado, bancos multinacionales, los iluminatis y multimillonarios como Bill Gates y George Soros entre otros. Existen evidencias de muchos de ellos que han expresado la necesidad de reducir la población mundial y de la carga social de los adultos mayores. Pero el peligro mayor que algunos científicos de distintos países del mundo sostienen es que la vacuna significa un alto riesgo de acelerar la muerte del inoculado y hasta dan un período de tres años en el que progresivamente ocurrirá. Esto, aunque suena sumamente dramático, la Biblia sostiene que en los tiempos de los “dolores de parto” y de la “Gran Tribulación”, serán miles de millones (dos terceras partes de la humanidad) los que morirán por múltiples causas: guerras, terremotos, epidemias, sunamis, etc.
6. Los intereses económicos de esas élites mundiales no dejan lugar a dudas. El laboratorio biológico de Wuhan en China, de donde se filtró la bacteria SARSCOV-2 (rebautizado como COVID-19) es propiedad de la empresa Glaxosmithkline es propiedad del megalaboratorio PFIZER, uno de los más grandes fabricantes de vacunas. El laboratorio de Wuhan fue financiado por el Dr. Antony Faucci, director del Instituto Nacional de Alergias y enfermedades Infecciosas de los EEUU, gran promotor de la vacunación mundial. La empresa Glaxosmithkline es administrada por la división financiera de Black Rock, que a su vez administra las finanzas de Open Fundation Company o sea Fundación Soros del conocido multimillonario feminista y proabortista.
Soros es dueño de la empresa alemana Winterthur, que construyó el laboratorio de Wuhan, también ligado a Black Rock que controla los bancos centrales del mundo y administra alrededor de un tercio del capital de inversión global. Esta empresa es accionista de Microsoft propiedad de Bill Gates, que a su vez es accionista de Pfizer y también millonario donante de la OMS.
Nota final:
Animo a quienes lean este trabajo a que se metan más a fondo en estos temas. YouTube es un recurso valiosísimo para conocer las distintas versiones y opiniones aún para el tema escatológico.