“El lunes llega el primer vuelo con madres y niños procedentes de Estados Unidos, pero todos los días siguen llegando vuelos con adultos retornados que generalmente arriba uno a las 9:00 de la mañana y otro a las 2:00 de la tarde al aeropuerto internacional de San Pedro Sula”, acotó.
Precisó que en lo que va del año, se contabilizan más de 22 mil hondureños deportados desde Estados Unidos, a lo que se suman otros 18 mil que han ingresado por la vía terrestre desde México.
“Si sigue está tendencia, nosotros vamos a tener un aumento de más del 15 por ciento en las deportaciones de adultos, referente al año pasado cuando había sido un número exagerado y nos preocupó muchísimo, pero ahora mucho más porque se ve en incremento ese número”, apuntó la religiosa.
Añadió que en la cantidad de niños retornados ya se sobrepasó el 100 por ciento en relación al año pasado y quizá alcance el 115 por ciento y todavía siguen saliendo menores del país, lo mismo que mujeres embarazadas y con bebés.
No obstante, “gracias a Dios, según las autoridades de Migración en la frontera de Corinto entre Honduras y Guatemala que es una de las principales por donde salen los niños al igual que la de Agua Caliente, se ha percibido que en las últimas dos semanas se ha disminuido el número de personas saliendo”, comentó.
Lamentó que desafortunadamente hay puntos ciegos que siguen siendo una alternativa de riesgo y las autoridades de Guatemala, han manifestado que les preocupa porque por esa zona por donde pasan los migrantes irregulares, existen varios riesgos como serpientes venenosas y puede ser que hayan personas muertas, pero nadie los busca porque son lugares solos.
Asimismo, es posible que existan abusos en esos puntos ciegos y eso es algo que nadie investigan por lo que indicó que ese tema es algo que compete a los dos Estados que tienen que ponerse de acuerdo si quieren realmente detener la migración, por lo menos la salida, por los puntos ciegos.
“Se debería tener un acuerdo internacional para establecer cuántos y cuáles son los puntos ciegos y cuál va a estar uno y en cuál va a estar el otro para garantizar que eso se pare”, señaló.
Indicó que en la Casa del Migrante localizada en Ocotepeque, han albergado a varias mujeres embarazadas que incluso viajan con sus bebés y la mayoría van solas, sin un compañero y eso es preocupante porque regresan bastante enfermas luego de enfrentar tantos riesgos y sin agua y alimentación, lo que constituye en un riesgo para ellas y para el bebé.
