Las elecciones transcurren «con normalidad» y «hemos comprobado que vamos a romper la barrera de asistencia», aseguró Bolaños.
El jefe de la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), el peruano Diego García-Sayán, dijo a Acan-Efe «que las elecciones se están desarrollando en un ambiente de tranquilidad y normalidad ejemplares».
En su primer informe sobre el desarrollo de los comicios, la OEA subrayo que «el proceso electoral se ha iniciado con normalidad» en los 22 departamentos en los que se divide el país.
Las autoridades de Guatemala no han informado hasta el momento de que ese haya registrado incidente violento alguno.
En varios colegios electorales en la capital de Guatemala y en el departamento aledaño de Sacatepequez Acan-Efe pudo observar, como único incidente aislado, que algunos ciudadanos desistían de votar al no encontrarse en las listas y verse obligados a realiza largas filas ante las oficinas distritales del TSE para verificar y actualizar sus datos de identidad.
La jornada electoral arrancó a las 07.00 hora local (13.00 GMT) con la apertura de los centros de votación y un clima soleado en la mayoría del país.
Tras emitir su voto, el presidente de Guatemala, Oscar Berger, aseguró que la democracia de su país está «madurando» y que muy pronto será «un modelo para el mundo».
«El que va a ganar (con estas elecciones) es la democracia y los guatemaltecos», agregó Berguer, quien no presenta su candidatura en estas elecciones al estar prohibida constitucionalmente la reelección inmediata.
Uno de los favoritos en la pugna por la Presidencia, el socialdemócrata Álvaro Colom, empresario de 56 años y candidato por la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), expresó su satisfacción por el transcurso de las elecciones y se declaró convencido de ganarlas.
«Vamos a ganar, estamos fuertes», dijo a la prensa Colom en el colegio electoral donde ejerció su derecho al sufragio.
El otro favorito, el general retirado Otto Pérez Molina, de 58 años, candidato presidencial del derechista Partido Patriota (PP), también expresó su confianza en la victoria al emitir su voto.
«Esperamos lo mejor para el partido, creo que el trabajo que hicimos fue muy bueno y lo único es esperar los resultados. Estamos confiados de que van a ser favorables», declaró el ex militar.
La líder indígena y Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchu, candidata por el partido izquierdista Encuentro por Guatemala (EG) también votó en la capital del país e hizo un llamamiento «a las mujeres y a todos los jóvenes a que hagan de estas elecciones un acto cívico, pacífico, sin violencia y sin agresiones».
Menchu, quien aspiraba con su candidatura a representar a la población indígena de este país, el 42 por ciento, cuenta apenas con el 3 por ciento de la preferencia electoral según todas las encuestas.
Esas mismas encuestas pronosticaron una victoria de Colom o de Pérez Molina por un estrecho margen y sin los votos necesarios, el 50 por ciento más uno, para evitar enfrentarse ambos en una segunda vuelta, programada para el próximo 4 de noviembre.
Unos 5,9 millones de guatemaltecos están convocados a la urnas para elegir presidente y vicepresidente de la República, además de los 158 diputados del Parlamento y 332 alcaldes, tras una campaña electoral de cuatro meses en la que han sido asesinados al menos medio centenar de candidatos, activistas políticos o familiares suyos.
A las elecciones se han presentado 21 partidos y 14 candidatos presidenciales.
Muchos de los centros de votación en estas elecciones, especialmente en la capital, están situados en barrios controlados por las «maras» (pandillas juveniles), el narcotráfico u otra forma de crimen organizado, según admiten las autoridades del país.
La seguridad de los comicios está a cargo de 19.500 agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) y 11.000 soldados, que por ley no pueden votar.