Un disparó en el tórax acabó con la vida del maestro Wilfredo Lara, quien participaba en la toma de carreteras en la colonia «6 de mayo», jurisdicción de Macuelizo, departamento occidental de Santa Bárbara, informó la Policía.
El presunto responsable de la muerte de Lara es Andrés Chinchilla, quien fue detenido por la Policía.
Chinchilla, al parecer, disparó contra los manifestantes que le impedían el paso a su vehículo.
Lara murió en el Hospital de Occidente, de la ciudad de Santa Rosa de Copán.
La toma de carreteras en unos 10 sitios del país fue organizada por la Coordinadora Nacional de Resistencia Popular (CNRP), que aglutina a más de treinta organizaciones sindicales, políticas, campesinas, educativas, estudiantiles e indígenas, entre otras.
Los manifestantes exigen la derogación de leyes de aguas, minería, forestal, modernización agrícola y telecomunicaciones, la emisión de nuevos instrumentos consensuados que garanticen un beneficio para las mayorías y una estrategia de redistribución de la riqueza, entre otras demandas.
Además, rechazan la construcción de centrales hidroeléctricas, piden tierras para los campesinos, la depuración de la Policía, el castigo a funcionarios corruptos, el control de precios de los productos básicos y el fortalecimiento de las empresas estatales.
El presidente hondureño, Manuel Zelaya, tras conocer la muerte de Wilfredo Lara, instó al canciller, Milton Jiménez, a que dialogue con los representantes de la CNRP para buscar una solución al conflicto.
El ministro de Defensa, Arístides Mejía, por su parte, dijo que el Gobierno «es respetuoso del derecho a la protesta» y que no se pretende desalojar a los manifestantes por la fuerza.
No obstante, la fuerza será utilizada si los maestros no acceden al diálogo y continúan bloqueando las carreteras del país, dijo el ministro de Seguridad, Álvaro Romero, desde su despacho en Tegucigalpa.
La protesta, la primera de dos días convocada por los sectores populares desde que asumió el poder Manuel Zelaya, el 27 de enero de 2006, también afecta a más de dos millones de estudiantes de escuelas y colegio públicos y privados.
Dirigentes de la CNRP afirmaron en la víspera de la protesta que unas 60.000 personas participarían en las manifestaciones del lunes y martes, pero según la Policía, menos de 6.000 han participado hoy.
La manifestación también ha sido salpicada por una denuncia de la Confederación de Trabajadores de Honduras (CTH), en el sentido de que el propio Gobierno de Zelaya sería el patrocinador de la protesta.
Según la dirigente Suyapa Mendoza, de la CTH, los recursos para las manifestaciones fueron proporcionados por el Gobierno, aunque recalcó que no puede mostrar las pruebas y agregó que la información la recibió de la misma Casa Presidencial.
La denuncia de Mendoza fue rechazada por los dirigentes de la CNRP, mientras que el director ejecutivo del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), dijo que ve con «suma preocupación» lo que ocurre en el país.
El secretario privado del presidente Zelaya calificó de «juego irresponsable de algunas personas» la denuncia de que el Gobierno ha financiado la protesta y afirmó que la marcha «no fue contundente».
Hacia las 12.00 hora local (18.00 GMT) los manifestantes comenzaron a desalojar voluntariamente los tramos de carreteras que ocupaban desde las 04.30 hora local (10.30 GMT), pero advirtieron de que la protesta continuará mañana.