
La historia de la humanidad ha transcurrido en medio de situaciones demasiado turbulentas, agitadas, permeadas por las diferencias de grupos, rivalidades étnicas y por la separación de fronteras. Los odios infundados ya sea desde lo religioso, étnico, cultural, político y económico y ahora por lo tecnológico y comercial, tiene a la presente aldea global alejada, enajenada, enfrascada e imbuida en una de las peores crisis de valores por la vida, respeto y consideración por el próximo o el prójimo. No se sabe donde comienza el hilo de la misantropía, xenofobia y discriminación, ni mucho menos donde termina, lo cierto es que, históricamente al parecer esta ha sido la conducta del homo sapiens sapiens, desde su irrupción en este cosmos. Cada grupo humano, unos más que otros, se jactan de la perfección de sus pigmentos de piel, rasgos físicos, desarrollo humano e inteligencias prodigiosas de sus miembros. Por otro lado, están también, los que muestran niveles de baja autoestima y postergación impresionantes. Otros, hablan de ser raza pura, superior a las demás, destinados a gobernar y a dominar el mundo. Todavía existen grupos humanos que no saben lo que es civilización, cultura y demás quehaceres de las sociedades que se distinguen por su infraestructura física-material y tecnológica, aún viven en condiciones casi infrahumanas, en lugares inhóspitos, alejados de las luces, el humo y de cualquier otra contaminación sonica o ambiental. No obstante, son hombres y mujeres, son raza humana, son seres vivos, racionales, con valores y principios en su dimensión y según el grado de desarrollo cultural en que viven.
La misantropía es el odio, juicio negativo por los defectos de la humanidad, por su etimología, raíz y desinencia desde el griego. Desde el diccionario de la RAE, un misántropo es aquel que es insociable, retraído, introvertido, huraño, esquivo, arisco y hosco. Un misántropo es un individuo que considera que los defectos son ubicuos, es decir, que la generalidad los tienen. La aversión, desprecio y desconfianza por los demás, vuelve a los seres humanos, insatisfechos, incómodos y altamente insensibles. La xenofobia según la etimología griega, es rechazo u odio por el extranjero, aduciéndose al nacionalismo, pero generalmente, vinculada directamente al racismo. Según la Convención Internacional y la Eliminación de todas las formas de discriminación, artículo 1, ratificado en 1965, y que entró en vigencia en 1969, dice literalmente: Toda distinción, exclusión, restricción o preferencia basada por motivos de raza, color, linaje u origen nacional o étnico que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural o en cualquier otra esfera de la vida pública.
La discriminación es inadmisible, errática, inhumana e insolidaria. No se vale, seguir viviendo en una sociedad que le apuesta a los valores y prácticas de la discriminación. El daño social que se le hace a una sociedad en términos de discriminación es incalculable. El trato desigual que recibe una persona o una colectividad por etnia, genero, sexo, religión, color político, orientación sexual, en fin, cualquier otra forma, deriva en una barbarie y refleja los atrasos más elocuentes, y a la vez, los gritos de angustia e injusticia más escandalosos que cualquier comunidad humana puede experimentar. Es imperdonable que se trate a las personas, muy mal y se les ubique o etiquete y se destinen al fracaso y olvido. Ser discriminado y rechazado es un precio demasiado alto que un ser humano puede pagar.
La humanidad experimenta dolor, odio, rechazo, como emigrante o inmigrante ya sea que va en tránsito o ya llegó a su destino y se haya entre miles de personas diferentes, al fin, seres humanos, con dignidad, libertad, valores y principios los cuales deben ser respetados por ser inherentes del hombre en cualquier rincón del planeta. Generalmente juzgamos según apariencias, nos impresiona los matices y colores, genotipos y características físicas y alcances de unos y de otros. La posición social, la ascendencia étnica, el abolengo y el llevar un apellido con historia de grandeza y riqueza, vuelve encumbrada e inalcanzable a los tales. Para ser honesto, la misantropía, xenofobia y discriminación, según sus definiciones etimológicas convergen en el punto de que las tres expresan rechazo, odio y desvalorizacion por los demás seres humanos. ¿Entonces habremos retrocedido a los estadios de barbarie los que pensábamos habíamos superado?. La respuesta es que si. Hemos regresado y sin duda, en donde, el regreso es mucho más largo que el progreso. Hay odio, ninguneos y vacíos profundos a los que nos exponemos cada día, pues las guerras, invasiones, desplazamientos, mutismos y casería humana, son la comida vacía que comemos todos los días, a través de las redes sociales, noticias escritas, incumplimiento y abolición de leyes de protección, en fin, generaciones vienen, generaciones van, pareciera que los jinetes que cabalgan en los caballos apocalípticos de muerte, hambre, guerra y confusión se acercan, y ya no solo trotan y andan velozmente, sino que se escuchan entre nosotros.
Para concluir, debemos hacernos preguntas capitales, de los aspectos tratados en este artículo: ¿Alguna vez usted no se ha sentido bienvenido en algún lugar?. ¿Se ha sentido rechazado y odiado por ser diferente ya sea por su pensamiento, rasgo físico o posición social?, ¿Ha proferido algunas frases que lindan con el racismo y discriminación hacia otros seres humanos?. ¿Cree usted que será mejor, igualitaria, equitativa y menos xenofobica la sociedad del futuro?. ¿Cree usted que el actual estado de cosas y situación en la que vive el mundo, lo vuelve humano y habitable?. Existe una legislación internacional amplia sobre esta temática, entre otras podemos encontrar: La Declaración Universal de los Derechos Humanos, La Convención Internacional de Eliminación sobre las diferentes formas de Discriminación Racial, y las Convenciones que velan por la discriminación en contra de la Mujer y la Convención sobre los Derechos de personas con Discapacidad. Así como cada país en el mundo son signatarios de estas Convenciones y Tratados internacionales, sus legislaciones internas se derivan de dichos documentos. Es menester apuntar que tanto la misantropía, la xenofobia y la discriminación se han viralizado, institucionalizados y hasta se ven normal. Esta situación global, nos llama a ser empaticos, cordiales y tolerantes, de lo contrario, heredaremos a las presentes y futuras generaciones no una civilización, sino una sociedad mundial viviendo en un estadio insospechable de ignominia y barbarie.