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Marcha por la paz, la democracia y la unidad nacional sigue más vigente que nunca

Tegucigalpa- A medida que se acerca el 16 de agosto, las iglesias de Honduras mantienen su llamado a la conciencia colectiva de la población para sumarse a una caminata nacional de oración que busca la unidad del pueblo y abogar por la democracia.

La convocatoria, impulsada por la Conferencia Episcopal de Honduras (CEH) y la Confraternidad Evangélica de Honduras (CEH), bajo el lema “Caminamos con fe y esperanza”, es una invitación al pueblo a levantar la voz —en silencio y en paz— por un anhelo profundo: la democracia, la unidad y la paz duradera.

Lejos de perder vigencia, la marcha cobra aún más sentido en este momento. Aunque el Consejo Nacional Electoral (CNE) alcanzó un acuerdo que permite destrabar el proceso electoral, líderes espirituales, sociales y ciudadanos coinciden en que la exigencia del pueblo hondureño no puede agotarse en resoluciones de escritorio.

El respeto a la voluntad popular, elecciones limpias y transparentes, y un país donde la ciudadanía viva sin miedo, son anhelos que no deben supeditarse a la agenda de los políticos ni sus pactos temporales.

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“El acuerdo entre consejeros es un respiro”, afirmó el sacerdote jesuita Ismael Moreno (Padre Melo), al referirse al clima de incertidumbre en el país.

En sintonía, el reverendo Mario Fumero subrayó que las iglesias deben defender principios como la libertad de conciencia, la moralidad pública y la unidad nacional, pero sin banderas partidarias. Por ello, los organizadores han sido firmes: no se permitirá la participación de políticos ni el uso de símbolos ajenos a la Bandera de Honduras y las Sagradas Escrituras.

Exigencia ciudadana debe ser permanente

El asesor legal del COHEP, Gustavo Solórzano, reafirmó que la caminata “debe estar más vigente que nunca”, especialmente ante la fragilidad del acuerdo logrado en el CNE.

Se logró acuerdo en los lineamientos, pero persisten diferencias relacionadas con las empresas a contratar ¿qué pasará si alguno de los partidos no la acepta?  ¿se seguirá con los mismos berrinches? Se dará un rechazo, auguró.

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“Entonces hay que pedir seriedad en el proceso y la caminata que se realizará el 16 de agosto es con ese propósito que los consejeros entiendan que hay un pueblo pidiendo democracia, elecciones pero transparentes justas y equitativas y esa manifestación, estoy seguro que será masiva la gente saliendo a orar por la paz la democracia y la familia así que no ha perdido relevancia  en lo más mínimo continúa teniendo total vigencia la exigencia ciudadana debe ser permanente esta no termina con acuerdos que se logran de la noche a la mañana”, dijo a Proceso Digital.

Marcha con fe y esperanza

En un país muchas veces dividido por ideologías, colores o intereses, esta caminata representa una de las pocas instancias verdaderamente inclusivas, donde católicos, evangélicos, menonitas y creyentes de distintos credos caminan juntos no por una candidatura, sino por el futuro de Honduras.

El mensaje emitido el pasado 18 de julio por el arzobispo José Vicente Nácher y el pastor Gerardo Irías fue contundente: “La voluntad de los ciudadanos, legítimamente expresada en las urnas, debe ser respetada el 30 de noviembre y cada cuatro años”. Este llamado no caduca con la firma de un documento, sino que cobra vida en cada ciudadano que cree en la justicia, en la paz y en una Honduras mejor.

A quienes argumentan que la marcha ha perdido el propósito, la realidad los desmiente. La demanda del pueblo hondureño va más allá de acuerdos técnicos. La verdadera victoria no es de un partido político, es del país. Por eso, esta caminata no es el fin, sino el inicio de una vigilia ciudadana que debe ser permanente.

En medio de discursos que buscan apropiarse de la convocatoria o darle tintes partidarios, urge recordar el espíritu original de esta manifestación: unir a la nación en oración, esperanza y compromiso democrático. Que nadie pretenda usarla como plataforma política. Que todos, sin excepción, la asuman como un acto de conciencia y dignidad nacional, concuerdan líderes religiosos de las iglesias.

Este 16 de agosto, Honduras no marcha por partidos, marcha por principios. No camina por promesas, camina por convicciones. Camina con fe y esperanza… y eso, nunca pierde vigencia.LB

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