Tegucigalpa – El ministro de la Presidencia, Ebal Díaz, lamentó y rechazó las declaraciones de la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York que considera a Honduras como un narcoestado.
“Lo que rechazamos en ese juicio es que un fiscal del Distrito Sur señale al Estado de Honduras como un narcoestado, eso no es aceptable”, declaró Díaz sobre la sentencia a cadena a perpetua a Juan Antonio “Tony” Hernández
Defendió que las Fuerzas Armadas luchan contra el crimen organizado con su presupuesto y recursos, mientras que la Policía Nacional ha sido calificada como un ejemplo en Latinoamérica.
Cuestionó a Estados Unidos por no considerar como narcoestados a los países del sur por ser productores de droga y los del norte por consumidores.
El funcionario afirmó que el liderazgo del presidente Juan Orlando Hernández fue la apuesta contra el crimen organizado.
“Antes, los carteles de la droga eran los dominantes en varios puntos del territorio, tenían una infiltración en las instituciones como la Policía Nacional, Ministerio Público e incluso, amedrentaban en las sentencias del Poder Judicial”, recordó.
Señaló que antes de la llegada del presidente Hernández, no había presencia del Estado en las zonas del norte, Caribe hondureño y del occidente y Honduras tenía una alta tasa de homicidios.
Díaz apuntó que cuando Honduras comenzó a extraditar narcotraficantes, éstos prefirieron entregarse ante la justicia de EEUU.
Explicó que la idea de las confesiones de los narcos eran conseguir benevolencia y mejor trato para ellos y sus familiares.
Señaló que en los últimos días salió una grabación de la DEA, en la que un infiltrado graba las discusiones de los principales capos de la droga y se revela que no pudieron penetrar ni corromper la postura del presidente Hernández.
Lamentó que la sentencia contra Tony Hernández “se fundamente en testimonios falsos de testigos, que lo que buscan es reducir su sentencia”.
El ministro de la Presidencia calificó como nefasto el ejemplo que da EEUU a los demás países la lucha contra las estructuras criminales.
“No creo que sea conveniente para los intereses de Estados Unidos y de Honduras”, concluyó. (ag)
