Por: Otto Martín Wolf
Se supone que los estudiantes que asisten a la Autónoma (UNAH) pertenecen en su mayoría a las clases media baja y baja; son aquellos cuyos recursos no les permiten pagar universidades privadas.
Bien, los grupos que regularmente toman sus instalaciones supuestamente lo hacen para defender al pueblo, es decir primordialmente a las clases media baja y baja.
No comprendo -entonces- por qué, cuando esos grupos quieren protestar contra el gobierno lo que hacen es tomarse las instalaciones de la UNAH, perjudicando a las clases media y baja.
Las clases media alta y alta estudian en universidades privadas, a ellos no se les interrumpen los estudios, ayudando a aumentar la separación entre las clases sociales, cosa que un buen socialista trataría de evitar.
En cuanto al gobierno, estoy seguro que las tomas le importan un pepino verde (o maduro) o un camote, ya que, como diría algún cliente de restaurante, al gobierno ni fu ni fa.
No voy a darles ideas de cómo podrían de verdad perjudicar al gobierno o al menos cómo establecer medidas de presión que funcionen (y créanme que se me ocurren algunas buenas) pero, definitivamente, no lo es privando de sus estudios a los estudiantes de las clases sociales que más necesitan superarse.
De paso y como un bono adicional, todos los estudiantes que pueden abandonan la UNAH y se marchan a las universidades privadas, las que están felices ya que quienes se supone luchan por el proletariado les envían clientes todo el tiempo.
Como hubiera dicho Marx de haberse dado cuenta de lo que pasa en Honduras con eso de las tomas de la UNAH: “Estúpidos del mundo, uníos”.
