Tegucigalpa – Se abren camino cada día, ahora, durante la pandemia y los efectos de fenómenos naturales, su lucha por mantener el país y sus familias les ha generado mayor emigración, inseguridad y una crisis económica que ha sobredimensionado sus cargas. Siguen de frente luchando incansablemente en un país donde las asesinan y la violencia en su contra se expresa de tantas maneras.
Este lunes 25 de enero se conmemora el Día de la Mujer hondureña y aunque el último año ha sido complejo en todos los sentidos, siguen siendo las mujeres el soporte de miles de hogares.
En el año de la pandemia han sido recurrentes los rostros de grandes mujeres destacadas al frente de la emergencia desde los diversos ángulos de la ciencia médica, la academia y la salud. Algunos ejemplos son María Elena Bottazzi, Mary Vallecillo, Mirna Marín, Karla Mossi, Yensi Flores, Paola Altamirano, Yasmin Cardoza, Hillen Cruz, Jackie Alleger, Lesvia Villatoro, Elsa Palou, Yolani Batres, Suyapa Sosa, Roxana Araujo, Suyapa Figueroa, Karla Pavón, Berenice Molina, Mitzi Castro, Nora Maradiaga, Ligia Ramos, y muchas más. Todas han aportado en la lucha contra el COVID-19, desde el ámbito sanitario. Estos nombres son escasos porque las mujeres médicas, enfermeras, microbiólogas e investigadoras han marcado transversalmente toda la lucha. En el camino muchas han muerto y otras han padecido el ataque del coronavirus que no las ha detenido para seguir.
En las áreas del conocimiento y la academia, el aporte de mujeres desde la multidisciplinariedad ha sido significativo. La salud, la educación, los derechos humanos, la paz, la violencia, la geología, la institucionalidad democrática, reconstrucción, transparencia, libertad de expresión han sido escenarios donde las mujeres desde las universidades y tanques de pensamiento han puesto su acento y han alzado su voz.
Sin proporción en participación política
Desde sus espacios de poder público, las mujeres, con limitada representación también han mantenido su lucha durante la asolación que ha vivido Honduras desde 2020 hasta la actualidad.
En el Poder Legislativo apenas 28 de 128 escaños (21.87 por ciento) son ocupados por diputadas en un país donde la población femenina es mayor del 50 por ciento. Una reforma a la ley dará, obligadamente, mayores oportunidades para que las féminas ocupen escaños en el legislativo.
En los gobiernos locales, las alcaldesas han visto como los huracanes afectaron profundamente sus poblados. La jefa edilicia de Protección, Santa Bárbara, Teresa Sarmiento, vio como la aldea La Reina y otras comunidades del sector desaparecían por los deslaves y por la fuerza de la naturaleza hasta arrasar con cualquier esperanza. Ella sigue al frente de los esfuerzos comunales y su lucha no se ha detenido.
Similar labor se destaca en la cabecera departamental de Santa Bárbara, donde tras el paso de las tormentas Eta y Iota, la ciudad quedó sin agua potable, incomunicada, semi destruida y con poblados rurales casi desaparecidos, allí la alcaldesa Fátima Juárez, libró una lucha que aún se mantiene por la recuperación de su localidad.
De los 298 gobiernos municipales, 23 son manejados por mujeres, es decir apenas el 7.72 por ciento.
En tanto, las vice alcaldías son ocupadas por el 90.60 por ciento para un total de 270 en todo el país.
Asimismo, analizando los gobiernos locales desde otra perspectiva, se identifica que los cargos ocupados por regidoras ascienden a un 28.40 por ciento.
En los puestos destacados del Ejecutivo, que son de nombramiento, María Antonia Rivera, quien además ocupa una designación presidencial, es la ministra encargada en el área económica. Hay, además, cinco mujeres al frente de dirigir ministerios en Honduras: Zoila Cruz, en la Secretaría de Desarrollo e Inclusión Social; Alba Consuelo Flores en Salud, María Andrea Matamoros en Transparencia, Nicolle Marrder en Turismo, Miriam Guzmán en el Servicio de Administración de Rentas. Por lo menos media docena de mujeres también desempeñan viceministerios .
Otros cargos titulares ocupados por mujeres se encuentran en la Comisión Nacional de Banca y Seguros, presidida por Ethel Deras y Mayra Falk en el Banco Hondureño para la Producción y la Vivienda (Banhprovi).
En cargos de elección de segundo grado, el recién creado Consejo Nacional Electoral (CNE), figuran Rixi Moncada y Ana Paola Hall, además de Gaudy Bustillo y Miriam Barahona en el Tribunal de Justicia Electoral (TJE), en tanto Alba Rivera en la Unidad de Política Limpia y como comisionada de derechos humanos, Blanca Sarahí Izaguirre.
Feminización de los flujos migratorios
De acuerdo con datos del Observatorio Consular y Migratorio de Honduras (Conmigho), adscrito a la Cancillería, durante el 2020, un total de 36 mil 548 hondureños fueron deportados, de ellos 6 mil 203 son mujeres y niñas.
Académicos latinoamericanos concluyeron en un webinar titulado “Reconfiguración de los desafíos de la feminización de los flujos migratorios en el corredor norte de Mesoamérica en el siglo XXI”, que los gobiernos de la región, con énfasis en los de los países del Triángulo Norte de Centroamérica (El Salvador, Guatemala y Honduras), tienen la deuda con las mujeres migrantes de legislar con perspectiva de género.
Las mujeres ya eran un grupo vulnerable antes de la COVID-19 y ahora aumenta esta condición viajando en caravana, concluyeron los expertos al desarrollar la conferencia sobre las mujeres migrantes centroamericanas en México y desafíos inmediatos para la garantía del derecho a la salud en tiempos del COVID-19, desde la perspectiva de género”, en que participó Proceso Digital.
En otro apartado resaltan que las mujeres son hasta ahora las más afectadas en Honduras por el virus SARS-CoV-2 que provoca la enfermedad de la COVID-19. Según datos de la Secretaría de Salud un 51 % de los casos positivos en el país corresponden a mujeres.
Violencia doméstica
Las autoridades del Sistema Nacional de Emergencia 911, confirmaron a Proceso Digital que del 1 de enero al 31 de diciembre de 2020 se registraron 103 mil 63 denuncias de Violencia Doméstica y Violencia Intrafamiliar a nivel nacional.
En promedio se han recibido 282 denuncias diarias sobre este tipo de delito.
De acuerdo con las denuncias se ha podido identificar que, en el núcleo del hogar, la mujer es la que más violencia sufre.
Los datos señalan que las denuncias se registraron en los 18 departamentos del país, siendo Cortés y Francisco Morazán los que más denuncias presentan con 24 mil 864 y 21 mil 604, respectivamente.
Mientras que en el departamento de Yoro se registraron 8 mil 995, Choluteca 5 mil 328, Atlántida 5 mil 197, Copán 5 mil 196, Comayagua 4 mil 672 y Santa Bárbara 4 mil 346.
Asimismo, Olancho registra 4 mil 312, El Paraíso 3 mil 883, Colón con 3 mil 195, Lempira 2 mil 774, Valle 2 mil 329, La Paz con 1 mil 604, Intibucá 1 mil 502, Islas de la Bahía 1 mil 288 y Gracias a Dios con 368 para hacer un total de 103 mil 63 denuncias.
Muertes de mujeres
El Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), registra del 1 al 20 de enero de 2021, nueve homicidios y una muerte indeterminada para hacer un total de 10, según datos proporcionados a Proceso Digital.
Las edades de estas 10 muertes oscilan entre los 14 años y 75. Entre los decesos hay tres niñas y una de la tercera edad.
Las horas en las que se cometieron los homicidios oscilan entre las 8:00 de la noche y las 2:00 de la madrugada.
El OV-UNAH, da cuenta que hasta el 15 de diciembre de 2020 se registraron 297 muertes de mujeres en plena pandemia. La mayoría de las víctimas se ubican en un rango de entre 15 y 30 años.
El promedio mensual es de 27 mujeres muertas en forma violenta y de éstas el 60 por ciento son ejecutadas por los compañeros de hogar de las víctimas.
Derechos humanos
La coordinadora del movimiento de Mujeres por la Paz “Visitación Padilla”, Merly Eguigure, confirmó a Proceso Digital que esa organización registró 482 denuncias a nivel nacional en 2020.
Sostuvo que las denuncias corresponden a violencia doméstica, violencia intrafamiliar, delitos sexuales y otros relacionados con la familia.
De su lado, una fuente del Conadeh respondió a una consulta de Proceso Digital que durante el 2020 recibió 185 quejas presentadas por mujeres por violaciones al derecho a la justicia. Entre estas, están violaciones al acceso a la justicia y debido proceso legal o recepción de denuncia planteada, retardo en la admisión de un recurso, abuso de autoridad, ejercicio indebido de autoridad del servidor público, negligencia en investigación preliminar de la denuncia, prevaricación en sentencia dictada, retardo en la investigación preliminar de la denuncia y retardo injustificado de un auto, resolución, fallo o sentencia.
El organismo defensor de DDHH atendió a nivel nacional, 106 quejas por supuestas violaciones al derecho al trabajo, presentadas por mujeres.
El Aborto
Hace apenas unos días, el Congreso hondureño, aprobó una reforma constitucional para endurecer la prohibición al aborto, pese a la protesta de organizaciones feministas y de agencias externas. La modificación al artículo 67 de la constitución “considera prohibida e ilegal la práctica de cualquier forma a la interrupción de la vida por parte de la madre o un tercero al que está por nacer”.
“Este proyecto de ley es alarmante. En lugar de dar un paso hacia el cumplimiento de los derechos fundamentales de las mujeres y las niñas, el país está retrocediendo”, enunciaron expertas de las Naciones Unidas en un comunicado, mientras la Iglesias y sectores sociales conservadores de distintas tendencias, celebraron la decisión.
Honduras es de los pocos Estados en el mundo que prohíbe el aborto en todas las circunstancias, incluso en casos de violación o incesto, cuando la vida o la salud de las mujeres embarazadas está en peligro, así como en casos de malformación grave del feto, recuerdan las especialistas.
En el país, también es prohibido el uso, venta y distribución de la llamada “píldora del día después” y métodos de anticoncepción de emergencia, que sirve para interrumpir tempranamente cualquier proceso de gestación y las penas son las mismas que en el caso de un aborto.
“La falta de accesibilidad a la anticoncepción, particularmente en las zonas rurales, junto con la prohibición de la anticoncepción de emergencia, contribuye a una alta tasa de embarazos forzados, incluidos embarazos de adolescentes», expresaron las especialistas del sistema de las Naciones Unidas.
Este país centroamericano tiene la segunda tasa más alta de embarazos adolescentes entre los países de América Latina y en zonas rurales la tasa de esos embarazos alcanza el 30%. Las condiciones de las mujeres, en sus grandes mayorías, son precarias.