Las des/ventajas de internet

Por: Otto Martín Wolf

No mucho tiempo atrás, cuando el padre regresaba de algún viaje, los niños corrían a las maletas con el curioso y suplicante “qué me trajiste?”.

La familia rodeaba al viajero y escuchaba los relatos con emoción, el asombro se reflejaba en sus ojos, maravillados todos aún con las historias más sencillas.

Ahora el que viene de regreso ha enviado y recibido fotografías de los “encargos”, talla, color, modelo y precio. Los niños, aún a corta edad, ya pueden -desde su tableta- buscar lo que quieren y enviar el “pedido-orden” a sus padres.

Las historias del viajero ahora se saben en vivo y a todo color en el preciso instante en que están ocurriendo. “Mirá, estoy frente a la Torre Eiffel”, dice el Whatsapp, que naturalmente viene acompañado de fotografías, videos y quizá hasta una videoconferencia en la que se comparte el viaje y, a la vez, le permite enterarse de lo que ocurre durante su ausencia.

Descripción de calles, ruinas milenarias, edificios modernos, todo se puede ver (inclusive en 3D) sin moverse a ninguna parte. No hay secretos ni sorpresas.

Los repuestos que se necesitan, las piezas más extrañas o escasas, la ropa del tamaño y color deseados: ordene, pague y reciba todo sin dar un paso fuera de su casa y, en muchos casos, a mejor precio del que se obtiene en centros comerciales locales o de otros países.

Quién desea, después de un día de trabajo ir de tiendas a probarse ropa, comprar ese regalo pendiente o a curiosear ventanas si todo lo puede lograr en segundos en la tranquilidad de su casa?

Toda clase de estudios, desde otros idiomas hasta complicados Post Grados en remotas universidades ahora se realizan en línea como la cosa más normal.

Inclusive consultas al médico por medio de videoconferencias (que también se pagan en línea) son una aplicación más de la tecnología moderna.

Ya existen oficinas que en lugar de recepcionista tienen una pantalla donde una persona, desde un lugar remoto, atiende y orienta a los visitantes con la misma gracia y efectividad que si estuviera presente.

Muy pronto, cuando las impresoras en 3D sean de uso doméstico (baratas) miles de productos se venderán en línea para ser “impresos” localmente, algún día inclusive ciertos alimentos se ensamblarán frente a nuestros ojos, que no se asombrarán, todo será parte de la vida diaria normal.

La distancia entre ciudades, entre países y continentes se a reducido a cero, estamos viviendo a la velocidad de la luz.

Todo eso me maravilla, pero también me provoca una especie de nostalgia por un tiempo que ni siquiera me tocó vivir.

Claro que es cómodo llegar a París en 10 horas o menos, pero entonces porqué añoro un viaje a Europa en velero como antes de existir la aviación o los barcos de vapor?

Porqué un extraño romanticismo me hace desear haber visto en persona la construcción del Coliseo en Roma o la Gran Muralla China?

Cómo puedo sentir nostalgia por cosas que ocurrieron hace miles de años?

Pretendo ser un hombre moderno, actualizado a los tiempos, pero entonces porqué siento una especie de tristeza por cosas que jamás me hubiera tocado presenciar?

Cómo puedo añorar un pasado en el que no me tocó vivir?

Buscaré la respuesta en Internet, ahí está todo!

Enviado desde Correo para Windows 10

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