Tegucigalpa- En la etapa final del proceso electoral, Cristosal hace un llamado urgente a garantizar que el escrutinio especial se realice de forma transparente, pacífica y conforme a la ley electoral, como única vía legítima para proteger la voluntad popular expresada en las urnas.
En una democracia, la voluntad del pueblo no se negocia ni se sustituye por arreglos políticos. Este llamado se da en un contexto marcado por denuncias de irregularidades, atrasos reiterados, un estado de excepción prolongado y hechos de violencia política.
En su informe “Democracia bajo amenaza: violencia política en el proceso electoral de Honduras”, Cristosal ya documentó 67 hechos de violencia política ocurridos entre septiembre de 2024 y el 2 de diciembre de 2025, lo que evidencia que participar en la vida pública continúa siendo una actividad de alto riesgo en el país. Sin embargo, la mayor parte del pueblo hondureño mostró madurez y la votación pudo llevarse a cabo.
Ante esta situación, Cristosal hace un llamado específico a los distintos actores:
– Al Consejo Nacional Electoral (CNE): Garantizar que el escrutinio especial se lleve a cabo de manera transparente, verificable y ajustada a la ley, respetando la calendarización establecida y la voluntad popular expresada en las urnas.
– A los partidos políticos y liderazgos públicos: Actuar con responsabilidad democrática; evitar discursos y acciones que alimenten la confrontación, la desinformación o la violencia; y canalizar cualquier desacuerdo exclusivamente por las vías institucionales y legales.
– A las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional: Abstenerse de intervenir en disputas políticoelectorales y actuar estrictamente dentro de sus competencias constitucionales, conforme a los principios de legalidad, necesidad, proporcionalidad y rendición de cuentas, priorizando la protección de la población.
– Al Gobierno de Honduras: Garantizar el respeto efectivo de los derechos humanos, incluso en contextos de excepción, y abstenerse de cualquier forma de intimidación o represión política contra la ciudadanía.
Independientemente de los resultados electorales, los diferentes actores políticos tienen el deber histórico de dar soluciones a los problemas más importantes del país, como la inseguridad, la corrupción, la pobreza, la desigualdad y la construcción de instituciones sólidas con participación ciudadana, sostiene el escrito.
Agrega que para ello, es indispensable crear los consensos necesarios para generar un desarrollo económico y social sostenible e inclusivo que garantice el respeto irrestricto a los derechos de todas las personas.
Como Cristosal, seguiremos documentando la violencia política para dar voz a las víctimas, exigir justicia, combatir la impunidad y ayudar a preservar la verdad. Solo así será posible que el pueblo hondureño ejerza sus derechos sin miedo y con dignidad, apunta el documento. IR








