Tegucigalpa – La reacción negativa del expresidente Manuel Zelaya a la propuesta de la Organización de Estados Americanos (OEA), mediante el facilitador John Biehl del Río, en cuanto a enfrentar el tema de la corrupción y la impunidad, contrasta con las posiciones asumidas durante la crisis política del 2009.
El expresidente Zelaya ahora rechaza las recomendaciones, propuestas y acciones que realiza la OEA, como la petición hecha al Centro de Estudios de Justicia de las Américas (CEJA), la cual ayudaría a reformar y capacitar el sistema judicial hondureño.Zelaya insiste que la única alternativa es la instalación de una Comisión Internacional Contra la Impunidad (CICI) bajo el mandato de las Naciones Unidas.
“La solución inmediata es la investigación internacional tipo Guatemala, o sea la CICIH y no el CEJA”, señala Zelaya en un comunicado que distribuyó en su condición de coordinador general del partido Libertad y Refundación (Libre).
Aunque en el comunicado el exmandatario admite que el CEJA es un organismo que “depende de la OEA y cuyo fin principal es apoyar procesos de modernización de justicia”, Zelaya ahora le da la espalda al organismo continental.
Zelaya indicó que exigen la “CICIH tipo GUATEMALA con poderes para investigar, y no el CEJA”.
El exgobernante lanzó sus característicos ataques descalificadores en esta ocasión contra el facilitador de la OEA, el señor Biehl a quien incluso llamó traidor, al señalar que no hacerle caso a la propuesta de Libre es una “traición a su mandato de mediador, imponiendo recetas” y concluyó otro comunicado señalando “¿YA NO somos colonia señor John Biehl!”.
Biehl dijo antes de partir del país que le parecía extraño que Manuel Zelaya hable como si “los Indignados sean de él”, lo que desató la ira del exgobernante y de sus allegados de Libre.
OEA y Zelaya el 2009  Durante la crisis política del 2009 que derivó en la salida del poder del exmandatario, la OEA bajo el mandato de José Miguel Insulza se alineó inmediatamente con Zelaya y aisló al gobierno interino que presidía Roberto Micheletti.En ese momento el organismo continental no escuchó la posición hondureña y bajo la conducción del grupo del Alba, bajo el mando del entonces presidente venezolano Hugo Chávez, castigó a Honduras suspendiéndola del organismo. Incluso envió una misión de cancilleres que exigió la restauración en el poder de Zelaya, además de cuestionar la legalidad del Congreso Nacional. En esa época el expresidente Zelaya clamaba por la OEA y el respeto a las resoluciones que emitía, todas favorables a él, y no cuestionó que las Naciones Unidas no abordarán el tema señalando que la crisis ya había sido manejada por el organismo continental respectivo, o sea la Organización de Estados Americanos. Las Naciones Unidas igualmente ha actuado el 2015 bajo el mismo precepto del 2009, la OEA está conociendo el caso de Honduras y ha propuesto las alternativas para enfrentar los reclamos de combatir la corrupción y la impunidad, pero ahora Zelaya exige que sea la ONU la que instale la CICI y desconoce a la Organización de Estados Americanos. |
