Por: Otto martín Wolf
Sería bueno que, al menos por una vez en la vida, los fanáticos de los libros sagrados (de todas las religiones) trataran de encontrar la lógica de casi todo lo que leen, especialmente porque muchos marcan su vida por esos textos los cuales, a mi modo de ver, tienen mucho de estupidez.
El Corán, por ejemplo, cuenta que Mahoma (profeta del dios Alá) voló por todo el Sistema Solar en una noche, montado en un caballo con alas.
Pero hay más; en el Corán se prohíbe el consumo de vino, por haber sido creado por Satanás, no obstante en “el cielo” hay ríos de vino para disfrute de los que van ahí. Vino creado por Satanás en el cielo de Alá?
Los creyentes del hinduismo tienen -literalmente- millones de dioses, desde monos hasta un hombre con trompa de elefante. Chistoso? Estúpido diría yo. Se imagina creer que esos determinan su vida?
Los antiguos egipcios creían que el sol era dios y le rendían culto, tal y como los creyentes en Jesús lo hacen ahora.
Qué diferencia hay entre los millones de dioses del pasado con los del presente?
Ninguna. Lo único que ha cambiado es la gente, las creencias son lo mismo.
Según los creyentes de la Biblia dios creó al hombre y le dió libre albedrío para que escogiera y decidiera su vida y él juzgaría a los buenos y a los malos.
Pero, para qué hizo dios eso? Acaso no es todopoderoso? Acaso no puede saber de antemano lo que cada uno hará, el camino que tomará y hasta el más pequeño de sus actos?
Entonces, para qué hacernos? Para qué crearnos y darnos vida si al final de cuentas él sabe todo lo que va a suceder, qué lógica tiene la creación, desde el punto de vista bíblico?
Para qué nos hizo? Para someternos a una prueba cuyo resultado él ya sabe cuál será?
El conoce su plan divino ya que él lo diseñó. Nada que nosotros hagamos puede cambiar el resultado final que, de nuevo, él conoce.
Qué lógica tiene nuestra existencia desde el punto de vista bíblico.
Si usted se enferma él sabe lo que sucederá y, por más que se aplique el criterio del libre albedrío nadie cambiará el resultado de su enfermedad. No las oraciones, los ruegos o los sacrificios -o el dinero que pueda darle a los pastores o sacerdotes.
Usted sufrirá por su enfermedad todo lo que él planeó desde el principio.
Tiene lógica eso?
No más que el caballo volador, el dios mono, el de nariz de elefante o el sol como creador supremo.
Desde niño nos llenan la cabeza de fantasías que, a fuerza de ofrecer el cielo o amenazar con el infierno llegamos a creer, también porque muchos creen y la fantasía es contagiosa.
Pensemos que billones de personas antes que nosotros conocieron y creyeron en otros dioses, con otras leyes divinas y otra reglas y que, ahora, no son más que historia convertida en leyenda y tema de películas como Thor, Zeus, Apolo o Perseo.
Son pocos (un 20 por ciento aproximadamente a nivel mundial) los que hasta el momento han logrado librarse del virus de la religión, conforme la ciencia ha ido terminando con los “milagros” y las supersticiones.
Libre albedrío? No existe si quien supuestamente nos los dió ya sabe el resultado, él planeó todo. Creer en el libre albedrío es una soberana estupidez.